3.1.24

EL ÚLTIMO CONTACTO


La Presencia del fenómeno OVNI en el planeta es inocultable. Si así no fuera, no existirían entidades oficiales en algunas potencias con exorbitantes presupuestos en pos de conocer algo más de “los visitantes”, en particular su tecnología, que bien se podría adaptar y optimizar quien de ella dispusiera.

Sin embargo, mientras el común de la gente convivía con el fenómeno, las “entidades oficiales” se encargaron de descalificar los eventos, interpretándolos como “confusiones”, “globos meteorológicos”, etc, etc. Pero… esos argumentos le jugaron en contra a los “expertos” porque la gente dejó de creerles y se dispuso a observar un fenómeno innegable que “está ahí”.

Así surgieron innumerables grupos independientes que intentaron hallar una respuesta y comprender el comportamiento de tales manifestaciones. Obviamente de forma intuitiva, tomando apuntes, observando características, direcciones, comportamiento, colores, tiempo de duración, etc.

En ese marco, un hecho sorprendente se registró en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, Patagonia Argentina en el año 1974. Más precisamente en el mes de agosto cuando una mujer, “sintió” algo extraño y advirtió a su esposo quien recurrió al médico de cabecera que con urgencia llegó al domicilio próximo a la laguna Don Tomás y vivió una experiencia única que se repitió en 9 oportunidades, la última de ellas el 2 de enero de 1975.

Los pormenores bien podrían traducirse en el guión de una película y tienen un alto contenido que mereció el análisis durante 49 años!!! junto al único testigo con vida de aquel evento incomprensible para la época pero, que con paciencia se pudo develar. El paso del tiempo permitió comprender algunos anuncios realizados por otro de los privilegiados testigos de la experiencia, don Pedro Romaniuk, de quien recibí comunicaciones telefónicas cada jueves a las 18 horas hasta el día de su partida.

A esta altura, estoy en condiciones de afirmar que 2024 será un año “bisagra” en la investigación de un fenómeno que las grandes potencias pretendieron ocultar, minimizar a la vez que capitalizar su tecnología. Mi afirmación sorprendió a muchos, recorrió el mundo y fue reflejada en medios de comunicación de 37 países. Pero aclaro que no se trata de una profecía, ni mucho menos. Así como algunos archivos fueron “desclasificados” (sólo la punta del iceberg), todos están pendientes de la evolución de un fenómeno inocultable que “está ahí”. Que es observado y reconocido por la gente común y por más que intenten cambiarle de nombre o descalificarlo, seguirán siendo Platos voladores, Ovni o Ufos.

Obviamente, fiel al anuncio del año “bisagra”, inicio una serie de notas en las que desarrollaré la trama de este tema que tanta incidencia tiene en la región, a la vez que aclaro que la referencia es del año 2024, más ningún mes en particular.

Quique Mario

CENTRO DE ESTUDIOS UFO