La dedicación que ponemos en analizar objetivamente
las ideas de los otros con quienes disentimos, muestra proporcionalmente
nuestra honesta intención en la búsqueda de la verdad y por añadidura nos
muestra a nosotros mismos tal como somos en realidad.
Por Javier Walter Sofía.
Dicen, los que
saben, que en la noche el campo nunca duerme y que es solo una ilusión cuando
está silencioso y quieto.
Recuerdo a Don Mateo
un viejo puestero de la precordillera chubutense, en su relato no midió tanto
las palabras como la distancia de su taburete a la mesa, calculando que nos
podría cebar unos amargos a todos sin moverse.
“Pasé una vez a
cerrar el potrero grande - explicaba - y el tanque estaba rebalsando, después…
desde allá arriba de los árboles se apareció esa luz como quien quema ginebra…,
y cuando volví al puesto ya no había una gota de agua”. Simplemente relató la
dirección, la altura y el color azulado; a buen observador, pocas palabras.
El valor del agua
Siempre he pensado
que el agua es a la vida en el planeta Tierra lo que la sangre es al cuerpo
humano, en el planeta late, circula y alimenta como en el Hombre su líquido
vital.
Es agua molesta en
los charcos cuando estrenamos zapatos, y es de temer cuando violentos
huracanes, pero la raza humana la busca con desesperación en lejanos planetas
pues su significado es más que científico, el agua despierta la primitiva
comprensión que todo ser vivo lleva impresa en lo más profundo de su ser: el
valor de la existencia de la vida.
No por casualidad el
planeta y todos los seres que lo habitan -la especie humana incluida- están en
gran parte constituidos por moléculas de agua; 70% más o menos.
El Hombre,
concientemente beligerante, ha puesto públicamente al agua como una de las
causas de conflictos “futuro”, o “presentes” si analizamos el despliegue
militar alrededor de los enormes acuíferos subterráneos en Libia, asunto
vinculado a los yacimientos petrolíferos del lugar y de lo cual poco se ha
hablado.
El agua es el compuesto
más usado en toda actividad humana desde lo profundo de su historia, y pocos
piensan diariamente que abrir una simple canilla para lavarse el rostro por las
mañanas están echando un vistazo al mismo líquido que dio vida y vio
desaparecer a los dinosaurios.
Es que el agua a
pesar de ser uno de los compuestos aparentemente más simples (H2O =
Hidrógeno2 + Oxigeno) y uno de los más investigados por la mayoría
de las disciplinas de la ciencia, es el líquido más incógnito en el planeta y
por sobre todos el más complejo en sus transformaciones para el sustento de la
vida.
La raza humana se ha
maravillado al ver por primera vez el azul del agua del planeta desde el
espacio y al mismo tiempo pensó que pequeña se veía su “casa” enmarcada en esa
oscura profundidad. Y me pregunto ¿cómo habrían de verla verosímiles viajeros
después de transitar el árido vacío espacial?.
Tal vez con esa
misma y elemental necesidad con la que convivimos en las actuales ciudades
tapizadas de cemento cuando el calor supera y se mantiene por sobre los 25 °C.
Puede ocurrir esto
porque la vida no hace diferencias con las especies y a todas impulsa a buscar,
de la forma que fuere, agua para seguir existiendo; todas ellas están atadas a
esa “cadena” de demanda, y podría suponerse que las “visitas” de nuestro hogar
planetario también puedan moverse en la misma dirección.
Faltantes
misteriosas
Ha intrigado desde
décadas la misteriosa desaparición de agua en reservorios naturales y artificiales
en todos los rincones del planeta, desde las praderas australianas hasta la
estepa patagónica, y desde las grandes urbanizaciones europeas ó campos de
pasturas canadienses hasta los minúsculos poblados africanos.
En cada ocasión
estas faltantes se vincularon a destellos en el cielo, tormentas repentinas,
incomprensibles temblores de tierra e incluso a la presencia de singularidades
en forma de objetos voladores o seres de apariencia humana, y muy
frecuentemente con el mutilado de animales de granja con fines hoy
desconocidos.
Las misteriosas
desapariciones actuales de agua se producen donde el líquido es potable, o al
menos no está contaminado, está destinado a ganadería ó agricultura, o permite
su depuración para consumo vital humano.
Recordemos que con
solo caminar por cualquier pueblo o ciudad del mundo se puede percibir la
consecuencia del agua contaminada, ya de descarga cloacal como industrial o en
razones extremas por efectos militares o mineros.
El Hombre ha convertido sus ríos, pequeños y
grandes, y sus océanos en verdaderos depósitos de desperdicios, hoy existen en
los puntos de vórtice de las corrientes marinas oceánicas enormes
concentraciones de elementos mayoritariamente plásticos, verdaderos
subcontinentes artificiales de basura que ya están haciendo estragos en muchos
de los eslabones de las cadenas alimenticias del mar.
