22.4.20

1980 – 22 DE ABRIL - 2020 A 40 AÑOS DEL “CASO SAYAGO”

El "Caso Sayago" se convirtió en un clásico de los años '80. El suceso, por sus características espectaculares ocupó grandes espacios en los medios nacionales y sirvió para adquirir experiencia como investigador de campo a partir de esa apasionante historia. El 22 de septiembre de 1982, dos años y medio más tarde, el testigo murió como consecuencia de una enfermedad renal, que según estimaron los facultativos "era congénita". Pero cabe destacar que hasta el día del episodio que cambió su vida, Sayago, además de desempeñarse al frente de una empresa de pintura de obra, corría a diario entre 5 y 15 kilómetros como parte del entrenamiento de una de sus pasiones, el pedestrismo, que lo tuvo como animador en varias competencias.

Fermín Sayago

EL HECHO

El suceso tuvo lugar al atardecer del 22 de abril de 1.980, cuando Fermín Sayago circulaba por la avenida circunvalación Santiago Marzo, al este de la ciudad con dirección sur-norte en su vehículo Impala modelo '60. Eran las 19,15 de un lluvioso atardecer cuando "algo oscuro y ovalado se me vino encima desde arriba" en el momento en que se disponía a cruzar la vía del ferrocarril.

Respecto a las dimensiones del “objeto” expresó que era "como una habitación de 3 x 3", obviamente teniendo en cuenta su profesión, relató que "el motor del auto se detuvo y yo instintivamente me cubrí el rostro contra el volante" al pensar que ese objeto se estrellaría contra el rodado.

Nada de eso ocurrió, el vehículo sin control se detuvo en la banquina contraria al sentido en que circulaba y Fermín descendió pensando solamente en hacer arrancar el motor. "Un detalle que recuerdo es que las luces estaban encendidas", lo que permitió deducir que el sistema eléctrico no fue afectado.

LOS SERES

Dibujo según descripción de
Fermín Sayago

Sayago levantó el capó del rodado intentando localizar la falla que detuvo el motor. En ese instante advirtió que "un viento frío subió desde abajo" y "un sonido similar al tintinear de un llavero". Cuando levantó la vista, a un costado del vehículo observó "un ser", cuyas características poco menos que lo espantaron. "Me hacía señas con las manos, como para que me quedara tranquilo” aseguró. Lejos de acatar la sugerencia, giró para huir del lugar, pero... detrás de él había un segundo "ser" que lo tomó por la cabeza y lo levantó suavemente. "En ese momento sentí un pinchazo en la cabeza y me desmayé" afirmó Fermín.

CARACTERÍSTICAS

Consultado acerca de las características expresó que “eran muy altos” estima que entre 2 y 2,29 mts y algo que llamó la atención a pesar de la corta visión de los seres, el testigo aseguró que "sus rostros eran oscuros. De la cavidad de los ojos sólo alcanzó a apreciar un reflejo rojizo. Su nariz (si es que la tenían) era muy achatada" y de su boca recordó que "era una comisura más grande de lo normal. Sus orejas eran grandes y sobresalían de la cabeza hacia los costados". Respecto al atuendo que vestían lo definió "de color gris oscuro, pero como si tuvieran escamas, porque yo veía el brillo en esas escamas" y uno de ellos "tenía una especie de medallón en el pecho, con lo que aparentaba ser una cadena".

A 15 CUADRAS

A las 19,30 horas, (15 minutos después), Sayago apareció a quince cuadras del lugar, en una zona por demás transitada. Nadie lo vio llegar hasta allí. El primer transeúnte que se le acercó, observó que permanecía sentado en el cordón de la vereda, mientras que el automóvil se hallaba cruzado sobre la avenida Belgrano, entorpeciendo la circulación. Alguien avisó a la policía y su familia, mientras que una ambulancia trasladó al hombre que parecía "perdido" hasta un sanatorio céntrico, donde le realizaron las primeras atenciones, haciendo especial hincapié en su estado nervioso.

En ese momento me avisaron a la redacción del Diario La Capital, donde me desempeñaba y de inmediato concurrí al Sanatorio y posteriormente reconstruí el trayecto de la experiencia de Fermín.

HERMETISMO

Los médicos se abstuvieron de hacer comentarios respecto a la situación vivida por Sayago, quien les relató pormenorizadamente el suceso. Hablar del tema en 1980 no era prohibitivo pero tampoco un profesional quería comprometer posturas. Al día siguiente, en medio de una profunda depresión nerviosa, Sayago fue dado de alta y se trasladó a su domicilio.

