28.5.20

OVNIS Y CORTE DE LUZ EN CAMPAMENTO PETROLERO


Dos OVNI pasaron por un campamento petrolero de proximidades de Allen, provincia de Río Negro y en ese momento se produjo un prolongado corte de energía en todo el sector.

El episodio ocurrió pocos días antes de la declaración de la cuarentena por la pandemia COVID-19 y fue remitida por uno de los testigos al Centro de Estudios UFO, información que se complementa por otras experiencias recibidas por la FAO (Fundación Argentina de Ovnilogía) de La Plata, en el sur del país.

De acuerdo a los testimonios, las experiencias con avistamientos de OVNI son cada vez más frecuentes en la región y varios recordaron el relevamiento realizado por el CEUFO entre los años 2013 y 2014, que incluyeron además Rawson, Trelew y Puerto Madryn.

Por aquellos años, los memoriosos recordaron el suceso de “la caída de un plato volador” en proximidades de la costa de Rawson en el año 1965, cuyos restos fueron detectados por la Armada Argentina y ante la imposibilidad de rescatarlos, se dio participación a los Estados Unidos que “solidariamente” los extrajeron y “se llevaron para su estudio”, aunque nunca llegó un informe con esos resultados.


15.5.20

“ALGO CAYÓ DEL CIELO” EN CARHUE

La caída o supuesto descenso de un extraño objeto en la provincia de Buenos Aires, se conoció por vecinos y camioneros que circulaban por la zona y se comunicaron con el Centro de Estudios UFO. El episodio se habría registrado en las primeras horas de la noche del pasado sábado 9 al norte de la localidad de Carhué, donde testigos observaron “una sombra que venía descendiendo muy rápido y luego dio un giro abrupto con rumbo al Lago Epecuén”

 

Poco después se observaron movimientos de vehículos con escolta policial a orillas del lago y cerca del lugar donde “habría caído” esa “sombra”. Un camionero que circulaba por la zona relató que “después de infinidad de controles de tráfico llegué a Carhué. Ya me habían avisado que trate de parar lo menos posible, así que llevo todo en el camión”.

 

“Paré un rato en Carhué, cerca de las vías del tren para comer algo” agregó y destacó que”estaba muy oscuro y al rato veo que viene una caravana de vehículos con luces azules, no vi bien si eran de Policía o Gendarmería pero iban al taco” aseguró. Luego se cenar “seguí viaje, pero como a 15 km. de Carhué, la ruta estaba cortada y me dijeron que espere”.

 

Al cabo de 2 horas “me dejaron seguir y donde la ruta se acerca al lago, pude ver a la distancia mucho movimiento no sólo en la orilla, sino estimo unos 2 km adentro del lago. Me paré un minuto para ver si veía algo pero de la nada apareció un tipo trajeado y me apuró para que siguiera viaje”.

 

Fuentes policiales de la zona no reconocieron pero tampoco negaron el episodio. En el marco de la cuarentena que se cumple en todo el país, es imposible desplazarnos a hacer reconocimiento de la zona, pero a esta altura y en base a testimonios de gente que observó los movimientos de vehículos custodiados por móviles policiales, podemos afirmar que “algo cayó”.

 

Si es así, viene a mi memoria el episodio registrado el 26 de septiembre de 2011 en Monte Grande, donde “algo cayó del cielo”, causó la muerte de dos personas, generó un gran cráter y obligó la intervención de la policía y bomberos, pero también la aparición de un convoy de vehículos con personal de civil que no hablaba castellano, que cargó “algo” en uno de los vehículos y se fue. La versión “oficial” fue que “explotó un horno pizzero” que a esta altura, no convence a nadie y menos a los vecinos de la zona, que fueron testigos del fenómeno.

