La búsqueda permanente de pistas en pos de una respuesta al
fenómeno que “está ahí”, me permite
cosechar infinidad de testimonios y
experiencias de gente de todas las edades, pero sin dudas las experiencias de
los trabajadores rurales y los cazadores son las más ricas.
En el marco de un trabajo de investigación iniciado hace
algunas semanas, encontré un cazador que relató una experiencia alucinante que
vivió junto a seis amigos. A pesar que la experiencia tiene unos cuantos años
de antigüedad, no pierde valor porque de alguna manera sirve como ejemplo y
disparador a experiencias aún guardadas por un sin número de gente que guarda
la experiencia para determinados círculos familiares o de amistad y que cuando
llega el investigador, la cuenta luego de entrar en confianza.
El caso al que haré hoy referencia tuvo lugar hace más de 20
años en la zona rural de “La Araña”, uno de los lugares emblemáticos de la
ovnilogía pampeana por la riqueza y variedad de casos. Al momento de recordar
la experiencia, el testigo confirma que se conmueve y que muy pocas veces lo
hablaron con el resto de sus amigos.
“Éramos siete y un fin de semana decidimos ir a cazar a un
campo en la zona de La Araña. Llegamos temprano y dispusimos todo como para ir
a apostarnos con las primeras horas de oscuridad. La noche se presentaba fresca
pero agradable. Era a fines de marzo”.
“Luego de cenar partimos hacia el apostadero, caminando en
silencio para no estar a las posibles presas que hubiera en la zona. No había
transcurrido una hora que aún estábamos de pie intentando acomodarnos cuando
vemos que sobre el monte, a baja altura, se desplazaba un objeto luminoso de
forma oval”.
Cabe destacar que en esa zona, el monte es muy tupido y por
aquel entonces en la región no había energía eléctrica, por lo que se
preguntaban qué sería el objeto, luego de descartar la presencia de un avión.
“Uno de los muchachos le hizo señas de luz con el reflector
y el plato volador se nos vino encima en segundos!!!” y reconoce que todos se
quedaron paralizados por la sorpresa. “Quedó todo blanco!!! Se veían los
detalles de la vegetación, de la ropa, de las armas que llevábamos, era una
claridad increíble!!!”
A esta altura el testigo reconoció que en cuanto pudo
reaccionar, se escondió detrás de un caldén pero la iluminación era tal que era
imposible pasar desapercibido. No recuerda cuánto estuvo el objeto suspendido
cerca de ellos “tal vez fueron dos o tres minutos que para nosotros fue una
eternidad. No sabíamos qué hacer” afirmó.
Al cabo de ese tiempo, el “plato volador” comenzó a alejarse
hacia el oeste y uno de los amigos le apuntó con el fusil. Sus amigos no
alcanzaron a persuadirlo que no se le ocurriera disparar cuando escucharon la
detonación. “El objeto volvió sobre nosotros al instante y se mantuvo otra vez
por unos instantes y luego salió despedido hacia el espacio a una velocidad
increíble. ¡¡¡En segundos no lo vimos mas!!!”
Obviamente, la jornada de cacería se canceló en ese momento.
Todos decidieron abandonar por esa jornada y alguno s de ellos, entre los que
se encuentra el testigo que relató la experiencia, jamás volvió a intentar
cazar.