16.8.14

EL MISTERIO DE LA RUTA 10 (3)


Continuando con la ambientación de las historias de la misteriosa Ruta 10, rescato otro impactante relato, esta vez ilustrado con un dibujo que responde a la descripción del testigo. Vale la pena rescatar estos archivos del Centro de Estudios UFO, porque sin dudas muestran una realidad insoslayable de una región considerada “caliente” por los investigadores, que nos plantea un sinnúmero de preguntas sobre las que trabajamos para poder entender un fenómeno que “está ahí”.


“Nunca vi un animal así. Lo miré durante 15 minutos con la mira telescópica y al final me decidí y le disparé”, aseguró el testigo que vivió una extraña experiencia en medio del misterioso monte de La Pampa.
El hecho sucedió a mediados de septiembre de 2008, cuando el testigo _del que por expreso pedido reservamos la identidad_ se instaló en un cómodo apostadero a la espera de “un chancho jabalí o un ciervo”. La noche estaba clara alumbrada por una luna espectacular que por momentos da la sensación que tiende un manto celeste sobre el monte. “Fui a eso de las 10 de la noche y el “bicho” apareció cerca de la media noche”.
El testigo afirmó “no lo escuché llegar, me dio la sensación que venía flotanto… y se detuvo en la aguada”.
Aseguró que “no tomó agua en ningún momento” y que sólo permanecía mirando atentamente hacia la vivienda. Advirtió que el caballo “nochero” relinchaba nervioso en las inmediaciones como anunciando la presencia de algo extraño, mientras a la distancia se escuchaban los ladridos insistentes de los perros de la estancia.
“Siempre lo vi de perfil”, aseguró el testigo que describió al ser de la siguiente manera: se mantenía erguido sobre sus cuatro patas y el cogote era de color blanco. No hay ningún animal así por la zona, pero lo mas extraño fue que tenía prominencias en la cabeza, me daba la sensación que eran orejas del mismo color del cogote. El resto del cuerpo era oscuro. Lo miré con la mira telescópica y la cara parecía la de un “chivato”.
Al cabo de 15 minutos de observación, se decidió a tirar y cuando lo hizo, escuchó un extraño bramido y chillidos. 
A esta altura cabe destacar que el arma con que disparó el testigo es un fusil calibre 30.06 de alto poder y le apuntó como todos los cazadores “a la paleta”. Aseguró que el ser dio un brinco y avanzó unos metros para luego salir a los saltos “como un canguro” y lo perdió de vista detrás de un grueso caldén. Descendió del apostadero y se acercó al árbol con cierta desconfianza pero no lo vio, por lo que decidió volver a la vivienda donde se acostó hasta el otro día, en que comentó el episodio al encargado.
Una rápida recorrida por la mañana sólo dio con una única pista: un pequeño montículo de sangre coagulada, pero no más rastros.
Otros cazadores expresaron que con semejante disparo, un ciervo puedo caminar o correr 200 o 300 metros a lo sumo. Una batida por los montes de los alrededores no arrojó resultados por lo que el episodio quedó sumido en un hondo misterio y en la esperanza de hallar al extraño ser durante algunas de las recorridas posteriores, cosa que con el paso de los años, no han arrojado resultados.
En este mismo lugar, al día siguiente, un cazador observó la presencia de dos extraños seres con “ojos rojos” que se acercaron al apostadero y emitían un extraño sonido que comparó al gemido de un perro. Pero definitivamente lo que más lo alteró fue sus grandes “ojos rojos”.
Sin dudas el oeste pampeano representa un gran misterio no sólo para los investigadores que tenemos la posibilidad de recorrerlo, sino también para los lugareños que por lo bajo rescatan historias increíbles sobre la presencia de extraños seres, naves que surcan el cielo sin el mínimo sonido en forma solitaria o en numerosas escuadras y la aparición de inexplicables huellas de distintas dimensiones en los lugares que se supone se detienen “los platos voladores”.

