(by Quique Mario – CENTRO DE ESTUDIOS UFO)
Este tema
despertó el interés de mucha gente. En particular de algunos grupos del
exterior uno de los cuáles y con intereses oficiales intentó el hackeo de este
blog, sumado a algunas “advertencias” por posibles derivaciones geopolíticas.
Lo importante es que se instaló un tema a debatir del que seguramente se
desprenderán interesantes conjeturas y eventualmente hipótesis a tener en
cuenta en el estudio de algo que sin dudas producirá un cambio radical en el
campo de la investigación metódica y seria.
En ese
marco, vale destacar el aliento de científicos, nacionales y extranjeros;
grupos de investigación del exterior que bregan por la verdad en esta incesante
búsqueda, que fijaron postura e hicieron llegar su reconocimiento.
A esta
altura de los acontecimientos, estimo que está totalmente descartada la
posibilidad que protagonista del incidente haya sido un submarino por las
dimensiones expresadas por los protagonistas que estimaron que se trataba de
“algo gigantesco” de por lo menos 600 metros de diámetro, sobre todo si tenemos
en cuenta que el submarino más grande del mundo es el ruso “Bergorod” con 184
metros de largo y le sigue el norteamericano “Ohio” con 170 metros. Ambos, así
como todos los demás submarinos menores tienen alguna clase de torretas que van
por sobre el casco y que en el caso de acercarse al nivel de superficie, tanto
como para tocar la hélice y timón del pesquero, se dejaría ver en algún lugar
alrededor del barco.
Lo que sí
descarto es que el incidente tuvo como objetivo hundir el barco pesquero argentino,
que regresó a un puerto nacional prácticamente “escoltado” por el misterioso
objeto. En tal caso y dejando volar la imaginación, se podría interpretar que
se trató de “un accidente imprevisto” en sus maniobras.
Este, no es
un caso más y sienta un precedente que sí se debe estar debatiendo en ámbitos
geopolíticos, sobre todo, si revisamos los antecedentes de episodios similares
que no se han difundido oficialmente y del que contamos con certeros informes.
Todos producidos en ámbito submarino y que han involucrado buques de distintas banderas.
Eso deja
la puerta abierta para continuar con la investigación y la proyección de un
viaje a la zona austral a principios del próximo año. La complejidad del tema,
sobre el que está puesta la lupa de las principales potencias, conscientes de estar
ante algo desconocido que no responde a la tecnología convencional, significa
que intentan saber algo más, pero en riguroso secreto. ¿Cuál es el fin de esa
actitud? Inexplicable, porque sin dudas, en forma inexorable estamos cerca de
conocer una realidad que se oculta al resto de la sociedad.