CASO PLATNER
Un clásico de los años 80
Julio Platner
era un tímido dependiente de una casa de venta de semillas, forrajes e
implementos agrícolas de la localidad de Winifreda, provincia de La Pampa. Nunca imaginó
que los sucesos del atardecer del 9 de agosto de 1983, cambiarían su vida de
manera tal que pasó a ocupar la primera plana de los medios de comunicación
nacional e internacional. Su nombre se popularizó en toda la provincia y más
allá del tratamiento sensacionalista que le dieron algunos medios a su caso,
toda una población defendió al protagonista, porque nadie dudó en ningún
momento del relato de su experiencia y de su hombría de bien. A esta altura del
tiempo transcurrido y con los informes en serie realizados, el Centro de
Estudios UFO está en condiciones de afirmar y confirmar que el caso Platner fue
real, más allá del análisis que otros investigadores pudieran haber
realizado del caso. La afirmación se basa en las pruebas obtenidas en el
estudio de campo realizado por un grupo de investigadores que consideran que...
el caso aún no está cerrado...
El suceso se inició en un establecimiento rural 12 km al norte de la
localidad de Winifreda, donde Julio había llegado a revisar semillas para la
compra de la empresa para la que trabajaba. Demás está decir que es
conocedor de la zona en todos sus detalles geográficos, por lo que su relato
resulta asombrosos al final de la experiencia que vivió.
Eran aproximadamente las 19,15 cuando Julio se aprestó a retirarse del
establecimiento del señor Fisher, cuando ambos advirtieron que los animales
"estaban muy nerviosos", detalle que no es normal. Cuando Julio llegó
a la tranquera del campo para acceder a la ruta nacional 35, "escuché un
potente zumbido y una luz se me vino encima". "Pensé que era un
camión térmico que habría tenido problemas en la dirección y que me
atropellaría -aseguró Julio- pero no recuerdo más nada".
Cuando recobró el conocimiento e
El 9 de agosto, llegó hasta el establecimiento de Antonio
Fischer, situado a 12 km .
al N del pueblo, sobre la Ruta
35 que une E. Castex con Winifreda.
Caso Platner: ocurrido en agosto de 1983. Julio Platner tenía entonces 31 años y se dirigió a un campo a verificar una semillas que compraría la empresa en la que él trabajaba. El campo estaba a unos
Al salir del mismo, siendo las 19:30, bajó de la camioneta Fiat
para abrir la tranquera. En ese momento, percibió una fuerte luz que lo
encegueció por completo, lo que lo llevó a cubrirse la cara con las manos en un
reflejo instintivo de defensa. Acompañado a esta vivencia sintió un extraño
silbido, como de una turbina. Platner, en ningún momento ve objeto alguno, ni
nada que se le parezca, la constante lumínica al igual que en otros casos
también la encontramos en este evento, el testigo solo ve luz, nada más, si
bien algunos y eso fue perfectamente notable en las publicaciones periodísticas
que daban cuenta del suceso, hablaban de naves, ovnis o platos voladores,
Platner, volvemos a remarcarlo no ve objeto alguno, solamente es testigo de la
luz.
"Cuando me bajé a abrir la tranquera es como si alguien me
hubiese puesto un reflector en la cara, como de una soldadura autógena,
eléctrica que despide muchos rayos y a una cierta distancia hay que cubrirse la
vista, yo simplemente vi eso, después de allí no recuerdo más nada".
Seguidamente apareció dentro de una habitación la cual le
resultaba un "quirófano". Las paredes no eran lisas ni
parejas, parecían como tapizadas, observando un color parecido al beige claro.
Diferenció unas estructuras porque resaltaban del tapizado, parecidas a una
vitrina, de tonalidad semejante a la de las paredes, aunque daba la impresión
de ser más clara, pero sin brillar.
Era opaca como el resto de la habitación. Sin embargo, estaba
iluminada por una luz blanca, muy clara, natural, no dañaba la vista y,
fundamental por la relación con decenas de casos, no se distinguía la fuente de
dónde provenía. Tampoco producía sombras.
"Era una habitación... era algo como esférico que estaba
cubierto digamos como si estuviera tapizado, lo que yo nunca vi, estaba tan
claro como si fuese de día, no pude distinguir de donde provenía la luz, porque
allí no había nada, un foco, una luz, una fuente. Estaba claro, muy claro; con
una tranquilidad terrible, era algo como para quedarse toda la vida".
Desde el momento en que se encuentra en el "quirófano",
está sentado en un sillón como si fuese de odontólogo, aparentemente del mismo,
material componente de las paredes o del tapizado.
Tuvo la impresión de que dicho sillón estaba suspendido en el
aire, sin sostén alguno y sentíase muy cómodo.
A su alrededor notó la presencia de cuatro seres, tres hombres y
un mujer, cuya estatura oscilaba en 1,67 m . (toma como referencia a un íntimo
amigo), de conformación antropomorfa, de cuerpos atléticos. No pudo apreciar si
vestían un enterizo muy ajustado al cuerpo o si se trataba de la piel de los
seres, de color semejante al de la habitación. Distinguió labios no sabiendo si
eran parte del rostro o del enterizo. Diferenció claramente una especie de
botas.
Sus ojos (el detalle que más le impresionó juntamente a la
sensación de gran tranquilidad que inspiraban) eran saltones, opacos, grandes y
sobresalían del rostro.
Se miraban entre ellos fijamente, sin párpados. Tenían un
pequeño relieve observado de perfil. Sus orejas estaban bien pegadas al cráneo
o sobre el material. Las manos tenían cinco dedos. La mujer se diferenciaba por
tener las mismas características físicas de una humana; daba la impresión de
ser más delgada que los hombres.
