El misterio pendiente
La opinión pública de todo el país se conmovió en abril de 2002 por una serie de sucesos encadenados que no tenían explicación: cientos de animales aparecían muertos con extrañas mutilaciones. Oficialmente no hubo respuesta hasta que el SENASA acusó al “ratón hocicudo rojizo”, una especie inexistente en la mayoría de las zonas donde se centraron estos episodios.
Los principales grupos de investigación de todo el país se abocaron a la investigación de campo y, en muchos casos se sorprendieron al recoger testimonios de observación de extrañas luces en las zonas en que se produjeron estos sucesos.
La noticia fue reflejada en medios nacionales e internacionales pero aquí, vale hacer un párrafo aparte para el dispar tratamiento que brindaron al tema. Los medios sensacionalistas, se abocaron a ridiculizar la mayoría de los testimonios sin objetividad ni aportar la más mínima pista en la investigación, en lo que podría interpretarse como un intento de confundir a la opinión pública. Obviamente, esas conjeturas fueron hechas desde cómodos escritorios y lejos de la realidad que vive la gente del interior del país, que conoce sobremanera su geografía. Los que en definitiva quedaron como ridículos fueron precisamente esos medios amarillistas, porque la gente del interior, lejos de preocuparse por el sensacionalismo y demostrando su indiferencia al protagonismo, colaboró con los investigadores en forma activa.
Pero, más allá de las interpretaciones que unos u otros realizaran, el tema central era que los animales continuaban apareciendo muertos y en cantidades que comenzaron a preocupar a los productores. Ya nada podía desviar la atención de la gente común, de los testigos y protagonistas de los cientos de historias que se produjeron en toda la geografía provincial. No había antecedentes fuertes en todo el país de este tema, a excepción de un caso producido en la provincia de La Pampa en la zona de Utracán en el año 1974.
Los orígenes de las mutilaciones en el mundo, se remontan a principios de la década del 70 en Méjico, Puerto Rico y Estados Unidos, donde los investigadores coincidían en que el fenómeno es “cíclico” y al margen de no haber hallado explicaciones científicas, algunas universidades relacionaron el tema con la posibilidad de ser causadas por visitantes extraterrestres.
La pregunta entonces ahora es “¿Por qué ahora en Argentina?... ¿Por qué en La Pampa, en la entrada de la Patagonia?”… estos interrogantes aún están sin respuestas pero, al menos empezamos su búsqueda y en el camino hemos encontrado testimonios asombrosos, que indican que estamos en el buen camino, aunque tal vez nunca lleguemos a conocer en profundidad la respuesta, al menos, dejaremos a la opinión pública y las generaciones venideras, un intento y un camino para que continúen el estudio.
ORIGEN
Las primeras mutilaciones se produjeron en los meses de enero y febrero de 2002 en forma aislada en distintas zonas de la provincia de La Pampa. Los productores observaron con extrañeza el fenómeno pero… prefirieron guardar silencio y quedaron expectantes ante la posibilidad del surgimiento de alguna peste desconocida.
Pero el 2 de abril de ese año, la aparición de varios animales muertos y mutilados en las zonas rurales de General Acha, Macachín y Jacinto Arauz, “estallaron” en los medios de comunicación y pocos días después, surgieron casos similares en el oeste de la provincia de Buenos Aires, con epicentro en la localidad de Salliqueló.
Los primeros profesionales que intervinieron fueron allí el médico veterinario . . . . . . . . mientras que en La Pampa lo hizo el médico veterinario Hecker, como perito forense de la policía provincial.
El desconcierto era total… los propios profesionales reconocieron que en sus dilatadas trayectorias, no habían encontrado casos parecidos. Desde el punto de vista profesional, se pensó que estaban ante una extraña enfermedad de la que desconocían su origen.
Restos de los primeros animales fueron enviados a la Facultad de Veterinarias de la Universidad de La Pampa, que se sumó a los investigadores. La policía participó activamente y permitió el acompañamiento de investigadores del Centro de Estudios UFO de La Pampa que, merced a una decena de testimonios, relacionaron los sucesos con la aparición de “extrañas luces” y “aparatos” luego de lo cual, se observaron los animales mutilados.