Allí tuve el primer contacto y escuché el relato de su experiencia. Las visitas se sucedieron a diario y Fermín me habló sobre "extraños sueños" que no le permitían descansar y a esta altura se convertían en pesadillas. Su salud decayó considerablemente y ya nada fue igual para él, a pesar del incondicional apoyo de su esposa Alicia y su pequeña hija Paola.

Al cabo de algunos meses la enfermedad renal afloró con toda su crudeza, lo que obligó a realizar un tratamiento de diálisis hasta el día de su muerte, el 22 de septiembre de 1982.

INVESTIGACIÓN DE CAMPO

Haciendo las primeras armas en la investigación de campo de un caso complicado, fue necesario recurrir a la experiencia de don Pedro Romaniuk, quien ofreció un importante soporte científico a la tarea con resultados sorprendentes, a través de una experiencia de hipnosis regresiva que por primera vez se realizó en la provincia.

Posteriormente llegó a la ciudad Fabio Zerpa, quien recorrió la zona y mantuvo un breve diálogo con Fermín Sayago y publicó el caso en su tradicional revista “Cuarta Dimensión”, con los detalles y la redacción de quien esto escribe.

Por sugerencia de uno de los médicos que lo atendió y que pidió reserva de su identidad, el caso continuó abierto y se reunió un importante aporte de testimonios de vecinos que permitió que el caso se convirtiera en un ícono de la ovnilogía regional, nacional e internacional, ya que desde distintos medios del mundo, solicitaron autorización para su publicación en base a la investigación de campo realizada.

OTROS HECHOS CONEXOS

Una serie de sucesos que se conocieron tiempo después, hablan sin dudas de que algo no convencional ocurrió ese día. En la actualidad, el lugar donde se produjo el episodio está super poblado. Los 40 años transcurridos nada tienen que ver con las fotografías de la época tomadas con un equipo fotográfico del Diario La Capital. Paradójicamente el auto de Fermín Sayago, permanece depositado a pocos metros donde ocurrió el hecho. Un coleccionista lo adquirió y lo está restaurando.

El testigo y el investigador. Fotos:
Diario La Capital

Ese mismo día de 1980, un conocido comerciante de la ciudad circulaba por la avenida circunvalación, en dirección contraria a la de Fermín y se sorprendió cuando sus hijos le advirtieron la presencia de una serie de luces a la distancia de las que les dijo “son del tren”. Para sorpresa de todos los ocupantes del auto, “el tren salió volando” suavemente con dirección al sur de la ciudad.

A la misma hora en que el auto de Sayago era “depositado” sobre la avenida Belgrano, casi intersección con Argentino Valle, a unas dos cuadras del lugar, sobre calle Plumerillo, ocurrió un hecho que llamó la atención del vecindario: un camión jaula que permanecía estacionado y con el motor parado, en una calle con una notable pendiente, se desplazó sin explicación y contra toda regla física “hacia arriba de la calle” y embistió el tapial de una vivienda.

Poce después, alrededor de las 21 horas, un empleado del Canal 3 que se dirigía en un Ford Falcon por avenida Luro hacia la emisora, sintió la extraña sensación “como si me fuera a reventar” mientras sobre el vehículo “caían chispas como si hubieran cables de electricidad”. El conductor detuvo la marcha, se repuso de la situación y continuó hacia su trabajo.

Alrededor de la medianoche de ese día 22 de abril de 1980, el trabajador de una radio que circulaba por la avenida Ameghino con dirección al SO de la ciudad, vivió una experiencia similar al conductor anterior cuando llegó al cruce de la avenida circunvalación.

 

OBJETIVIDAD

El paso del tiempo me ha dado la experiencia de realizar las investigaciones con paciencia y sin ningún apuro. Por eso, los sucesos detallados en el final, sorprenden seguramente a personajes que hablaN del tema sin ningún tipo de experiencia en la investigación de campo, que pretenden trascender con el trabajo de otros. Por eso con orgullo, puedo firmar esta crónica de investigación, con fotografías de la época, porque sólo hablo de los casos que he investigado personalmente, que al cabo de 45 años, suman más de 200 en la Ovnilogía Regional.

Quique Mario

CENTRO DE ESTUDIOS UFO