El tema OVNI desvela al hombre desde hace siglos. Su presencia permanente en los cielos de distintas regiones, no ha tenido una respuesta científica en todo este tiempo. La fecha del 24 de junio se decidió en el año 2000 y fue propuesta por el sitio de Puerto Rico OVNINET.COM y el CENTRO DE ESTUDIOS UFO (de La Pampa). Las propuestas eran dos y mediante una elección de la que participaron unos cien grupos de investigadores de todo el mundo, se inclinó por este día, 24 de junio, en honor a la experiencia y relato de un piloto americano que en esa fecha, pero del año 1947, denunció la observación de nueve discos voladores con forma de “plato sopero invertido”.
El término se popularizó y todos comenzamos a hablar de
“platos voladores” algo muy común aún en el interior del país. A partir
de eso, comenzó individualmente la investigación y con el correr de los años
hubo varios intentos de hacer confluir los esfuerzos por comprender un fenómeno
que todas luces no es natural y “está ahí”.
Lamentablemente, a esta altura de la investigación OVNI
en el país, hay grupos que se disputan las apariciones espectaculares dejando
de lado lo más importante: el OVNI. Las posturas personales y sectoriales han
generado discusiones y peleas estériles por figurar en algún medio nacional,
soslayando el verdadero interés por la compresión del fenómeno.
Lo dije en el congreso de 2011 que LA VERDAD NO ES DE
NADIE. Todos tenemos una porción de ESA VERDAD y el día que dejemos de lado los
personalismos y las figuraciones, recién tendríamos una pista para comprender
al OVNI, su comportamiento y objetivos.
En la actualidad, hay algunos que están pendientes de “lo
que diga el Pentágono” el 25 de junio, como si fueran a revelar los secretos
del tema y no advierten que se trata de una simple maniobra de distracción,
porque lo que muestren o “revelen” será tan sólo la punta del iceberg.
Mostrarán algunas fotos borrosas cuando los sistemas de detección tienen gran
capacidad de definición.
No obstante, vaya nuestro saludo a los colegas que siguen
desplegando su esfuerzo en la comprensión de un fenómeno registrado en la
historia, observado con respeto y admiración en gigantescas construcciones de
las que resulta inexplicable su presencia.