La Casuística
Mas de 700 mutilaciones se produjeron en esta región. En su mayoría afectaron a animales vacunos y en menor medida a equinos, ovejas, chanchos, jabalíes y ciervos. A pesar de estas cifras, se estima que hubo mas casos, los que no fueron denunciados por los productores al no tener una respuesta concreta y verse obligados a ratificar en tribunales sus denuncias, lo que en la mayoría de los casos demandaba recorrer grandes distancias con el costo y la pérdida de tiempo que ello significa.
Se sabe que en varios lugares, varios productores organizaron vigilias armadas en procura de sorprender al depredador, aunque sin resultados positivos.
LUCES Y MUTILACION
Aún en la actualidad, decenas de testimonios relacionan las mutilaciones de ganado con la presencia de extrañas y silenciosas luces en la noche. “cuando aparecen las luces, al otro día encontramos un animal muerto con cortes”, aseveró un trabajador rural. Da lo mismo de la zona que sea porque, sucede lo mismo en todas las regiones.
Uno de los testimonios más impactantes expresó que “veíamos una luz muy extraña. Era redonda o esférica y de color rojo que variaba al blanco. No nos quisimos acercar por temor. La luz estuvo un buen rato, casi una hora y luego, se iluminó, se agrandó y se convirtió en un objeto triangular y saltó a gran velocidad hacia el espacio: Al día siguiente, cuando fuimos al lugar encontramos un animal vacuno muerte, con los cortes extraños y ni un mínimo rastro de lo que estuvo en el lugar.
Cabe destacar que los habitantes de las zonas rurales son muy conocedores de los movimientos naturales del campo y advierten las anormalidades con facilidad. Si aseguran que no hallaron rastros, es porque realmente es así.
En tal sentido, uno de los primeros episodios registrados en La Pampa se produjo en el establecimiento El Huitrú, en la zona de General Acha, donde la policía realizó un trabajo impecable de rastreo y halló a unos 20 metros de uno de los animales mutilados, una extraña huella. Se trataba de tres círculos de unos 50 cm de diámetro, separados entre sí por una distancia exacta de 5 metros. La vegetación en el terreno era abundante, compuesta por la especie pasto puna. A pesar de su alta resistencia, las “marcas” eran visibles y pudieron ser medidas por los investigadores.
Eso dejó la sensación que “algo” muy pesado se había posado en el lugar.
Otro interesante testimonio fue recogido por los investigadores del CEUFO al norte de la ciudad de Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa, una familia observó la evolución de un “extraño triángulo luminoso” que evolucionó a muy baja altura en los alrededores de la casa de campo. El objeto permaneció durante un lapso de más de media hora suspendido y la familia decidió ingresar a la vivienda a cenar. Mientras cenaban advirtieron que desde el exterior “alguien” intentaba abrir la puerta que sus ocupantes trabaron presurosamente. El jefe de familia llamó por teléfono a la policía, pero debía salir a esperarlos para guiarlos en el camino. Cuando lo hizo, observó que el “triángulo” se había convertido en una esfera de color rojizo y se mantenía suspendida sobre una planta. A los pocos minutos, salió despedida hacia el espacio a fantástica velocidad, ante la mirada atónita de toda la familia.
Este, es uno más de los 180 casos de observaciones de LUCES AEREAS NO IDENTIFICADAS en las mismas zonas de las mutilaciones, producidas en la zona central de Argentina, a los que se suman varios centenares de testimonios.
TANQUES SIN AGUA
Pero otro de los hechos que llamó la atención no sólo de los investigadores, sino también de los productores y empleados de campo, fue el faltante de agua en los tanques australianos en las mismas zonas de las mutilaciones, a los que se suman las de algunas piletas de natación de quintas de la periferia de ciudades como Ugarte, Trenque Lauquen, Toay, Parera, Miguel Riglos, Macachín, entre otras. En todos los casos se comprobó que los tanques no tenían anormalidades que hubieran causado la pérdida, en cuyo caso, tampoco se halló el agua derramada a su alrededor.
En algunos casos eso motivó que algunos trabajadores rurales desistieran de desarrollar tareas nocturnas o de quedarse solos en los campos por la noche, lo que obligó a algunos productores a contratar un ayudante o dejar la propiedad sola.
En la mayoría de los casos, se hallaron animales muertos en las proximidades.
¿POR QUE EL AGUA?
Sigue sin respuesta la falta de agua en los tanques australianos dispuestos en las zonas rurales. En varios casos, se recogieron testimonios de peones rurales que expresaron observar “luces” extrañas en proximidades.
