Las zonas calientes siguen siendo protagonistas de los
relatos clásicos y el hecho de ser un referente del tema en la región, facilita
el contacto espontáneo de los protagonistas de las historias que de primera mano
relatan las vivencias inexplicables que en algunos casos, han llegado a afectarlos
de manera significativa a nivel psicológico, pero se ha comprobado también que
altera elementos mecánicos y electrónicos precisos, lo que constituye un
interesante aporte a la investigación.
En ese marco, la experiencia vivida por cazadores en la mítica
ruta 10 no se limita a la observación de huellas. Una de ellas según el relato
de los lugareños apareció en el terreno luego que descendiera allí un “plato
volador” hace unos 10 años. La huella que tiene aproximadamente unos 8 metros
de diámetro fue observada siempre con respeto, se mantuvo inalterable todo ese
tiempo pero… hace unos tres meses un curioso visitante se situó en el centro de
la marca e intentó tomar una fotografía con su teléfono celular. La sorpresa
fue que automáticamente comprobó que la batería se agotó prácticamente en forma
instantánea.
Sorprendido por el detalle, intentó encender una linterna
que portaba pero, tampoco funcionaba. Cuando salió del círculo, intentó prender
el teléfono pero su batería agotada lo impidió, no así la linterna que desde el
exterior de la huella funcionaba a la perfección. La inquietud ganó al testigo
que comunicó el hecho a su acompañante y prefirió alejarse del lugar.
De la experiencia se desprenden varias puntas de
investigación: Una de ellas que evidentemente dentro del círculo dejado por el
plato volador, hay una energía desconocida que provoca la reacción de los
componentes de los objetos que se manipulan en su interior. La composición de
la batería de un teléfono se agota misteriosamente y no vuelve a funcionar,
mientras que las pilas de la linterna reaccionan fuera de la huella. Pero el
detalle mas interesante es el hecho que la huella tiene una antigüedad de una
década y aún provoca esas reacciones, lo que se constituye en el objeto de la
investigación de campo que en el corto plazo realizaremos en una amplia región.
¿La “energía” del interior de la huella tiene relación con
la influencia de los OVNI sobre los motores de los vehículos en que se
trasladaban protagonistas de las extrañas historias que han sostenido que “cuando
apareció el plato volador” se detuvo la marcha y se apagaron las luces y que
todo volvió a la normalidad cuando el misterioso visitante desapareció?
Es el desafío y nuestro compromiso como investigadores, por
lo que en el mes de septiembre podremos brindar un informe detallado del
resultado de nuestro trabajo.