Paradójicamente el
ser humano recibe el hálito vital de los mares: de ellos se evaporan las agua
que luego producen lluvias y conservan en su nivel a los acuíferos
continentales; en su vaivén lunar las mareas establecen los límites de la vida
en las plataformas continentales y en las costas; y de los seres que los
habitan se sustenta directamente un tercio de la población del planeta.
No es extraño
entonces que el Hombre haya hecho florecer sus grandes civilizaciones al lado
del agua, haya concebido sus religiones ligadas a ella y sean los terrenos más
próximos a los grandes ríos y al océano donde cultiva casi la totalidad de sus
alimentos.
Pero esa es una
visión, la del ser humano, criatura en permanente conflicto con su espíritu y
eternamente contradictorio entre sus deseos y sus actos.
Tal vez la visión de
un visitante ocasional a este planeta sea otra, alejada de conspiraciones y
extraños libretos de película, tal vez como la raza humana esta observando el
cosmos en busca de agua, este planeta ya ha sido observado, probado y medido
por esos visitantes.
Y, tal vez, viendo
que el agua de aquí es buena han decidido tomarla ante las propias narices del
Hombre.
Tres anomalías
severas
La desaparición
total del agua de lagos es un hecho verificado que aún solo posee explicaciones
tentativas, algunas orientadas a fallas geológicas y otras a procesos drásticos
del cambio climático y aun así no llegan a narrar sin lugar a dudas el proceso
físico por el cual “toda” el agua de esos lagos desapareció de la noche a la
mañana.
En ningún caso se
encontró el punto de desagote, y tampoco se encontraron múltiples canales por
los cuales pudiera haberse perdido el agua tan rápidamente.
La desaparición del
lago Bolotnikovo en Rusia en el año 2.005 y del lago Témpanos en Chile en el
año 2.007 son los dos casos más destacados y los más investigados por los
volúmenes de agua involucrada.
Las explicaciones de
ciencia para estos sucesos no han bastado pues no fueron encontrados los
sumideros que permitieran el desvanecimiento tan veloz de tan enorme cantidad
de agua, los que debieran poder ser vistos a simple vista.
Existe otra clase de
anomalía, la segunda, caracterizada por la formación de enormes cavidades, casi
perfectamente circulares, originadas de la noche a la mañana sobre las cuales
los especialistas en geología solo han podido especular sobre su origen.
En Guatemala,
primero en el año 2.007 y luego en el año 2.010 se formaron enormes pozos de 20
metros de diámetro y unos 30 metros de profundidad, y aunque el hecho tuvo
repetición y los pozos fueron tapados los resultados de las tareas de
investigación solo arribaron a teorías, sin lograr definir concretamente qué
causó estas cavidades.
También en el año
2.010 en Alemania se formó un pozo de similar tamaño, y en el mismo año varios
de la mitad de ese tamaño se formaron en China.
Lo llamativo de
estas anomalías recurrentes son sus características físicas, bordes
redondeados, paredes rectas y el intrigante destino del gran volumen del
material desplazado.
En los casos, los
pozos aparecieron en zonas donde el concreto y pavimento cubrían la superficie,
y éstos fueron seccionados como si se tratara de un sacabocados gigante.
La última anomalía
que mencionaré y que de alguna manera vincula a las dos anteriores es la
misteriosa formación de “círculos” sobre las superficies heladas de algunos
lagos.
Entre los casos más
destacados está el del lago Baikal, que cobró notoriedad en el año 2.009 pues
el hecho fue fotografiado por los astronautas a bordo de la Estación Espacial
Internacional, quedando un claro registro de la formación de dos círculos en el
hielo de unos 4 kilómetros de diámetro.
A pesar que esto fue
justificado por la acumulación de metano y la formación de remolinos
ascendentes de agua más caliente, ello no explica porque esto se produce en las
áreas del lago alejadas de las cotas de corriente ascendente, y tampoco explica
el mecanismo físico y químico por el cual en el intenso frío y enorme
profundidad del lago, en invierno, el metano reacciona calentando el agua.
Y las explicaciones
de la ciencia tampoco llegan a echar luz del porque en otros lagos que no
contienen metano también se presentaron estas enigmáticas formaciones, como
ocurrió en el año 2.007 en Fyresdal, Noruega y en el año 2.009 en Devon, Reino
Unido.
Estas tres anomalías
pueden o no estar relacionadas, pero si lo estuvieran deberían ser un alerta al
Hombre pues si bien los lagos desaparecidos fueron “pequeños”, ¿qué ocurriría
si pasara lo mismo con los grandes lagos continentales de los que nutren
cientos de miles o millones de personas, y todos los sistemas productivos?.