 


12.5.20

“ENTRE LA FICCIÓN MENTAL Y LA REALIDAD”

La fantasía de quien pretende convertirse en un émulo de Howard Phillips Lovecraft, inventó una noticia (una más) que ubica en una región de la provincia de La Pampa e irresponsablemente involucró instituciones como los ministerios de Seguridad y de Salud que “habrían intervenido” en un extraño episodio que le “habría” un protagonista que, causalidad mediante, sería el mismo que “protagonizó” otra extraña historia en la misma región hace poco mas de un año.

Sin más presentación, el afiebrado personaje, identificado como Fernando Quiroga, que además “inventó” otra historia, la de una supuesta abducción en la ciudad de Punta Alta, hace poco más de un mes, lo hace tan sólo con el afán de generar historias y convertirse en una especie de “receptor especializado” de hechos que suceden exclusivamente en su cabeza.

La falta de respuesta ante mi consulta luego del episodio de Punta Alta y la denuncia de algunos seguidores de este sitio, que expresaron que “no es nuevo lo que intenta Quiroga”, que utilizando términos rebuscados y una redacción barroca, intenta generar un clima que obviamente nada tiene que ver con la realidad, aunque pretende “venderla” como tal.

Lo que no tuvo en cuenta este personaje es que, si tanto escribe sobre La Pampa, alguien comenzará a preguntarse si realmente los sucesos ocurrieron, más involucrando instituciones oficiales a lo que ante una consulta de un medio expresó “mi espacio son narraciones de ‘leyendas urbanas’ que a mí me cuentan. Soy un cronista de vivencias no convencionales, no juzgo su es verdad o no», lo que desnuda que su objetividad periodística, es nula.

Lugareños de aquella localidad del sur bonaerenses describieron al personaje Quiroga como alguien que pretende trascender en algunos sectores de medios de comunicación, con el sólo objetivo de “sobrevivir”, pero que “no es creíble” en los ámbitos que circula, con lo que su pretensión de narrador de “leyendas urbanas”, sólo trasciende cuando llega a zonas donde no lo conocen.

Demás está decir que el émulo de Lovecraft no respondió a las consultas, por lo tanto debí recurrir a otros entornos pero que de plano, son falsas las historias de “abducción interrumpida” y los episodios narrados en inmediaciones de Macachín y Alpachiri, ambas poblaciones de La Pampa que el personaje eligió como ámbito para sus fantasías.

 


11.5.20

UN PEDIDO DE INFORMES Y UN “CONGRESO INTERNACIONAL”

La presente crónica tiene el sólo fin de aclarar ante la cantidad de llamadas y mensajes recibidos con la expectativa de estar ante la respuesta a “la pregunta del millón” pero, lamentablemente, estoy en condiciones de afirmar que no habrá respuestas contundentes.

El anuncio sobre el “pedido de informes” realizado por una supuesta entidad “representativa” de un sector de investigadores de Argentina, para que la “Policía Federal se expida sobre la presencia OVNI en el país, no deja de tener un carácter novedoso para el lector desprevenido y ávido de información del tema, que piensa que ese sector emitirá un informe especial.

El público que vio los titulares en varios medios nacionales, imaginó que a la brevedad tendríamos una definición al respecto pero, nada más lejos de la realidad y más parecido a un intento por lograr “likes” en el marco de un “congreso internacional” a desarrollarse en la ciudad de Victoria, provincia de Entre Ríos en los próximos días.

Lo que no saben los desprevenidos lectores es que la ignota entidad (CEFORA) funciona bajo la directiva de Andrea Perez Simondini, originaria de… Victoria y además, una de las organizadoras de ese “congreso internacional” que adivinen dónde se realizaría?... en Victoria!!!

En el marco de la cuarentena dispuesta a nivel nacional por la pandemia COVID-19, seguramente el “congreso internacional” se suspenderá y en tal sentido, hay que generar algo que permita desviar la atención hasta una nueva fecha y el “pedido de informes” a la Policía Federal, parece ser el argumento indicado.

