17.8.11

“Fabio Zerpa tiene razón…”


Medios de comunicación de todo el mundo abordaron al reconocido investigador argentino Fabio Zerpa, acerca de su opinión por la creación de un ente oficial acerca de la innegable realidad OVNI en nuestro país. Resulta sugestivo que no se haya convocado ni siquiera para conocer la opinión de un investigador reconocido a nivel internacional. Fabio Zerpa hizo hincapié en las novedades de Brasil, expuestas en el último congreso realizado en Santa Rosa, La Pampa a fines de marzo del presente año, lo que habla a las claras del excelente nivel del evento. A continuación, el texto del comunicado que emitió el propio Fabio Zerpa, a quien agradecemos la deferencia por haber participado a este sitio y a la revista PUENTE 2001.

Ante tanta requisitoria periodística sobre mi opinión sobre la recientemente formada Comisión de Estudio OVNI por la Fuerza Aérea Argentina y si yo formaba parte de ella o no, pienso que debo aclarar definitivamente mi criterio ante tal avalancha periodística grafica, radial, televisiva e internetiana, nacional e internacional, con reportajes en las cadenas internacionales, CNN, Univisión y Televisión Oficial Rusa.
El periodista José Montero del diario MUY, perteneciente al Grupo Clarín, me hizo preguntas concretas sobre el tema y le respondí de la manera que transcribo.
¿Cuál es su opinión sobre la decisión de la Fuerza Aérea de crear una comisión investigadora de Fenómenos Aeroespaciales?

Me parece muy buena, acorde a lo que esta sucediendo en el mundo entero con las desclasificaciones de documentos secretos gubernamentales de la presencia extraterrestre en el planeta.
Un gran ejemplo es nuestro vecino, Brasil, de gran apertura desde 1958 en su declaración oficial, y que sigue aun a la vanguardia de esa descalcificación, como lo demostrara el gran investigador brasileño Adhemar Gevaert en el reciente Congreso Internacional de la Pampa (Argentina)
Esperemos que los gobernantes argentinos estén acordes a estos tiempos.

¿Qué expectativas tiene sobre esa comisión?

De paciencia y espera. Porque viví en la década del 60, el intento de desclasificar archivos secretos, nombrando tanto en la marina de guerra, como en la fuerza aérea argentina, jefes de departamentos ovni. Pero, como siempre, pasados pocos años, funcionarios posteriores, borraron todo lo actuado, que fue inmenso, con una declaración oficial incluida.
Yo estuve personalmente trabajando con mis amigos , el capitán de fragata Omar Roque Pagani, que su vez era ingeniero civil, y el Brigadier Eduardo J. Palma pero ahora tengo paciencia y esperanza,. Afortunadamente, hoy son otros tiempos sociales y culturales para que yo tenga esta acción personal.

¿Alguna autoridad lo consultó en relación a esa comisión de la Fuerza Aérea?

No. Y no importa. No es relevante que Fabio Zerpa este en esa comisión. Lo fundamental es que tienen que estar investigadores realmente serios y debidamente documentados, en la disciplina de la ovnilogía junto a científicos con apertura mental, que funcionen con la realidad actual de esa disciplina que muchas veces no es tomada como tal.
Sin preconceptos ni prejuicios, desde los ángulos de ambas partes.
Yo estuve con las fuerzas militares de Brasil, México, España y Francia, ayudando en investigaciones concretas sobre la problemática, comprobando una inquietud auténtica por investigar algo, que forma parte ya de la cultura popular, no solo de nuestra contemporaneidad sino que tiene raigambres históricas muy importantes.
Lamentablemente, no noté esa apertura en las fuerzas militares Argentinas, que durante tantos años consulté.
Pero… siempre esta la esperanza al cambio, inexorable para nuestro presente.
Los nuevos tiempos han venido, me decía permanentemente, mi amigo y hermano espiritual, el gran profeta argentino, Benjamín Solari Parravicini.
Deseo que se den cuenta de ello, tanto ovnílogos como científicos, y se pongan al día, con la realidad cultural actual. Las dudas las tengo y muy profundas, debidamente asentadas en hechos en mis 52 años de investigador pero soy dueño de la esperanza y la paciencia, como me enseñaron las culturas aborígenes de nuestra América toda.