20.7.20

YOUTUBERS, LOS NUEVOS “INVESTIGADORES DE ESCRITORIO”

Una nueva “especialidad” de “investigadores de escritorio” se ha popularizado, a partir de las redes sociales. Hoy es común que muchos dispongan de “un canal en youtube” para hacer entrevistas sobre determinados temas, en este caso: OVNI.

Es así como se pueden apreciar decenas de propuestas de “periodísticas” que concretan entrevistas para abordar el tema y se logra una simbiosis extraña, porque en ese marco, aparecen ignotos “investigadores” que se presentan como “especialistas” de algunos rubros que favorecidos por la espontaneidad y la virtualidad, hablan como si dispusieran de documentación que los avale, de la que obviamente carecen.

En lo personal y con 45 años en la profesión de Periodista, veo con tristeza como supuestos colegas hablan con liviandad de mutilaciones de animales, abducciones y casuística, sin haber pisado una zona rural alejada de las grandes ciudades y conociendo de vacas, los cortes que se exhiben en una carnicería.

Posiblemente mis dichos molesten a alguien pero, a esta altura de la historia de la Ovnilogía Nacional, no se pueden dejar pasar por alto las improvisaciones y mucho menos los fraudes, de gente que habla sin conocer la geografía ni la idiosincrasia de los protagonistas y testigos, ni cifras y ni siquiera han entrevistado a científicos para cotejar la información.

La investigación seria, se ostenta a partir de la cantidad de kilómetros recorridos en pos de la verdad y no leyendo (copiando y pegando) los informes de los que trabajan en la investigación de campo. Tampoco es investigación recopilar y hablar sobre dudosos informes que se disponen procedentes de otros lugares, que en su mayoría llegan contaminados por los intereses de sus autores y sus sponsors.

En las últimas semanas recibí varias “invitaciones” para participar de algunas entrevistas y me abstuve de hacerlo con el objetivo de organizar la difusión a través de una serie de conferencias virtuales, sin filtros y con la documentación que me habilita para hacerlo. Porque al cabo de 18 años trabajando a destajo investigando animales mutilados, prefiero brindar la información con objetividad propia.

A esta altura, tengo que confirmar que de todos los que hablan del tema improvisadamente, ninguno ha hecho referencia a las consecuencias sufridas por algunas personas que trabajaron en el tema y que han sido comprobadas científicamente. Es hora de dejar de lado las improvisaciones y los fraudes y en ese sentido, soy consciente que este post pueda molestar a esos improvisados que en sus canales se vanaglorian como “grandes investigadores” pero a la hora de mostrar las pruebas, hacen agua, porque científicamente no tienen ningún respaldo y no convencen las cortinas musicales y las improvisaciones, que le restan credibilidad a un tema que está mucho más allá del vedetismo de algunos personajes.

Señores, señoras, el tema central es el OVNI, sus tripulantes y el objetivo de su llegada a nuestro planeta, no de producciones farandulescas sin el mínimo rigor científico.


13.7.20

OVNI´s: ENTRE LA CREDIBILIDAD Y MERCADEO

La búsqueda de respuestas en el tema OVNI, bien se podría denominar “La búsqueda sin fin” porque quien la realiza es el ser humano, con todas las complejidades que eso implica. El humano es parecido en muchos aspectos pero distinto en la cuestión de interpretaciones.

En la era moderna, definida a partir del descubrimiento o definición de “platos voladores” por parte de Keneth Arnold en 1947, se han escuchado y escrito miles de historias y en ese marco, se han intensificado las corrientes de investigación y los tironeos acerca de quién sabe un poco más, cuando en realidad, la verdad no es de nadie y cada grupo o investigador independiente conoce una porción de ella.

En ese contexto, en la actualidad hay quienes hablan de “naves nodrizas”, de “plasmas” de “pleyadianos”, de “reptilianos”, de “grises”, de “seres de Sirio”, de “hermanos” de “mensajeros” pero hasta el momento nadie lo puede demostrar. Eso también da lugar a la generación de grupos cerrados y sectarios que hace una particular interpretación de determinados fenómenos que no pocas veces son naturales y los califican como “mensajes de entidades” sin tener más que la interpretación de determinado líder del grupo.

Como investigador de campo, puedo afirmar que se han hecho determinadas experiencias para comprobar la sensibilidad de la gente y en jornadas de las que participó un numeroso grupo de entusiastas observadores, ante la presencia de determinado objeto, alguien dice “se mueve” hacia derecha o izquierda y la gran mayoría asiente sugestionada, cuando el objeto en cuestión no es más que una estrella de magnitud -3.

También hay casos de supuestos “contactados” que se convierten en líderes a partir de los “mensajes” dejados por “los seres”, algo que también es indemostrable y son varios los fiascos de los supuestos “encuentros programados” que terminan defraudando a la gente porque “los visitantes” rara vez acuden a “la cita”.

En tal sentido, es recordado el “anuncio” realizado por un personaje identificado como Francisco García en el programa “Teleshow” del que participaban Alfredo Garrido, Lali Cobas y Víctor Sueiro, sobre “la llegada de 50 platos voladores”  a la laguna de Chascomús, provincia de Buenos Aires. Obviamente, eso dio origen a la llegada de miles de personas ansiosas por participar de ese encuentro histórico que… nunca ocurrió, y el chantapufi debió ser custodiado por la policía, porque algunos pretendieron arrojarlo a la laguna.

En lo particular, las personas que conozco a partir de la investigación de una supuesta abducción, jamás afirmaron que les dejaron “mensajes para la humanidad”. Por el contrario, la mayoría de los contactados que he conocido, mantienen un bajo perfil y lejos están de pretender ser “elegidos”, contrariamente a la postura que algunas personas que sostienen mantener “contacto” con seres “de las Pléyades” que le dejan enseñanzas para hacer determinadas “curaciones”, que generalmente no son gratuitas.

Eso, obviamente atenta contra la credibilidad y la seriedad de la investigación. En estos tiempos, como humanos que somos, es fundamental poner las cartas sobre la mesa y dejar de especular con “cursos de contacto” o “capacitaciones” para “un contacto”, porque eso se traduce en la captación de incautos en busca de respuestas que para alcanzar las “celestiales enseñanzas” deben abonar importantes sumas de dinero. En ese marco, hay también investigadores que realizan producciones de origen dudoso, para las que solicitan “aportes” en pos de la “¿investigación?”. Nada más risueño para una generación que está acostumbrada a andar y soportar las inclemencias del tiempo en procura de la verdad, y no solicitan dádivas porque respetan lo que hacen y entregan al público.