No hay información actualizada acerca de los costos de las entradas al “congreso internacional” que varían entre los 1600 y 2.000 pesos anticipadas, donde varios “investigadores de escritorio” hablarán de investigaciones que han realizado otros, porque salvo alguna que otra excepción, los participantes anunciados carecen de experiencia como para abordar con sólidos argumentos una investigación, algo en lo que siempre hemos hecho hincapié desde el Centro de Estudios UFO.



27.4.20

“ABDUCCION INTERRUMPIDA” EN PUNTA ALTA

El diario La Nueva de la ciudad de Bahía Blanca, publicó una crónica que en su nudo más significativo, da cuenta de un hecho conocido como “abducción” por parte de un Plato Volador, interrumpida por la acción de un militar en actividad, esposo de la mujer, que estaba suspendida a medio metro del suelo, en un extraño clima en el que los testigos afirman se escuchaba un sonido grave “como de una máquina o un instrumento de viento”.

El autor de la crónica intenta generar el clima en base a la situación de la pareja, ambos participantes de un templo cristiano y con profunda fe. En su crónica, los nombres de los protagonistas no son reales a fin de evitar el acoso de la prensa amarillista, que sin dudar intentaría sacar provecho del suceso.

El extraño episodio se habría producido en los primeros minutos del día 1 de abril en el barrio Albatros XX de aquella localidad. La mujer se levantó de la cama en un aparente estado de sonambulismo, con los ojos desencajados, según la descripción de su esposo, caminó en camisón por un pasillo, retornó y luego de abrir la ventana del dormitorio, salió a la calle, donde había un objeto metálico, ovoide de gran tamaño, más de 50 metros de diámetro, que flotaba sobre su cabeza y llenaba de luz el lugar.

Una vecina observó la escena y brindó su testimonio en el que también destacó el envolvente sonido grave en toda la zona, mientras el objeto permanecía suspendido “a unos 100 sobre el barrio” estimó el esposo de la mujer que reaccionó “encandilada y aturdida, con la respiración agitada, descalza, en camisón y en el medio de la calle mirando hipnóticamente la luz, como si fuera un insecto”.

El esposo de la protagonista despertó por el frío de la madrugada, advirtió la ventana abierta y escuchó un grito desgarrador de su esposa. Salió corriendo a la calle y el sonido “era ensordecedor” y destacó que “nunca sentí un viento que viniese recto desde arriba y eso que he hecho campañas antárticas, donde he visto y sentido sensaciones que no volví a ver ni sentir en otro lugar, pero esto era tremendo…” y la vio suspendida a medio metro sobre la calle.

La vi así; la agarré de la cintura, la abracé sin que toque el piso y entré corriendo a casa... “ aseguró el testigo sin poder contener las lágrimas y enfatizó “para mí lo vivido no es obra de Dios –defiende su fe el suboficial en actividad– el Señor nunca pudo permitir esas aberraciones…”

Cuando la mujer reaccionó, se abrazaron llorando como chicos, mientras afuera, el sórdido sonido comparable a un monótono mantra seguía aterrorizándolos. Más tarde advirtieron que la mujer, en del cuello, debajo de la epiglotis, tenía un cuerpo extraño, de consistencia metálica, que, al tocarlo con las yemas del índice y el pulgar, parecía comenzar a vibrar.

 

 


22.4.20

1980 – 22 DE ABRIL - 2020 A 40 AÑOS DEL “CASO SAYAGO”

El "Caso Sayago" se convirtió en un clásico de los años '80. El suceso, por sus características espectaculares ocupó grandes espacios en los medios nacionales y sirvió para adquirir experiencia como investigador de campo a partir de esa apasionante historia. El 22 de septiembre de 1982, dos años y medio más tarde, el testigo murió como consecuencia de una enfermedad renal, que según estimaron los facultativos "era congénita". Pero cabe destacar que hasta el día del episodio que cambió su vida, Sayago, además de desempeñarse al frente de una empresa de pintura de obra, corría a diario entre 5 y 15 kilómetros como parte del entrenamiento de una de sus pasiones, el pedestrismo, que lo tuvo como animador en varias competencias.

