Como expresé la semana pasada, es tiempo de dejar la teoría y poner atención en los hechos. Por eso considero importante el título de este artículo (original) y la fotografía (original) en la que aparece el jefe de la Policía de General Pico, el protagonista de la historia, Sergio Pucheta y quien suscribe. Con sumo gusto la dedico a los seguidores de los grupos Ceufo Patagonia, Puente 2001, y a todos los investigadores de campo.
Centro de Estudios UFO de La Pampa, Patagonia Argentina. Información referente al fenómeno OVNI. 50 años de estudios e investigación de campo. Trabajo original sobre "Platos voladores", ovni, ufo, seres extraños, extraterrestres, abducción, mutilación de animales, informes especiales. PROHIBIDA LA REPRODUCCION DEL MATERIAL DE ESTE BLOG SIN LA EXPRESA AUTORIZACION ESCRITA DE SUS RESPONSABLES
26.2.21
UFOLOGÍA ANTROPOLÓGICA. ENTRE EL HOMBRE Y EL COSMOS
Como expresé la semana pasada, es tiempo de dejar la teoría y poner atención en los hechos. Por eso considero importante el título de este artículo (original) y la fotografía (original) en la que aparece el jefe de la Policía de General Pico, el protagonista de la historia, Sergio Pucheta y quien suscribe. Con sumo gusto la dedico a los seguidores de los grupos Ceufo Patagonia, Puente 2001, y a todos los investigadores de campo.
18.2.21
EL FENOMENO OVNI NO RESPONDE AL HOMBRE
La soberbia del hombre, de creer que el fenómeno OVNI debe responder a patrones establecidos por la raza humana, no es más que eso, una actitud soberbia. Porque el fenómeno se manifiesta cuándo, dónde y cómo quiere, sin responder a parámetros pre establecidos. Obviamente que menos responderá a teorías rebuscadas en que se pretende que el fenómeno es tan sólo una manifestación mental.
En ese marco, comienza un nuevo debate entre la gente que
aborda honestamente el tema, superados los intentos de los youtubers, que
acumulan horas y seguidores diciendo cualquier cosa que represente la
posibilidad de “solicitar colaboraciones” para continuar con su objetivo, de
sumar cantidades, pero nunca intentar una respuesta objetiva y menos seria del
tema que nos interesa.
Así como en las últimas décadas del pasado siglo en que
algunos “iluminados” pretendieron ser “voceros” de civilizaciones que nos
visitan, prometiendo “ayuda” y “encuentros programados” con dudosas hermandades,
argumentos que cayeron por su propio peso de no poder demostrar, hoy se instala
un debate entre quienes analizan los “resultados” de grupos científicos armados
por alguna potencia, con jugosos presupuestos, pero que jamás le contarán al
mundo los resultados de sus investigaciones, porque es algo que guardan bajo
siete llaves.
Mientras tanto, el fenómeno se sigue manifestando cada
vez con mayor energía y originando una apertura en el común de la gente que
está mas allá de la “guía” que en algún momento pretendieron ser algunos “iluminados”.
Sí, la gente común, la que no recibió ningún presupuesto para estudiar ni presuponer
algo sobre el fenómeno OVNI, está formando su propia opinión precisamente por
la gran cantidad de aparición de naves convencionales en ciertas regiones del
mundo.
Esto, obviamente da por tierra con los intentos de
ilustrados que pretenden traducir, que la gente está viendo cosas que no son,
cuando en realidad la gente ve lo que vé y los describe sin ningún tipo de
esquema sugerido. Por eso la importancia de los testimonios de primera mano,
los que obtienen los investigadores de campo, que lejos están de pasar horas
leyendo investigaciones parciales sobre las que hacer una hipótesis o teoría,
sin conocer la idiosincrasia del protagonista real.
Por eso, a esta altura de mi dilatada trayectoria como
investigador de campo, creo que ha llegado el momento de dividir las aguas y
dejar de lado las suposiciones subjetivas para abordar el tema como corresponde
y no a la distancia. Eso permite a un investigador de campo dar prioridad al
testigo, luego al suceso y por último a la interpretación o demostración del
hecho.
Como síntesis, sostengo que se terminó el tiempo de las
suposiciones y teorías trasnochadas. Ya es hora que los investigadores asuman
la responsabilidad de hablar de lo que hacen con la propiedad que el tema OVNI
lo amerita, partiendo de la premisa que el eje de la cuestión no es el hombre y
sus extraños comportamientos.