La Naturaleza puede
estar comportándose de maneras extrañas, pero la verdad es que estos hechos vienen ocurriendo
realmente y hoy no tienen explicación coherente.
El vínculo vital
La forma en que las
personas se comportan en relación a lo que las
rodea, habla de su predisposición e intención sobre ello. Así, lo menos
que puede pensar un visitante ocasional: la humanidad está desvinculada del
Agua, no le preocupa su pureza, no le preocupa interrumpir su ciclo natural, y
podría parecer que tampoco la vida que el agua sustenta.
¿Por qué no tomarla
entonces?, sin impedimentos tecnológicos, en total anonimato y tal vez para uso
propio desde los mismos lugares que el Hombre fabrica para su almacenamiento,
tal vez como una garantía de que esa agua es de cierta pureza.
Estos reservorios
artificiales normalmente destinados a ganadería y agricultura, tanques elevados
cerrados, cisternas subterráneas y hasta depósitos de suministro urbano, poseen
medidas, válvulas, sistemas de bombeo y artilugios que permiten conservarlos
repletos ya que su uso es diario y constante.
Los sucesos más
destacados de estas desapariciones se han dado con mayor frecuencia en las
zonas productivas destinadas a la ganadería y agricultura, espacios abiertos
con poblaciones humanas reducidas y aisladas.
Los tanques
australianos son drenados en minutos, y se puede pensar que no es porque estas
estructuras son abiertas pues esto mismo ocurre con cisternas subterráneas
rurales y tanques intermedios, las que se encuentran dentro de otras
estructuras.
Una observación
importante tiene que ver con la calidad del agua, mientras la usada para
labores agrarias normalmente proviene de fuentes naturales puras sin tratamiento,
la que se encuentra en depósitos para uso humano normalmente posee tratamiento
químico y físico previo, e inclusive es clorada lo que parece no ser
impedimento para su desaparición.
Se ha dicho muchas
veces que para una tecnología avanzada que puede hacerse de agua de forma
furtiva y veloz, podría suponerse que resultaría lo mismo capturar agua
oceánica para ser usada con los mismos fines.
Entonces ¿por qué la
predilección por el agua dulce natural?, tal vez pues aquí también se aplica la
Ley del Menor Esfuerzo en la subsistencia, algo común en toda forma de vida.
Horizonte blanco
Una de las
ecuaciones en el intento por buscar la verdad tiene que ver con la autocrítica,
y buscar aquellos datos que superen las propias teorías; a veces esos datos
niegan la propia opinión y otras la confirman.
Esto ocurre cuando
nos alejamos de los depósitos artificiales hechos por el Hombre, y buscamos
rastros de actividad no habitual y desvanecimientos de agua entre los
reservorios de agua dulce más ignorados, tal vez por su inmensidad, lejanía, o
sus condiciones climáticas extremas: el Hielo Continental Patagónico y
Antártida.
Ambos regulan el
clima regional y continental y disponen de reservas de agua dulce natural
enormes. Podríamos suponer que es más cómodo transportar agua líquida para
nuestros visitantes misteriosos, pero lo cierto es que el hielo tiene menor
volumen, permite una estiba más equilibrada.
Y en realidad es
también más ecológico pues a poca profundidad de las superficies heladas nos
encontraremos con hielo de la época preindustrial humana, es decir: no
contaminado en lo absoluto.
En los procesos de
exploración glaciar se verificaron anomalías geométricas en las superficies
heladas, algunas han sido anotadas en algunas bitácoras de viajes pero no se
les ha dado importancia académica.
Ejemplos de ello
constan en las numerosas películas aéreas y terrestres tomadas en los diferentes
viajes realizados por Richard Evelyn Byrd a la Antártida entre 1.928 y 1.956, y
extrañamente después de medio siglo esta información es compleja de consultar y
mucha se encuentra evidentemente incompleta para el público.
También se perciben
estas anomalías en la documentación de relevamiento aéreo y terrestre realizada
previa y posteriormente a las actividades de las operaciones Upsala y Glaciar,
organizadas y dirigidas entre otros por la Fuerza Aérea de Tareas Antárticas al
mando del Mario Luis Olezza, llevadas a cabo en 1.964 en el Hielo Continental
Patagónico Sur en Santa Cruz.
Estas “faltantes” de
franjas de hielo, perfectamente angulares y casi siempre de las mismas
proporciones nunca fueron investigadas a cabalidad y pasaron a ser parte de las
anécdotas de los exploradores que se aventuraban en aquellas remotas latitudes.
