Archivos
София©®
Gestión Especial de
Análisis 2.015/AR/107_LP
C.N. Olivera y M.I Opacek
Excesos e Inacciones en Luan
Toro – Ruta RP10
Testigo N/A - Regulación de
Confidencialidad E.G.Æ. ©®
Hechos Ocurridos en Fechas
Progresivas – La Pampa – AR.
Parte 1º
Advertencias
Segundo: consideramos que los aspectos involucrados, muchos
de los cuales se mencionan abiertamente en este documento, referidos a lo ocurrido
en Luan Toro y luego reflejados en infinidad de medios (con insistencia y
subjetividad) son peligrosos precursores
de violencia que deberían ser abordados con urgencia por las autoridades
respectivas.
Tercero: no pretendemos “enjuiciar” ni a los intervinientes
ni a las autoridades, pero sí queremos alertar sobre el
paralelismo que este asunto tiene con otros ocurridos en el nuestro y en otros
países, que con el tiempo han tenido desenlaces tan inesperados como desafortunados.
Notas Previas
El presente trabajo ha sido autorizado para su publicación -sin
fiscalización previa- por el titular de los Archivos
София©®, J.W. Sofía.
El marco de trabajo de este escrito está definido por las Reglas de
Redacción, Intercambio y Divulgación del Programa
Estadístico Global sobre Anomalías y Eventos (E.G.Æ. ©®).
Excepcionalmente se aplican para este escrito algunas limitaciones
previstas en tales regulaciones habida cuenta de su carácter temático y
contenido vinculante; por tal motivo todo contacto deberá ser destinado a
jwsofia@yahoo.com.
La mención del Testigo involucrado es condicionante, tanto por ser de
carácter No Autorizada (N/A) por el mismo, como por encuadrarse en el
articulado de Resguardo de Identidad antes mencionadas debido a la fragilidad de
las pruebas testimoniales y físicas aportadas y a la inferencia propia de la
condición del mismo, expuesta en el ciclo de sus declaraciones públicas.
Juridicidad
Por la razón mencionada más arriba también se omiten todos los datos e
información privada de que se dispone, limitando este escrito a los datos e
información hechos públicos por los actores individuales y grupales que han
tomado parte en este caso, algunos de los cuales consideramos que sobrepasan
los Principios Éticos del Periodismo (Verdad y Precisión, Equidad e
Imparcialidad, Independencia, Responsabilidad y Humanidad) así como algunas de
las regulaciones dispuestas en el Código Deontológico Periodístico, el Código
Civil, el Código Penal, algunas Previsiones Constitucionales e incluso las regulaciones
de fiscalización y ejecutivas de las Leyes Nacionales de Armas y Explosivos,
entre otras Normas Positivas existentes en Argentina como Estado Federal y en
La Pampa como Estado Provincial.
Aún así no se pretende convertir este escrito en un debate jurídico y
jurisprudencial, lo que competerá de seguro a las autoridades respectivas si
estás se interesaran en el asunto.
No olvidemos que basta un solo hecho (como el que se trata en este escrito) para
generar situaciones no deseadas en los campos de La Pampa (o de cualquier otro
lugar de Argentina) habida cuenta de los antecedentes existentes de la reacción
social frente a hechos inexplicables, confusiones y hasta montajes
escenográficos para divertimiento.
¿Cómo habrían de actuar propietarios rurales o cazadores al sentirse
amenazados por sucesos que no comprenden?, ¿y si del otro lado hubiera también
personas?. La realidad es que en el medio rural (y urbano) la gente esta armada
en un orden alarmante, y también es alarmante la falta del nivel de preparación
y responsabilidad de muchos de los poseedores de tales armas, sin contar claro
está del permanente estado de vigilia ante el incremento incesante de delitos
de toda índole.
Recuerde el lector, si el día de mañana de noche un niño mal iluminado
por la Luna caminando entre arbustos cae motivo del disparo de algún cazador en
La Pampa (o cualquier otro lugar de Argentina), no bastara la explicación “pensé que era un extraterrestre”; y las
responsabilidades se repartirán por igual entre el cazador (por acción de hacer) y los estamento
gubernamentales (por omitir hacer
oportunamente pudiendo hacerlo para la prevención teniendo el caso que en este
documento se trata como un antecedente formalizado ante la autoridad policial).