A la pregunta, se suma también una hipótesis. El agua tiene dos componentes: Hidrógeno y Oxigeno, el primero puede convertirse en energía. De allí en más, puede desarrollarse alguna teoría sobre su utilización.
EVIDENCIA FISICA
Como siempre, la falta de evidencia física dificulta este tipo de investigaciones, no obstante, los observadores destacaron la falta de huellas en los escenarios donde se produjo la mutilación de los animales. Para los conocedores y la gente acostumbrada al campo, es natural observar los rastros de una mínima resistencia del animal a un ataque. Cuando el animal muere, patalea lo suficiente como para dejar huellas visibles que permiten a los baqueanos calcular síntomas y hasta aventurar tiempos del deceso.
El misterio en este caso es que no se observan huellas visibles… de ningún tipo en el lugar donde supuestamente murió y fue mutilado el animal. Eso es lo que más llama la atención.
Sin embargo, en la primera investigación que realizó la policía de la ciudad de General Acha, al margen de observar que el resto de los animales no se acercaban al cadáver de un animal mutilado en el establecimiento “El Huitrú”, a unos 20 metros del animal muerto los investigadores hallaron una extraña huella, perceptible a pesar de la vegetación natural, el pasto puna. Allí, identificaron una extraña huella de tres círculos de unos 50 cm de diámetro, formando un triángulo y equidistantes por 5 metros.
¿Qué dejó esa extraña marca que llamó la atención de los investigadores?. ¿Qué objeto se posó en el lugar para hacer tan evidente una “marca” que sino se realizaba un rastrillaje exhaustivo, pasaría desapercibida?.
Allí comienzan las primeras evidencias. Algo se posó en el lugar en ocasión de la muerte de ese animal.
Cabe destacar que tal vez la misma evidencia se podría haber manifestado en otros lugares pero… pueden haber pasado inadvertidas.
RECORRIDO
Miles de kilómetros recorridos en busca de una pista para comprender los extraños episodios, nos permitieron hallar cientos de testimonios que hablaban de “extrañas luces” de las más diversas formas. Algunas eran esféricas, otras triangulares. Unas eran rojas, otras blancas y violetas. Muchos testimonios coincidían en que en algunos casos los extraños objetos cambiaban de forma delante de su vista.
La variedad de los relatos era tal que, abría un impresionante abanico de probabilidades y a la vez dificultaba su comprensión. En ese marco, la idea de estar ante algo desconocido y de una tecnología desconcertante, no hacía más que aumentar la ansiedad. Los casos se multiplicaban a diario, al igual que los parámetros de la investigación.
OJOS ROJOS
Uno de los testimonios mas impactantes fue el de un cazador que relató que durante una jornada de caza, advirtieron que una vaca mugía de forma extraña. Su lamento se manifestaba aislado del resto de los animales. Cuando la ubicaron mediante el reflector y se acercaron, pudieron observar que tenía una especie de agujero en el ano, por lo que supusieron que había parido recientemente. Continuaron su marcha y volvieron a escuchar el mugido del animal y al volver a enfocarlo con la luz, observaron junto al animal una extraña forma de la que se distinguían claramente un par de ojos rojos. Los cazadores se acercaron con cautela y al hacerlo, advirtieron que esa extraño ser que permanecía junto al anca del animal, comenzaba a desplazarse hacia un bajo sin dejar de mirarlos con los imponentes ojos rojos. La extraña “forma” se desplazó lentamente hacia atrás hasta internarse en un monte y los hombres, impactados por la visión, decidieron suspender la cacería. Al día siguiente regresaron con el encargado del campo y hallaron al animal muerto y con los clásicos cortes en su cuerpo.
CONSTANTE
Una constante dentro de las mutilaciones de los animales fue la extracción de su piel en la quijada, en parte de su costal, tejido muscular de alguna de sus extremidades, extracción total de su aparato auditivo, de sus mamas en las hembras, de órganos genitales sin distinción de sexo, de globo ocular completo, de lengua y aparato digestivo, entre otras.
Sin dudas son órganos vitales en su mayoría pero además, tejidos blandos. ¿Quién realizó estas operaciones?, ¿para qué extrajeron este tipo de tejidos?. ¿Se destinarán a experimentos genéticos?. ¿Quién lo puede negar? No son afirmaciones, tan sólo preguntas.