8.2.21
OVNI, LA BUSQUEDA SIN FIN
Este artículo forma parte de uno de los capítulos del libro de próxima aparición “OVNI, La Búsqueda sin Fin” de quien suscribe. Sintetiza mi experiencia como investigador de campo. Que lo disfruten…
EL HOMBRE DE LOS PLATOS
“¡¡¡Ehhh Quique Mario… yo vi un OVNI!!!” el grito provenía de un sujeto encapuchado que surgió de un grupo que realizaba el primer corte de una ruta nacional en la provincia de La Pampa, en reclamo de la liberación de varios jóvenes detenidos. Llegué al lugar cumpliendo con mi trabajo como redactor del diario La Arena y luego de conversar con el líder del grupo, uno de los jóvenes encapuchados se me acercó y me relató su experiencia. Me parecía increíble recibir su testimonio en el marco de un corte de ruta, en el año 1995, rodeado de encapuchados que blandían palos y piedras frente a la presencia policial. La escena tenía sin dudas ribetes surrealistas.
Sin
embargo, caí en la cuenta que era innegable que me había convertido en un
referente en lo que hace a la investigación y difusión del tema. Ellos me
conocían porque escuchaban de niños el programa “Universo tres… temas del
tercer milenio” que en forma ininterrumpida realicé durante 6 años (1976 –
1982) por LU 33 Emisora Pampeana, la única emisora comercial de amplitud
modulada de la región por aquel entonces.
Este tipo
de anécdotas se repiten aún en la actualidad, pero otra digna de mencionar
sucedió cuando llegué en uno de mis innumerables viajes, en el mes de enero de
2001, a un establecimiento en plena zona de monte. Apenas descendí del auto
para abrir la tranquera que me conducía al guarda patio de la casa, escuché el
grito del encargado del lugar “Quique Mario… anoche tendrías que haber venido…
porque anoche pasó el OVNI…” de inmediato giró su cabeza y le gritó a otro
hombre que desarrollaba tareas a unos cien metros del lugar “Felipe!!! Vení,
contale a Quique Mario lo que vimos anoche…”. Y con esa espontánea bienvenida,
se desarrolló el relato por parte de los protagonistas no de una historia, sino
de decenas de observaciones. En este caso en particular afirmaron que “anoche,
poco antes de las 10, cuando estábamos juntando las cosas para ir a comer,
vimos venir el OVNI… era redondo, como un plato, muy grande, calculo que mas de
50 metros de diámetro… volaba bajito, muy silencioso… se veían ventanillas
redondas y cada tanto, iluminaba el monte con un flash como si sacara fotos… lo
vimos hasta que desapareció hacia el este”.
Y otro
aporte risueño de las comunicaciones insólitas fue el de un vecino de la
localidad de Puelches que en una oportunidad me llamó por teléfono reclamando
“Quique Mario, cuando vas a venir… acá vemos platos voladores todos los días…”
como si mi presencia fuera a darles una respuesta contundente, pero expresado
en el sentido que ellos querían compartir la experiencia con alguien que se
dedica a estudiar el tema.
Anécdotas,
eso son lo que no podían dejar de ser parte de este trabajo. Sin darme cuenta,
me había convertido en referente en la región pampeana. La mención de un caso
relacionado con platos voladores, irremediablemente se relacionaba con mi
nombre. Y eso es algo que pude comprobar en mis recorridos por distintos
sectores de la región, en diferentes épocas del año.
Eso
también me dio argumento para sostener que los platos voladores constituyen
un fenómeno sociológico y mucho más. En
algunos pueblos es algo folklórico. Y la gente se refiere a ellos con total
naturalidad y los relatos se asocian y permiten establecer clasificaciones según
las características del “plato volador”, tema que desarrollaré en un capítulo
de esta obra.
El hecho de abordar un trabajo de estas
características, en el que pudiera volcar la experiencia recogida en más de 40
años en los que recorrí de miles de kilómetros en distintas direcciones como
investigador de campo, fue inspirado en el aliento que me brindó el antropólogo
Carlos Martínez Sarasola para que transmitiera mi experiencia. Si bien los
apuntes retozaban en mi computadora, con un desorden que sólo yo entendía, la
propuesta fue el disparador para comenzar a repasar las experiencias y
enriquecerlas con los nuevos aportes de los testigos años después…
“CAYÓ UN OVNI EN LA PAMPA”
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29 animales aparecieron muertos a principios de la semana, con los clásicos cortes de haber sufrido ablación de órganos vitales. Eso demuest...
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“Me metí bien abajo y pude ver el ojo del plato volador”. La contundente afirmación fue realizada por un testigo que al cabo de 25 años y al...