(MATERIAL DE ARCHIVO DE CEUFO)
La experiencia está relatada a continuación y como ilustración, figura la nota enviada al responsable de CEUFO que por aquellos años se desempeñaba como cronista del diario La Arena. En el final de la nota, Alicia Bakken destaca la fecha de su nacimiento, el 1º de mayo y que además de hablar idioma ruso, también lo hace con fluidez con el idioma ucraniano.
Alicia Bakken compartió en el año 1999 su experiencia con los participantes del I Congreso Internacional de Investigadores que organizado por CEUFO se realizó en la ciudad de Santa Rosa en abril de 1999.
Alicia J.C. Bakken. Estancia La Minesota, Guatraché, La Pampa.
“A las 7,45 pm entramos al campo. Un objeto
luminoso de 8, 10 o 12 metros estaba casi a la entrada. Tres personas viajábamos
en una camioneta gasolera: Juan Bergondi (52 años), Jorgelina Prost (17) y yo
(75 años)” así comenzaba la misiva que me envió la Alicia J. C. Bakken poco
tiempo después de protagonizar un impactante episodio en el campo de su
propiedad conocido como “La Minesota”, a unos 19 km al SO de la localidad
pampeana de Guatraché.
“Encárelo,
le dije a Juan, el chofer. El objeto vino hacia nosotros y nos siguió hasta el
casco de la estancia. Las agujas del tablero y los faros bajaron la intensidad
de su luminosidad y al momento de hacer un giro en el camino con un ángulo de
90 º, Jorgelina y yo vimos el plato
volador con todas las características UFO. Venía sobre nosotros pero no veíamos
detalles por la fuerte luz blanca que
irradiaba e iluminaba la casa del personal y galpones” detalló.
Más
adelante describe que su hijo y administrador del establecimiento rural, Carlos
Belcher, (40 años) venía más atrás y se fue “rajando” a Guatraché al comprobar
que no era una linterna la causante de la luminosidad y recordó “yo había visto
el video lanzado hace cuatro años así que estaba conciente del poder del OVNI”.
Al llegar a
la casa, mientras ella entró “los otros dos se quedaron afuera y los perros
aullaban a lo loco, las plumas de las palomas, pájaros, etc. volaban por
doquier en un verdadero “pandemonium”” y enfatizó que “el OVNI se posó en un
ciprés a más o menos 8 metros. Estuvo aproximadamente una hora y se alejó a las
8,30 u 8,45 pm rumbo a Victorica” y reconoció que su salud “no fue afectada” al
cabo de la experiencia vivida, motivo por el cuál “el capataz durmió en la casa
de servicio y nosotras dos a mas o menos 15 metros de distancia”.
La
privilegiada testigo de esta historia que narró con lujo de detalles en una
reunión que oportunamente mantuviera conmigo en la ciudad de Santa Rosa poco
tiempo después, me permitió hacerme una idea sobre el comportamiento de una
mujer que contaba con una rica experiencia de vida, ya que me contó que “estuve
en la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos y periódicamente visitaba a
Samuel Flagg Bemis, militar y profesor de la Universidad de Yale” y que además
visitó “en la Bahía de New Hover Conn la fábrica Winchester, que por aquel
entonces estaba fuertemente custodiada”.
La
importancia del relato radica en que Alicia Bakken era una persona muy conocida
en la región sudoeste de la provincia por su activa participación en distintas
actividades sociales de la zona y quienes la conocían no dudan de su relato,
que además contaba con el testimonio de sus dos acompañantes que resultaron
directos partícipes del episodio registrado en noviembre de 1998.
Por aquel
entonces como testimonio vivo de su experiencia quedó su relato grabado en una
emisora de las ciudad de Santa Rosa adonde Alicia llamó y transmitió
prácticamente en directo sus vivencias al llegar a la vivienda, para sorpresa
no sólo del conductor del programa nocturno sino de la audiencia que al día
siguiente buscó detalles en las páginas de los diarios regionales.
En ocasión
de la realización del I Congreso de Investigadores del que participaron
especialistas de Argentina y desde Chile llegó el inefable Jorge Anfrúns
Dumont, Alicia Bakken hizo un viaje especial a la ciudad de Santa Rosa, sede
del evento y compartió las deliberaciones y en uno de sus pasajes, expuso su
experiencia con una serie de gráficos y un entusiasmo poco común. Su exposición
culminó con un cerrado aplauso de los participantes que reconocieron la calidez de la protagonista de esta extraña historia producida, como tantas,
en uno de los rincones desconocidos de La Pampa.