(By Quique Mario CENTRO DE ESTUDIOS UFO)
Era imposible imaginar el cierre de una serie con gusto a
“poco”, aunque la mayoría sabe que en ocasiones no se cuenta todo y las razones
para eso sobran. Su Epílogo es fundamental a partir de las reflexiones de
centenares de lectores que se expresaron en varios foros pero en especial el de
maracodigital.net que abordó el tema con la objetividad que lo distingue. Y
allí se ven las reflexiones de los que sabe leer entre líneas e intuyen que
esto no terminó acá y también de los que nunca hacen nada pero “tocan de oído”,
aparentando saber.
Y en este tramo, debo reconocer el aprendizaje recibido
por las reflexiones positivas, porque además del interés real de quienes se
expresan, hay una búsqueda consciente de respuestas y en ese intercambio
virtual hecho desde el llano y no desde un pedestal, también aprendo.
No puedo dejar de mencionar la cantidad de simpatizantes
del CEUFO en cada rincón de la Patagonia y por qué no decirlo de Argentina y
también del exterior, lo que me permite afirmar con orgullo que son “los mil
ojos del CEUFO”, que escudriñan atentos no sólo los cielos, sino las costas,
los mares y las montañas y cuando se relata un caso, se sabe que es real.
Algún lector planteó el corte abrupto del relato y no
deja de ser una interpretación individual. Lo que sí quedó expuesto es que el
tema no es nuevo, que hubo decenas de episodios en los mares argentinos y la
mayoría permanecen como “reservado” o “confidencial” pero todos sabemos que la
verdad en algún momento emerge, inexorable. De hecho, algún ex capitán ya está
en contacto con el CEUFO, precisamente porque confía en la forma de dar a
conocer esa verdad, sin sensacionalismo.
Debo reconocer que además algunas reflexiones fueron muy
simpáticas, otras cáusticas hacia un sector poco serio de la ovnilogía y otras
con destacados conocimientos de regiones, historia y fundamentalmente con
criterio, lo que generó la inquietud de relanzar un foro como los que funcionaban
mediante correo electrónico, es decir “a la antigua”. Como a fines del siglo
pasado y cada uno de los interesados reales, serán invitados a integrar, para
avanzar con debates sobre “lo que no se puede publicar”.
Sin dudas, esta idea entusiasmará a la gran mayoría
(porque seremos muchos) y nos permitirá “filtrar” a esa paupérrima minoría que trató de minimizar los
hechos a partir de una postura pueril: “son mentiras”, porque evidentemente
están acostumbrados a eso y no pueden responder cuando los desmienten. Porque a
esta altura, ninguna entidad oficial salió a negar los sucesos en los que los
OSNI son protagonistas y eso marca la diferencia con algunos improvisados que si
dispusieran todos esos elementos, no dudarían en organizar “un congreso” con
venta de entradas anticipada.
P.D.: Los intentos de hackeo a este blog, se repitieron hasta que impiden anexar una foto ilustrativa. Lo importante, está dicho.