Incluso se ha
insinuado que algunas de las antiguas instalaciones de bases de avanzada
antárticas se realizaron aprovechando estas depresiones, tanto para la
instalación de la infraestructura sub glaciar, como para el marcado y avance de
las rutas habituales a recorrer por tierra.
Aun así, pudiendo
ver desde el aire, en video y fotografías estas curiosas “formaciones”
geométricas, solo se puede especular sobre su origen pues gran parte de los
documentos y libretas de campo de los primeros viajeros del lugar son de acceso
reservado o han desaparecido, tal vez debido a esa severa censura a la que es
expuesta la información.
Este mundo es de
variadas visiones, el ser humano elige creer o no, y ello es una decisión
interior y primitiva: confiar o no confiar son las opciones, herramientas de la
supervivencia desde el principio de su historia.
Pero aunque las
personas no crean y busquen explicaciones complejas y muchas veces sin la
vivencia del lugar, aún hoy nadie ha podido explicarle a Don Mateo, ese
puestero de campo que vivió toda su vida compartiendo con el verde y el ganado,
cómo ha ocurrido que el tanque australiano que controla dos o tres veces por
día, se vació misteriosamente en unos minutos mientras él iba a cerrar los
corrales.
INSERTOS DE TEXTO
Inserto 1
Superstición
y consecuencias
El
ser humano, deslumbrado y temeroso por aquello desconocido que lo rodea tiende
a especular y actuar en base a ello, muchas veces con graves desaciertos que
terminan por perjudicar su diario vivir.
Un
ejemplo de esto fue la denominada “Agua de Brujas”, producida por el sacrificio
de miles de gatos en la Europa
medieval por considerarlos aliados de la brujería, los animales eran ahogados
en enormes barricas de agua trasportadas por carretas y las mismas se vaciaban luego
en los cursos de agua para que la corriente se “llevara” los cadáveres y el
“mal”.
La
conclusión fue una masiva contaminación del agua dulce con la cual se
abastecían las nacientes poblaciones europeas y la proliferación exagerada de
roedores, bacterias anaeróbicas y enfermedades infecciosas, en efecto tal vez fue
esta una de las causas que provocó “La
Peste” y diezmo más de un tercio de la población total del
Viejo Mundo en la década del año 1.340.
Inserto 2
Desastres
naturales
Las
personas relacionan su conciencia en el uso del agua con el futuro de sus
hijos, aún así al mismo tiempo demuestran pasividad en investigar y lentitud en
la planificación al largo plazo en relación a la distribución y uso del agua.
En
1.991 hizo erupción en volcán Hudson, la mayoría de los campos al Este de los
Andes hasta el océano Atlántico se desecaron por acción de la ceniza
transportada por el viento, con enormes pérdidas económicas y situaciones de
emergencia para las poblaciones.
Lo
mismo ocurrió en 2.011 más al Norte, con el volcán Puyehue; con clarísimas
consecuencias antes no vistas; la natural aún no evaluada convenientemente
sobre los grandes lagos cordilleranos, abastecimiento esencial de agua de toda
la región hasta el océano; y la social.
¿Qué
ocurriría en un escenario similar si se presentara una erupción, al menos parcialmente
en el área de la caldera volcánica Cerro Galán en Catamarca?. Seguramente la
escasez de agua se haría sentir en toda la franja del territorio destinada al
cultivo y crianza de ganado extensivo e intensivo, y duramente en la Capital Federal del país, de
Oeste a Este más la mitad de la población de Argentina.
El
impacto de la erupción Hudson fue imprevisible, el impacto de la erupción
Puyehue pudo haberse prevenido, pero no existen previsiones ni planes de
contingencia a nivel masivo para otros hechos similares.
Inserto 3
Acceso
a la información
Curioseando
en Internet sobre los grandes reservorios de agua dulce del planeta terminé por
dar con una espectacular fotografía tomada desde el espacio al Monte Everest.
http://earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=48603
Me
llamó la atención en ella una mancha destacada sobre el blanco de las montañas
nevadas y glaciares, y consulté directamente al Earth Observatory.
Robert Simmon, de la N.A.S.A. me contesto amablemente el 18/01/2011
diciendo “Javier: The black spot is dust
on the lens (or elsewhere in the camera) that I didn't remove in Photoshop.” [sic: “El punto negro es
polvo del objetivo (o en otras partes de la cámara) que no retire en PhotoShop.]
Había
leído en otras oportunidades sobre las normas y regulaciones técnicas de los
ambientes en los cuales se desenvuelven los astronautas en el espacio, tanto
por seguridad como por salubridad y por ello la información no me convenció
completamente.
Cierto
es que toda la información de acceso público es revisada y editada previamente,
¿cómo se tratarán las imágenes y registros con anomalías más severas?.