EL MISTERIO DE LA RUTA 10 (2)

Para ambientar a los visitantes del blog, rescato una crónica editada en el año 2008, durante una recorrida por varios sectores de la mítica y misteriosa ruta, donde en las últimas semanas se han registrado innumerables casos de presencia de OVNI y desplazamientos de extrañas criaturas, que en la mayoría de los casos han generado temor en los cazadores que concurren a la región.
En las próximas horas subiré información con el detalle de la experiencia vivida por un cazador con el dibujo de una de las extrañas huellas encontradas en los alrededores. Mientras tanto, los visitantes pueden ambientarse con una crónica de 2008, aunque la ruta 10 tiene una significativa cantidad de relatos de "platos voladores" y seres desde hace mas de 50 años.

Material editado en 2008
A los extraños episodios que se desarrollaron en el mes de septiembre en la zona rural del oeste de La Pampa, le sumamos una serie de relatos que cautivaron nuestra atención.
Llegamos una tarde calurosa de fines de octubre y nos detuvimos en una estación de servicios. Nos refrescamos y a la espera de un mejor horario para comenzar nuestras entrevistas, aprovechamos la ocasión para conversar con un grupo de jóvenes que dejaban correr las horas mirando tv.
Cuando les dijimos que éramos investigadores del Centro de Estudios UFO, expresaron su interés en el tema y comenzaron los relatos de vivencias propias y las más impactantes de varios vecinos de la región.
Así nos enteramos que el 19 de octubre, dos jóvenes que caminaban cazando de noche por el campo en procura de alguna presa, en el campo propiedad del padre de uno de ellos, observaron una gran luminosidad en el monte. “Debe ser furtivos” se dijeron por lo bajo y coincidieron en acercarse sigilosamente.
Su sorpresa fue mayúscula cuando advirtieron que la fuente de luz era mucho más grande de lo que suponían. Pero además advirtieron un movimiento en sus alrededores. Aterrados, comenzaron a volver hacia la casa e intentaron comunicarse con el propietario del establecimiento que permanecía en el pueblo pero los celulares no funcionaban. Al llegar a la casa decidieron volver al pueblo e informaron a la familia y estos advirtieron el estado de nerviosismo de los jóvenes que entrecortadamente relataron la experiencia. Al día siguiente retornaron al lugar pero no hallaron nada anormal.

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El segundo episodio extraño tuvo como protagonista a un profesor de los jóvenes interlocutores, quien expresó que “hace casi un año”, regresaba de dar clases en una población vecina. “Siempre voy atento al paisaje porque me gusta cazar y si veo un “bicho” no es extraño que intente obtenerlo”.
El testigo relató que circulaba en su camioneta alrededor de las 15,30 cuando advirtió que entre los caldenes de un campo a la derecha de la ruta 10, se desplazaba una extraña figura “como si intentara esconderse”. Detuvo la marcha del vehículo y descendió con su cámara fotográfica digital con la vista atenta al último árbol en que había visto la figura. En unos instantes nada más, su sorpresa fue mayúscula porque observó “un hombrecito chiquito, de no más de 60 cm de altura que se desplazaba hacia otro caldén”.
Atónito el testigo afirmó que observó cómo el extraño ser se internó poco después en el monte “con movimientos lentos, no corría”. Subió a su vehículo y regresó a su casa donde observó la fotografía que compartió con familiares, amigos y alumnos de los establecimientos. Lamentablemente a mediados de 2008, el disco rígido de la PC en que tenía almacenada la foto sufrió un desperfecto y hoy dependemos de la posibilidad que se pueda recuperar.

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Otro evento extraño tuvo como protagonista a una profesora de un instituto secundario del oeste de La Pampa, a su familia y varios vecinos que observaron al atardecer el desplazamiento de “una esfera” de color azulado que volaba a baja altura. La mujer filmó su recorrido con un teléfono celular y asegura que dentro de la esfera se observó un extraño ser. La filmación fue enviada a un establecimiento de la ciudad de Santa Rosa para su análisis y estamos a la espera de ese resultado para la posterior publicación en este sitio.