Por Fabián Ignacio ROMANO
A un mes de haberse manifestado decenas de extrañas marcas en un campo de Jacinto Aráuz, el misterio sigue sin revelarse.
La publicación del hecho en varios medios de prensa, generó importante cruce de teorías sobre la posible y probable naturaleza causante. Varios profesionales colegiados se interesaron y emitieron opinión. Las teorías de comprobación apuntan a posibles causas naturales, sin que hasta el momento, exista conclusión.
Debido a las amplias repercusiones del caso, varias delegaciones del INTA y profesionales independientes entre otros, se hicieron eco de investigación. Los informes verbales disienten y apuntan causantes. Posiblemente el ataque de hongos, potenciados por la sequía que afecta la región, y/o una variedad de pulgón, serian generadores del caso presentado por extrañas marcas en campo natural.
La explicación oficial emitida NO CONVENCE a productores afectados y abre puertas a la polémica. Algunos factores parecen ser categóricos, pero el real causante, sigue siendo enigma de investigación. La aparición de nuevas marcas con dimensiones similares en campos distantes y otros factores influyentes, inclinan la balanza hacia la actividad de Objetos Voladores No Identificados.
La teoría de difícil comprobación basa su razón principal en el seguimiento del caso y en la presentación de pruebas fehacientes. A un mes de los hechos las marcas tienen características distintas a las observadas durante las primeras horas. Algunos círculos muestran follaje en proceso de recuperación, mientas que el no afectado, está prácticamente seco. La curiosidad se muestra únicamente en el lote y es exactamente un proceso inverso que causa conflictos de pensamiento.
Las decenas de marcas aún son notables y las destaca el prominente y ralo verde. El afloramiento de algunas especies naturales como la flor amarilla, antes seca por el fenómeno, ahora reverdece en partes. Algunos círculos permanecen pelados, y en otros, el alfilerillo junto a las margaritas azules han ganado terreno. Curiosamente todas las formaciones no se han extendido y se encuentran enmarcados por un original anillo. El pasto que estaba deshidratado yace marrón y está muerto. No existen signos de nuevo crecimiento. Las plantas secas se desintegran al tomarlas, mientras que las raíces, se mantienen elásticas sin recuperación.
Ingenieros agrónomos y otros profesionales actuantes extrajeron variadas muestras de suelo y flora para ser analizadas, y si bien emitieron opinión verbal, en el lugar sus teorías no han sido comprobadas. Hasta el momento, la única variante natural conocida es la escasa humedad del suelo por falta de lluvias y el sugerente comportamiento inverso de la flora.
Los cambios en las alteraciones no son para despreciar y habrá que continuar investigando causas. Las curiosidades notadas forman parte de un proceso rápido, causado aparentemente por actuación de agentes exógenos y naturaleza desconocida.
Cientos de preguntas sin respuesta aparente son planteadas desde distintos ámbitos, y sin embargo los organismos oficiales, parecen haberlo olvidado.
El anecdótico caso ocurrido en la propiedad de Forestier destaca características inusuales, y el compromiso que asumimos como grupo de investigaciones UFO, fue priorizar la captación de datos. La falta de emisión de documentos oficiales y el particular seguimiento que emprendimos desde el principio, destaca actuaciones. La verdadera importancia del fenómeno anómalo constituye un enigma de investigación.
La investigación de campo emprendida con visitas al terreno, vuelos de observación y recopilación de datos, me permiten opinar y aportar puntos de vista que disienten de las explicaciones oficiales.
Intentar explicar el fenómeno desde la investigación OVNI resulta difícil, pero sin embargo, indicios y sospechas de actividad no reconocida pueden resultar factores de importancia. ¿Que las hizo y como las hizo? es el gran interrogante enmarcado en limites conocidos. Si se tratase de afecciones naturales, ¿Como es que estas no trascienden límites de alambrado? ¿Existe diferenciación en las características del suelo para que ello no ocurra? El fenómeno natural, ¿Podría manifestarse de un día para otro como se destaca? ¿La manifestación radicular es común, marcada y de dimensiones estandarizadas? Habiendo investigado el o los casos presentados, si es que se tiene explicación científica lógica ¿Por qué el INTA no emite comunicado oficial?