Introducción
Existen temas en particular que, con el tiempo y el desmanejo
reiterativo, pueden llegar a convertirse en caóticos puntos de inflexión en las
conductas comunitarias.
Uno de ellos tiene que ver con la amenaza o la terminación de la Vida
en situaciones donde la diferenciación de sujetos (víctimas) y entornos carece
de importancia pues la transcendencia del hecho mismo corrompe la suma de
valores e ideales de la mayoría de los miembros del conjunto social.
Este que aquí abordamos es tal vez uno de los más importantes dentro de
los involucrados en las Anomalías y Eventos y en cómo van evolucionando
nuestras percepciones integrales a medida que intentamos avanzar en el entendimiento
de aquellos misterios que nos rodean.
Nuestro Modelo Social
Cada sociedad ha creado su propio modelo, el mismo se autocorrige
constantemente pero en la generalidad conserva un perfil central sobre el que
van desarrollándose sus características.
El deseo subjetivo de toda buena persona es que ese modelo vaya
progresando en el tiempo, es decir: evolucionando, lo que es un sinónimo de
creación de un modelo positivo; lamentablemente esta no es la regla en nuestros
tiempos.
Argentina en las últimas décadas ha sufrido involuciones en ámbitos
sociales que afectan directamente la convivencia, asuntos tales como la
delincuencia cada vez más feroz, la corrupción administrativa, el avance del
tráfico de drogas y los constantes descensos de la ética y moral en el
comportamiento de los funcionarios públicos han convertido a nuestro país en un
campo de batalla en todo orden.
Bastan algunos ejemplos, la violencia de los niños en las escuelas, las
agresiones entre los conductores en las calles, la impotencia generalizada
frente al cohecho con fondos públicos y muchos otros no son “patrimonio”
exclusivo de las grandes ciudades; en provincias como La Pampa por ejemplo se
producen hechos como el vandalismo a los silos manga de granos y pasturas, algo
recurrente de no tan larga data.
Así el modelo social se va asentando conforme lo hacen nuestros logros
en un extremo y nuestras frustraciones en el otro, esto es individual (la
elección de hacer o no hacer, de actuar bien o actuar mal) y la suma de las
individualidades refleja el universo comunitario.
Un País Extenso
Uno de los factores clave en el “cómo” (en qué oportunidad) nos desenvolvemos
frente al otro tiene que ver con las concentraciones poblacionales; si bien en
las grandes urbes es alta la concentración de hechos negativos, en las áreas de
baja densidad prima la impunidad de los mismos.
Argentina, vista como un tablero de ajedrez distribuye su población
solo en una línea de posiciones de tablero con grandes, medianas y pequeñas
ciudades, mientras que el resto de las otras siete líneas de ese imaginario
tablero comprenden los espacios abiertos, campos, caseríos, desiertos y lagos
de nuestra extensa geografía.
Es tal vez, justamente por esta distribución poblacional que en
Argentina existe un enorme número de avistamientos y registros de Anomalías y
Eventos auténticos, y en la misma línea un enorme número expresiones fantasiosas
a ese respecto.
Recordemos que La Pampa, aún siendo una provincia mediterránea está más
cerca de la densidad poblacional de la región Patagónica, la cual en 2.010 era
de entre 0,0 y 4,0 habitantes por kilómetro cuadrado.
En la provincia de La Pampa colisionan estas dos posiciones respecto de
las Anomalías y Eventos, y al igual que en el resto de la Argentina como del
mundo cada caso es observado en detalle por otros que pueden intentar discernir
con alguna objetividad la calidad del suceso, pues a pesar de la soledad en la
que ocurren los hechos en el proceso de hacer públicos los datos del mismo
igualmente se hacen públicos (por añadidura) las certezas y ficciones que les
son propias.
De hecho las coordenadas geográficas interoceánicas en las cuales se
encuentra la provincia de La Pampa concentran un 9,7% de los avistamientos y
registros de Sudamérica (fuente: base de datos propias), se trata de miles de
casos de los cuales un 13% se han constatado como no reales (paysages, embustes y confusiones varias).
Así la relación entre regiones desoladas y la impunidad de las acciones
humanas tiene un larguísimo historial, con tres denominadores que les son comunes
al tema referido en este reporte: 1) la atemporalidad de la denuncia de los
hechos, 2) el uso de armas de fuego, y 3) la imposibilidad de contrastar y
validar los hechos dentro de los parámetros forenses adecuados.