Fermín Sayago

EL HECHO

El suceso tuvo lugar al atardecer del 22 de abril de 1.980, cuando Fermín Sayago circulaba por la avenida circunvalación Santiago Marzo, al este de la ciudad con dirección sur-norte en su vehículo Impala modelo '60. Eran las 19,15 de un lluvioso atardecer cuando "algo oscuro y ovalado se me vino encima desde arriba" en el momento en que se disponía a cruzar la vía del ferrocarril.

Respecto a las dimensiones del “objeto” expresó que era "como una habitación de 3 x 3", obviamente teniendo en cuenta su profesión, relató que "el motor del auto se detuvo y yo instintivamente me cubrí el rostro contra el volante" al pensar que ese objeto se estrellaría contra el rodado.

Nada de eso ocurrió, el vehículo sin control se detuvo en la banquina contraria al sentido en que circulaba y Fermín descendió pensando solamente en hacer arrancar el motor. "Un detalle que recuerdo es que las luces estaban encendidas", lo que permitió deducir que el sistema eléctrico no fue afectado.

LOS SERES

Dibujo según descripción de
Fermín Sayago

Sayago levantó el capó del rodado intentando localizar la falla que detuvo el motor. En ese instante advirtió que "un viento frío subió desde abajo" y "un sonido similar al tintinear de un llavero". Cuando levantó la vista, a un costado del vehículo observó "un ser", cuyas características poco menos que lo espantaron. "Me hacía señas con las manos, como para que me quedara tranquilo” aseguró. Lejos de acatar la sugerencia, giró para huir del lugar, pero... detrás de él había un segundo "ser" que lo tomó por la cabeza y lo levantó suavemente. "En ese momento sentí un pinchazo en la cabeza y me desmayé" afirmó Fermín.

CARACTERÍSTICAS

Consultado acerca de las características expresó que “eran muy altos” estima que entre 2 y 2,29 mts y algo que llamó la atención a pesar de la corta visión de los seres, el testigo aseguró que "sus rostros eran oscuros. De la cavidad de los ojos sólo alcanzó a apreciar un reflejo rojizo. Su nariz (si es que la tenían) era muy achatada" y de su boca recordó que "era una comisura más grande de lo normal. Sus orejas eran grandes y sobresalían de la cabeza hacia los costados". Respecto al atuendo que vestían lo definió "de color gris oscuro, pero como si tuvieran escamas, porque yo veía el brillo en esas escamas" y uno de ellos "tenía una especie de medallón en el pecho, con lo que aparentaba ser una cadena".

A 15 CUADRAS

A las 19,30 horas, (15 minutos después), Sayago apareció a quince cuadras del lugar, en una zona por demás transitada. Nadie lo vio llegar hasta allí. El primer transeúnte que se le acercó, observó que permanecía sentado en el cordón de la vereda, mientras que el automóvil se hallaba cruzado sobre la avenida Belgrano, entorpeciendo la circulación. Alguien avisó a la policía y su familia, mientras que una ambulancia trasladó al hombre que parecía "perdido" hasta un sanatorio céntrico, donde le realizaron las primeras atenciones, haciendo especial hincapié en su estado nervioso.

En ese momento me avisaron a la redacción del Diario La Capital, donde me desempeñaba y de inmediato concurrí al Sanatorio y posteriormente reconstruí el trayecto de la experiencia de Fermín.

HERMETISMO

Los médicos se abstuvieron de hacer comentarios respecto a la situación vivida por Sayago, quien les relató pormenorizadamente el suceso. Hablar del tema en 1980 no era prohibitivo pero tampoco un profesional quería comprometer posturas. Al día siguiente, en medio de una profunda depresión nerviosa, Sayago fue dado de alta y se trasladó a su domicilio.

Allí tuve el primer contacto y escuché el relato de su experiencia. Las visitas se sucedieron a diario y Fermín me habló sobre "extraños sueños" que no le permitían descansar y a esta altura se convertían en pesadillas. Su salud decayó considerablemente y ya nada fue igual para él, a pesar del incondicional apoyo de su esposa Alicia y su pequeña hija Paola.