En la búsqueda de posibles respuestas, estos interrogantes parciales son solo algunos planteos racionales que se asocian para ir descartando teorías expuestas. La inmediatez de las revelaciones y el desconcierto generado acosan pensamientos, pero sin embargo, nuevos hechos y características hacen hincapié en teorías de investigación por actividad OVNI.
La aparición de tres nuevas marcas en un campo vecino al de Forestier es novedad, y coincidentemente, relatos de testigos indican sugerente actividad lumínica nocturna. El tema amerita seguimiento, y nuevas visitas, aportan datos.
El caso de Jacinto Aráuz difiere en características de otros detectados en el mundo, llamados “agrogramas en cultivos”. Las figuras se han conocido desde la antigüedad y se intenta descifrar posibles lenguajes de comunicación de civilizaciones desconocidas, en directa relación con manifestaciones OVNI. En apariencia, las marcas del lote visitado han sido distribuidas al azar, y para el razonamiento humano aplicado a la investigación, es complejo encontrar posibles lógicas. Cabe destacar que al igual que en muchos casos, la manifestación se produjo de un día para otro. No se hallaron improntas de apoyo que den indicios de descenso, la afección no trasciende límites de alambrado y como novedad adjunta, se indican comportamientos extraños de animales.
Lo apuntado resume características del misterio, y al deslizar posibles causantes, se deberían presentar pruebas que resulten convincentes. El manto de dudas sigue siendo amplio, y no es descabellado relacionar los hechos con posible actividad OVNI.
Conseguir pruebas suficientes de ello es difícil pero no imposible, y aunque en este caso es prematuro afirmar que se trate de fenomenología asociada, los registros fotográficos que obtuvimos insinúan probables causantes.
A todas las consideraciones anteriormente expuestas, es válido sumar fotografías que demuestren los dichos. Durante nuestra última visita hicimos cientos de tomas fotográficas digitales a modo de registro, y en una de las secuencias, captamos la evolución de un objeto extraño.
Acompañados por dos moradores del lugar dedicamos tiempo a la exploración del lote afectado. Luego que cada uno de nosotros hiciese un registro fotográfico independiente de las marcas en detalle, decidimos hacer disparos en ráfagas. La técnica graba varios cuadros por segundo, y de existir actividad OVNI, esta podría verse reflejada. Durante las observaciones visuales en el lugar no advertimos anomalías aéreas, y mediante el empleo de los equipos, las presunciones de fenomenología asociada, pudieron ser comprobadas.
Basados en las posibilidades técnicas que nos brindan las dos cámaras digitales Nikon D-60 y D-80, decidimos ajustar iguales parámetros de fotografía.
Distancia focal 35,0 mm, Diafragma F8, Velocidad de obturación 1/320, Sensibilidad ISO: 100 y formato de grabación JEPG, entre otros.
De esta manera, procedimos a realizar disparos en ráfagas simultáneas en varias direcciones. Horas más tarde, al observar los resultados obtenidos en la computadora pudimos comprobar que existió movimiento, ya que en la ocasión en ambas secuencias, aparece un extraño objeto que despega y se aleja a velocidad constante.
Lo que a simple vista no fue observado pudo ser captado en las imágenes digitales de ambos equipos, por lo que el desafío planteado arrojo resultados positivos.
En las secuencias fotográficas claramente puede observarse un cuerpo extraño que despega del campo, y de inmediato a baja altura, se desplaza hasta perderse. A juzgar por el espacio recorrido, el movimiento del OVNI se produce a velocidad constante, y en poco menos de dos segundos, desaparece. Cuatro de las once fotos que comprenden la toma son evidencia. En la secuencia de ambas cámaras los seis primeros cuadros aparecen limpios, en las cuatro siguientes un objeto muestra su evolución y en la última, ya no se aprecia. Evidentemente lo que aparece de manera espontánea, despega de la superficie del campo y luego se aleja.
Situados en el lote afectado fijamos la posición, y mediante el empleo de programas como Google Earth, se pueden dar certezas de distancias.