Ninguno tenía pelo. Frente suyo se situaban uno de los hombres,
el más alejado de todos, y la mujer; en tanto que los otros dos, estaban a sus
costados, uno a la derecha y otro a su izquierda.
Quiso hablar pero no pudo emitir sonido alguno, pero
automáticamente siente una respuesta sin escuchar voces. Percibió la misma como
un pensamiento en forma de palabras.
El mismo le indicaba que se quedara tranquilo, que casos como el
suyo había miles, que si quería podía contarlo, algunos le iban a creer y otros
no. Le transmitían una sensación de total tranquilidad.
La mujer se acercó a él, dando la sensación de deslizarse,
colocándole la mano derecha sobre su izquierda. Mientras el ser parado a su
derecha hace lo mismo pero sobre su hombro diestro.
Repentinamente, apareció en las manos del ser de la izquierda,
una especie de tubo, compuesto por una mitad rígida y la restante flexible,
transparente, de unos 20 cm .
y del mismo color de la habitación.
El percipiente no puede apreciar si lo tenía desde el primer
momento o lo extrajo de las vitrinas.
Luego le colocaron el tubo o la parte rígida en la muñeca de la
mano izquierda, no sintiendo dolor o roce alguno. Esta sensación la tuvo
siempre, él nota el contacto pero no lo siente (entiéndase la explicación para
las manos de la mujer y del ser de la derecha), es decir ve que lo tocan pero
no siente presión alguna.
Después, con la parte flexible (la más fina del tubo) buscan la
flexura del codo y ve como la sangre asciende por el mismo hasta la parte
rígida. Subía sin ningún tipo de presión, al contrario de las extracciones
comunes.
Intento tocar al ser de la derecha (el que tenia una de sus
manos sobre el hombro) pero chocó contra algo invisible, lo mismo le acontece
cuando quiere incorporarse. En esta instancia es su frente lo que vuelve a
tocar algo. Sin embargo, los seres evolucionan normalmente (El caso del 6 de septiembre
de 1978, en Venado Tuerto, el niño Juan 0. Pérez, trata de tocar a los seres y
a los elementos de la supuesta nave, pero nota la presencia de una pared
invisible, pero que los seres la atraviesan sin el menor problema).
"El que estaba a mi derecha tenía una de las manos sobre mi
hombro, yo veía que la mano estaba apoyada pero no sentía ninguna presión.
Quise tocarlo y me encontré como si estuviera rodeado por un envase de vidrio,
como un cristal invisible. Además en un determinado momento me quise incorporar
y choqué mi frente contra algo, contra ese especie de vidrio".
Después de la extracción, por propios medios o por una orden, se
incorpora sin tener inconvenientes, le llamó la atención que estando tan cerca
suyo, no llevara por delante a alguno de los seres, pero la realidad fue que ya
no tenía a nadie a su alrededor. Se siente parado sobre algo no firme, dándole
la impresión que flotaba. Durante todo el suceso (Platner estima que toda su
experiencia duró aproximadamente entre 30 y 35 minutos de los que él tan solo
recuerda unos 7 u 8), se dio cuenta que no tenía el reloj, ni el pulóver, ni la
campera y no recuerda si llevaba el anillo. Su camisa estaba arremangada.
Previamente tenía todo.
Cuando quiere caminar, se encuentra, simultáneamente dentro de
su camioneta, con las manos sobre el volante. Sorprendido comenzó a mirar para
todos lados. La primera intención fue poner el motor en marcha y dio la vuelta
instantáneamente. Al encender las luces distinguió donde se encontraba: a 19 km . de la tranquera del
establecimiento del Sr. Fischer, e1 lugar de inicio de la extraña experiencia.
Estaba en la Ruta
de tierra Nº 11, que une la ruta N° 35 con Villa Mirasol.
La camioneta estaba ubicada de oeste a este.
Cuando llegó a la intersección de las rutas, con mucha
tranquilidad, recordando todo lo sucedido, pensó que la tranquera había quedado
abierta y que el Sr. Fischer le había recomendado cerrarla por los animales del
establecimiento.
Cuando llega, efectivamente, la tranquera estaba abierta, y
antes de seguir viaje, aprovechó para mirarse el brazo izquierdo.
No tenía ningún tipo de moretón, ni gota de sangre, pero veía
una especie de cascarilla en la flexura del codo. Se alejó pensando si todo
había sido realidad o tal vez producto de un sueño o delirio.
A las 20:25 aproximadamente llegó al lugar donde trabaja y no
contó nada, se encontraba muy tranquilo. Pero al llegar a la casa y ver a sus
hijos se desespera, pensando en ellos sin su persona. Allí cuenta todo.
Esa noche le fue imposible dormir pues recordaba todo lo
sucedido y sentía el ardor en las marcas.
Al otro día comprueba las huellas de la camioneta sobre la ruta
Nº 11 y en la tranquera, debido a que la camioneta tiene tres ruedas anchas con
dibujo y la restante fina y lisa; lo cuál hace inconfundibles las huellas,
estas demostraron el trayecto interrumpido de la misma, que se corta a 1,5 m . de la tranquera; como también
el viraje en la ruta Nº 11, el camino de tierra donde apareció y
fundamentalmente el desvío en la ruta 35 cuando regresa a cerrar la tranquera
de Fischer que está sobre esa ruta.
El día previo al 30 aniversario de este evento, Julio fue
entrevistado por el programa “PUENTE
2001… el otro lado de lo insólito” y revivió la experiencia para la basta
audiencia regional y de todo el mundo a través de la cadena Edenex que desde
Madrid retransmite la producción en directo.