Con el Dedo en el Gatillo
Quitar la vida se ha convertido, aún en este siglo XXI en el cual
algunos soñadores suponían hubiéramos estado en armonía con todos los seres
vivos y el cosmos (a no perder las esperanzas), en un acto mínimamente supervivencial y mayoritariamente concensual por acción u omisión.
En regiones aisladas muchas etnias originarias, como los Inuit en el
Círculo Ártico, los diferentes pueblos Bosquimanos en África y los numerosos
pueblos Aborígenes de Australia, aún conservan la tradición de la caza para
supervivencia bajo costumbres estrictas devenidas de miles de años entre las
cuales se incluyen el uso racional del recurso solo remitido a la necesidad y
la conservación del trasfondo cultural y religioso, que en el proceso incluye
rezos hacia las presas y divinidades.
En Argentina en particular las diferentes etnias conservan sus
tradiciones ancestrales que incluyen estos aspectos de forma explícita, aunque
lamentablemente nunca se ha concretado la resolución del Derecho a la Tierra
para éstas, por lo cual tales tradiciones están degradadas al consumo de
productos comerciales mayoritariamente y a una explotación paupérrima de sus
lotes.
A más de la caza comercial de especies superiores como las ballenas en
una engañosa justificación de investigación, o la eliminación de otras para
liberar tierras de cultivo y por simple efecto devastador de la deforestación,
entre otras causas; los procesos comerciales han ido con el tiempo especializándose
en la terminación de especies salvajes y de crianza, concluyendo con su vida de
formas tan brutales como las de aquellas que aún hoy son usadas en las peleterías.
Pero como decíamos, cada sociedad construye su modelo y es improbable
pensar en el acuerdo del resto de las sociedades del planeta. Mientras unas
consumen mascotas domésticas y otras demandan de miles de toneladas de carnes
rurales saturadas de químicos aplicados para un crecimiento acelerado de, por
ejemplo, los vacunos; al otro lado del mundo las mismas especies son sagradas.
El tema es cuando esta matanza, solapada por la ignorancia de los
miembros de las comunidades que no saben (y en la mayoría de los casos no
quieren saber) de "dónde" viene lo que llevan a su plato, pasa a
involucrar a la propia especie humana.
En los Estados Unidos las previsiones constituciones, la industria de
armas y la devoción de los medios de comunicación, empresas varias y la
industria cinematográfica con la violencia, han creado una estructura donde
cualquiera puede acceder al armamento más variado; por supuesto cada tanto escuchamos
los llantos reiterados casi por reloj de los asesinatos masivos en escuelas por
ejemplo; urbes grandes y pequeñas por igual son víctima de este consenso social
que justifica la compra y tenencia de armas en el fundamento de la autodefensa.
Pero no nos horroricemos demasiado de lo ajeno, Argentina en un tiempo
fue igual, después vinieron las dictaduras y luego las dudosas democracias que
seleccionaban a dedo y cohecho de por medio a quien autorizar la compra y
tenencia de un arma; lo que muchos no saben es que en nuestro país las campañas
de desarme voluntarias y compulsivas (pocas y muy separadas en el tiempo) no
han alcanzado para modificar el statu quo que muestra estadísticamente que en
Argentina existen más armas ilegales que registradas.
Y esto último tiene mucho que ver con el tema central de este reporte,
pues está comprobado que las armas bestializan
al Hombre y en la inmensa mayoría de los casos corrompen su esencia.
No olvidemos la vergonzosa victimización
de aquel moto chorro que arma en mano asaltó a un turista a la vista de todos,
para luego ser promocionado insistentemente por los medios masivos de
comunicación (en busca del tan mentado rating) en una madeja de hechos que
desnudaron una de las tantas mediocridades nacionales.
Como fuere, el dedo en el gatillo de cualquier sociedad discurre por
muchos caminos, pero todos esos caminos se cruzan en un punto: la fiscalización gubernamental (los tres Poderes
del estado), tanto de las armas como de quien las posee, y tanto de cómo son
usadas como dónde ello ocurre.
Algo es tristemente cierto, no existe en Argentina una base informativa
nacional e integral de datos privados y públicos que puedan servir para la
creación de modelos de emergencia, planes de respuesta rápida, metodologías
forenses avanzadas e incluso el mejoramiento de la legislación existente en
relación a las armas de fuego.