La distancia focal utilizada comprende un ángulo de visión de 45°. En el centro de la fotografía se observan dos árboles situados a 400 metros de distancia en dirección al este (90°) y la toma de secuencias abarca aproximadamente desde los 67° hasta 112°.
El monte de eucaliptos situado a la izquierda en el radial 70°, dista 800 metros, mientras que el de la derecha, en el radial 100°, está a 1500 metros.
Haber fijado referencias claras y poder hacer una triangulación precisa, brinda la posibilidad de poder establecer distancias mínimas y máximas del objeto en proximidad, como así también, tamaño aparente y velocidad de desplazamiento.
Para este caso en particular, se afirma que el objeto despega del lugar y se aleja, dado que en las secuencias a quedado claramente reflejado. A baja altura aparece en cuadro y en un segundo recorre distancia estimada en 1500 metros hasta desaparecer. La trayectoria que traza hacia la derecha se estima rumbo 95° (Este-Sur-Este).
Hacia la izquierda de imagen, el objeto que aparece se haya a 70 metros de los árboles centrales a casi 5 metros de altura. Referencias que surgen en comparación de las medidas Standard de alambrado, dado que los claros son equidistantes. Cada poste se coloca a 10 metros de distancia y a 1.20 metros de altura sobre nivel de suelo. Los alambres de línea se separan con varillas distanciadas a 2 metros.
La estima de distancia a la que se encuentra el objeto en la primera foto es de entre 400 a 500 metros desde el punto de captación, y el tamaño aparente, puede establecerse en base a medidas comparativas que indican 1.5 a 2 metros de longitud.
Para determinar la velocidad de desplazamiento nos basamos en espacio y tiempo. Los cuatro cuadros fueron tomados en un segundo y se estima que el objeto recorrió una distancia aproximada de 1500 metros, por lo tanto el movimiento emprendido alcanza una velocidad de 5400 km/hora.
Asociar tal afirmación resulta difícil, pero los datos técnicos y cálculos matemáticos así lo indican.
La clasificación de este objeto es no identificada y la comprobación práctica de la aparición en escena nos satisface. De esta manera desestimamos teorías de posible error en la formación de imágenes y/o suciedad en lentes o sensor, ya que en ambos casos, la secuencia demuestra igual evolución.
En comparación existe diferencia horaria de las tomas por error de ajuste, pero ambas, fueron utilizadas al mismo tiempo. Cámara Nikon D-80 con lente 18-135 mm operada por Diego Auad y Nikon D-60 con lente 18-55 mm por Fabián Romano.
La curiosidad de ver ambas producciones y comprobar que este no fue un hecho aislado, significa descartar de plano posibles errores de interpretación por problemas técnicos. El detalle logrado es convincente para la investigación, y si bien no podemos afirmar que estos objetos sean los causantes de las anomalías, las imágenes muestran la evolución de un cuerpo extraño que necesariamente debe tenerse muy en cuenta.
La investigación OVNI, en gran parte se basa en la teoría de invisibilidad de los objetos, pero, no resulta fácil de comprobar. La presunta actividad solo es innegable ante una evidencia convincente, y la clave, podría hallarse en las fotografías. La innumerable cantidad de imágenes son prueba de ello, y esta, no es la excepción.
El fenómeno que visualmente no se observó quedó registrado en imágenes, con lo que una vez más se puede afirmar la presencia del mismo.
En evidencia queda expuesto que en nuestro espacio aéreo circulan cuerpos extraños que pocas veces son visibles al ojo humano, y la actividad no reconocida, se corresponde con el estudio de fenomenología OVNI. La procedencia del fenómeno es incierta pero queda demostrado que existen fines de exploración, y en este caso, podrían ser causantes de las anomalías.
Nuestra lógica de pensamiento hace cuestionar que si un cuerpo se desplaza a tal velocidad y fuese tecnología conocida, al menos debió romper la barrera del sonido, para en cuyo caso, el sentido auditivo pudo haberlo advertido.
¿Existió actividad OVNI? El enigma continúa, pero sin lugar a dudas las pruebas obtenidas pueden ser clave alternativa para la investigación de la curiosa manifestación.