Al cabo de algunos meses la enfermedad renal afloró con toda su crudeza, lo que obligó a realizar un tratamiento de diálisis hasta el día de su muerte, el 22 de septiembre de 1982.

INVESTIGACIÓN DE CAMPO

Haciendo las primeras armas en la investigación de campo de un caso complicado, fue necesario recurrir a la experiencia de don Pedro Romaniuk, quien ofreció un importante soporte científico a la tarea con resultados sorprendentes, a través de una experiencia de hipnosis regresiva que por primera vez se realizó en la provincia.

Posteriormente llegó a la ciudad Fabio Zerpa, quien recorrió la zona y mantuvo un breve diálogo con Fermín Sayago y publicó el caso en su tradicional revista “Cuarta Dimensión”, con los detalles y la redacción de quien esto escribe.

Por sugerencia de uno de los médicos que lo atendió y que pidió reserva de su identidad, el caso continuó abierto y se reunió un importante aporte de testimonios de vecinos que permitió que el caso se convirtiera en un ícono de la ovnilogía regional, nacional e internacional, ya que desde distintos medios del mundo, solicitaron autorización para su publicación en base a la investigación de campo realizada.

OTROS HECHOS CONEXOS

Una serie de sucesos que se conocieron tiempo después, hablan sin dudas de que algo no convencional ocurrió ese día. En la actualidad, el lugar donde se produjo el episodio está super poblado. Los 40 años transcurridos nada tienen que ver con las fotografías de la época tomadas con un equipo fotográfico del Diario La Capital. Paradójicamente el auto de Fermín Sayago, permanece depositado a pocos metros donde ocurrió el hecho. Un coleccionista lo adquirió y lo está restaurando.

El testigo y el investigador. Fotos:
Diario La Capital

Ese mismo día de 1980, un conocido comerciante de la ciudad circulaba por la avenida circunvalación, en dirección contraria a la de Fermín y se sorprendió cuando sus hijos le advirtieron la presencia de una serie de luces a la distancia de las que les dijo “son del tren”. Para sorpresa de todos los ocupantes del auto, “el tren salió volando” suavemente con dirección al sur de la ciudad.

A la misma hora en que el auto de Sayago era “depositado” sobre la avenida Belgrano, casi intersección con Argentino Valle, a unas dos cuadras del lugar, sobre calle Plumerillo, ocurrió un hecho que llamó la atención del vecindario: un camión jaula que permanecía estacionado y con el motor parado, en una calle con una notable pendiente, se desplazó sin explicación y contra toda regla física “hacia arriba de la calle” y embistió el tapial de una vivienda.

Poce después, alrededor de las 21 horas, un empleado del Canal 3 que se dirigía en un Ford Falcon por avenida Luro hacia la emisora, sintió la extraña sensación “como si me fuera a reventar” mientras sobre el vehículo “caían chispas como si hubieran cables de electricidad”. El conductor detuvo la marcha, se repuso de la situación y continuó hacia su trabajo.

Alrededor de la medianoche de ese día 22 de abril de 1980, el trabajador de una radio que circulaba por la avenida Ameghino con dirección al SO de la ciudad, vivió una experiencia similar al conductor anterior cuando llegó al cruce de la avenida circunvalación.

 

OBJETIVIDAD

El paso del tiempo me ha dado la experiencia de realizar las investigaciones con paciencia y sin ningún apuro. Por eso, los sucesos detallados en el final, sorprenden seguramente a personajes que hablaN del tema sin ningún tipo de experiencia en la investigación de campo, que pretenden trascender con el trabajo de otros. Por eso con orgullo, puedo firmar esta crónica de investigación, con fotografías de la época, porque sólo hablo de los casos que he investigado personalmente, que al cabo de 45 años, suman más de 200 en la Ovnilogía Regional.

Quique Mario

CENTRO DE ESTUDIOS UFO