Las mutilaciones de animales, el misterio aún sin respuesta
oficial, continúan en la provincia de La Pampa, sin que hayan tomado estado público,
lo que además es considerado una pérdida “natural” por parte de los productores
que con cierto grado de resignación se encuentran cada mes con la novedad que
algún animal ha muerto, víctima de las extrañas mutilaciones que afectan en su
mayoría los tejidos blandos.
Los primeros episodios del mes de septiembre se produjeron
en el oeste provincial y se ramificaron hacia el norte, pero en las primeras
semanas de octubre también se manifestaron en el sur.
Como expresé en el primer párrafo, los productores no hacen
denuncia y sólo trascienden los episodios a través de comentarios que realizan
a amigos y familiares que obviamente llegan a los registros del CEUFO.
A esta altura, cabe destacar que las denuncias no se
realizan porque eso implicaría el inicio de una causa judicial que dormirá en
algún cajón hasta que en algún momento los propios productores tengan que
recorrer cientos de kilómetros tan sólo para ratificar sus dichos sin que nadie
les de una respuesta. Eso al menos hasta que las aseguradoras vean que puede constituirse
en un nuevo ítem y cubrir los costos que representan la pérdida económica de un
animal en tales circunstancias.
A estos episodios, se suma la aparición de los tanques
australianos vacíos de la noche a la mañana sin ninguna explicación lógica, ya
que los vuelven a llenar y… no hay pérdida que haga suponer la rotura en algún
sector de los grandes tanques australianos.
Estos hechos se han convertido en algo “natural” también y
sin ningún tipo de explicación, ya que la ausencia de rastros de algún vehículo
convencional que hubiera transportado el líquido vital, deja un interrogante
más que inquietante, lo que permite suponer que además de la extracción de los
tejidos blandos, no sólo a los animales de corral sino también a algunos
ejemplares silvestres, suman mas misterio a los episodios.
¿Quién está experimentando este tipo de episodios?
Sin dudas, estamos ante hechos que no tienen explicación
lógica, porque a nivel seguridad cada productor rural toma sus recaudos y en
algunos cuadros en los que los animales aparecen mutilados, los cuadros tienen
sus tranqueras aseguradas con candados, lo que no es impedimento para que los
misteriosos asaltantes realicen su tarea sin dejar el mínimo rastro.
El misterio persiste y aún esta SIN RESPUESTA.