26.9.08

OVNIS Y EL VATICANO



SERES INTELIGENTES
El Vaticano defiende la existencia de vida extraterrestre
El astrónomo jefe de la Santa Sede brindó una reveladora entrevista. "Ellos son mis hermanos", dijo.

GRAN IMPACTO. Imagen captada por el telescopio Hubble, que muestra una colisión de galaxias. REUTERS

CIUDAD DEL VATICANO, Roma.- Dios posiblemente creó no sólo a Adán y Eva, sino también a los marcianos. Esta es la sorprendente tesis que acaba de proponer el astrónomo jefe del Vaticano, José Gabriel Funes, en una entrevista publicada en "L Osservatore Romano", el diario oficial de la Santa Sede. El sacerdote asegura que no existe un conflicto entre la fe cristiana y la posibilidad de que exista vida inteligente en otros planetas, que incluso podría ser más evolucionada que la humana.

"En mi opinión, la idea de vida en otros mundos existe", expresó el jesuita de 45 años que encabeza el Observatorio del Vaticano y que además es asesor científico del Papa Benedicto XVI. "¿Cómo podemos excluir la posibilidad de que la vida se haya desarrollado en otro lugar?", comentó al periódico en una nota titulada "Los extraterrestres son mis hermanos", y explicó que el gran número de galaxias hace posible pensar que la vida en otros planetas es una realidad.

"Tal como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios. Esto no se opone a nuestra fe porque no podemos poner límites a la libertad creativa del Señor. Podríamos hablar de un hermano extraterrestre" , señaló. De hecho, Funes -quien dirige los observatorios que están ubicados al sur de Roma y en Arizona- planteó la posibilidad de que la raza humana pudiese ser la oveja perdida del Universo.

"Podría haber otros seres que permanecen en total amistad con su creador", sostuvo Funes, de nacionalidad argentina, según las declaraciones que fueron reproducidas al castellano por el diario español "El Mundo".

El Observatorio del Vaticano es uno de los institutos astronómicos más antiguos del mundo. Ya a fines del siglo XVIII, tres observatorios respaldados por la Santa Sede estudiaban las estrellas desde Roma. Desde 1981, el principal lugar de observación es el instituto de investigación del Vaticano en Tucson, Arizona. (Especial)