Y mucho más grave es que no existe la fiscalización física periódica,
previa y total sobre las armas de fuego en todo el territorio argentino, veamos
sino cómo se manejó todo lo relativo al arma que terminó con la vida del Fiscal
N.A. Nisman (2.015, Enero 18).
Y por supuesto, también como ejemplos, no olvidemos a principios de
Diciembre de 2.015 la detención de cazadores furtivos en la zona de General
Pico portando un arsenal en armas de fuego; más cerca en el tiempo la detención
de una menor de edad portando un arma de fuego en Santa Rosa; y finalmente en
Julio de 2.014 en la zona de Winifreda la detención (también) de cazadores
furtivos con un importante arsenal.
Y si estas “nimiedades” (desde lo comparativo) inquietan al lector,
piense que en los fueros internos de los ámbitos policiales y judiciales la
información que se maneja es de tal orden y gravedad que podrían inducir al
desmayo del común hombre de a pié, como referencia válida mencionamos las
detonaciones de la fábrica de armas de Río Tercero en 1.995, Noviembre 3, para tapar el tráfico de armas a Croacia y
Ecuador.
Asumiendo Roles
Como vemos existe un cercana conexión entre aspectos que parecieran
aislados entre sí, al observarlos panorámicamente cobran una clarísima
vinculación y permiten que podamos identificar las tendencias y valores
involucrados y al mismo tiempo nos permite identificarnos a nosotros mismos en
el lugar que elegimos asumir en esa realidad.
Así, para quienes son padres puede primar la urgente necesidad de
educar a sus hijos al respecto de estos asuntos y en especial sobre la
valoración de la Vida en todas sus formas; para otros será válido mirar hacia
sus lados y observar con cuidado aquellos riesgos devenidos del mal uso de
armas de fuego por parte de terceros; y para otros, entre tantos, esto podrá
significar esforzarse por cumplir sus responsabilidades (delegadas por los
miembros de la Sociedad) en el desempeño de sus tareas públicas diarias a
través de nuestro sistema de gobierno.
Hechos como el que aquí se tratan se constituyen en representativos de
un estado de cosas y hemos aprendido con el tiempo que estas ocurrencias
pertenecen (no por coincidencia) a un número reducido de variables de alerta
demostrativas de la necesidad de ponerse manos
a obra.
Por favor recuerde el lector la cantidad de discursos sobre la materia,
promesas y divulgaciones varias de procedimientos desde un confín al otro de
Argentina, y para los funcionarios públicos especializados por favor recuerden
la cantidad de reportes, informes de gestión, reuniones de planificación y
compromisos de asignación de medios y presupuestos para la prevención y acción;
ambos no olviden las lamentables pérdidas de familiares, amigos y camaradas
debido a las armas de fuego.
Abordaje Temático
Hemos querido abordar este tema desde lo extraterrestre como secundario
y desde lo humano como primario, en
la intención del análisis de cuáles son aquellos asuntos verdaderamente
trascendentes y que por tales no se ven contaminados con dimes y diretes
propios de los vaivenes de las inconductas, omisiones e inoportunidades de los
diferentes protagonistas involucrados.
Cierto es que en el proceso se pusieron en juego los derechos y
obligaciones de varias partes, y que ello generó un enrarecido ambiente en
varios sentidos; mientras tanto acciones y omisiones por igual jugaron un papel
desorientador para el observador externo, y comprometido para el interno.
Si hubiéramos de comparar estos hechos con otros, pondríamos el ejemplo
de las detonaciones en Monte Grande en 2.011, Septiembre 26, un caso tan
enrevesado que reúne algunos paralelismos críticos, como ser: primero la necesaria
participación (bajo normas de procedimiento) de los organismos del estado,
segundo la especulación sin pruebas físicas, y tercero la circunspección y luego
el silencio de los funcionarios públicos.
En la provincia de La Pampa el tema de las Anomalías y Eventos es tan
rico y variado que merece una segunda mirada y análisis sin caer en simplismos y
conjeturas, y poniendo este caso en
particular en un contexto verdaderamente objetivo y comparativo.
Pero en la balanza del abordaje temático pesa mucho más (primero) la
forma desordenada de la actitud de los intervinientes, y por defecto las
consecuencias y malestares causados para unos y otros en todo el devenir del
proceso seguido.
Notas Finales de la 1º Parte
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En la próxima entrega entraremos de lleno a analizar el caso.
C.N. Olivera y M.I. Opacek