Hace unos días hablaba por teléfono con un amigo, conocido
investigador que cuenta con muchos años de investigación de campo y
coincidíamos en que hoy por hoy, cuando se habla del tema, los investigadores
de campo se pueden contar con los dedos de las manos.
No obstante, a través de internet se pueden ver decenas o
centenas de sitios, blogs y listas que abordan el tema OVNI con una liviandad
alarmante. Hoy, cualquier persona que participa de una lista y lee un caso
ocurrido a miles de kilómetros de su casa, ya se siente con la capacidad de
hablar del tema como si hubiera estado en el lugar… y eso también es alarmante,
porque no deja de ser una improvisación, sobre todo porque los supuestos
especialistas se preocupan mas por aparecer ante las cámaras de los medios de
comunicación que por el caso en sí.
Algo similar ha ocurrido con las listas de internet, que
mediante correo electrónico los integrantes intercambian mensajes que, en la
mayoría de las veces poco tienen que ver con el tema… lejos de aquellas
gloriosas listas de principios de la década de los 90, Misterio ar, de la
ciudad de Rosario y la lista CEUFO, con sede en Santa Rosa, que se
constituyeron por aquel entonces en referentes a nivel internacional hasta su
desaparición, por motivos propios del desgaste y del mal humor de los
integrantes y cuando aún no se hallaban reglamentados los sistemas y los
límites de los temas a desarrollar.
Luego llegó la época del surgimiento de decenas de listas
que se preocuparon más en la cantidad de integrantes, como si eso fuera una
competencia, que en la calidad de la gente que participaba. Y así se dieron
épicos debates que terminaron la mayoría de las veces en posturas que lejos de
la verdad, se acercaban mas a la soberbia que a la humildad de un investigador
que tiene la expectativa de saber cada día mas. Acá parecía que todos se sabían
todo.
Esta semana me tocó vivir en carne propia mi alejamiento de
una de las tantas listas nacionales, Planeta UFO porque uno de sus integrantes,
de los Estados unidos, ignorando las advertencias realizadas por el moderador,
continuó enviando mensajes proselitistas a favor de Obama… lo consideré
inaceptable y me desvinculé, porque lejos de entrar en polémicas, ante la
pasividad de los coordinadores que finalmente expulsaron al miembro iracundo,
pero el espíritu de la siembra de ese sujeto, ya causó el daño que
evidentemente quería causar.
Esa es una de las realidades actuales del campo de la
investigación en nuestro país hoy. En algún momento dije que en este terreno
ocurren cosas que se pueden comparar con el campo político y cada día se
afianza más ese concepto. Así se ven aparecer investigadores “preocupados” por
aparecer en los medios de comunicación o por gestionar alguna aparición en
producciones foráneas… obviamente lejos de la investigación y sus objetivos,
porque priorizan convertirse en estrellas.
A esta
altura, conviene seguir trabajando silenciosamente, en pos de la verdadera
investigación, partiendo desde la humildad de querer aprender pero
fundamentalmente, ser honesto porque por mas información que tengamos en la
mano, no la entendemos, porque hasta ahora, la verdad no es de nadie.