22.11.21

LA UFOLOGÍA Y LA JUSTICIA

La última publicación de CEUFO La Pampa desató un lazo que hacía tiempo vengo exponiendo de diferentes formas en distintos ámbitos, siempre con mi nombre y apellido, inclusive frente a los organismos gubernamentales de control y fiscalización y autoridades nacionales.

La ufología es una actividad que respeto pues siempre respeté a todos y siempre me conduje con cortesía, aún los peores escenarios.

En esa última publicación el centro de la misma es el respeto, respeto por el otro y por lo que hace de su vida, está fundamentada en la apropiación indebida de material fotográfico, su publicación y su conservación en línea hasta hoy en día en un video denigrante y ridiculizante para aquellos que vivimos en la Patagonia.

Pero las reacciones ocurridas en mi contra nada dicen de eso, y solo se centran en mi persona, exponiéndome públicamente en forma indebida, agraviándome y difamándome públicamente, y poniendo en duda mi salud mental e incluso mi identidad, lo que me daña y perjudica en varias formas.

Pero no estoy molesto, es más estoy agradecido que al fín la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini salga al escenario y de la cara diciendo lo que piensa de mí, al menos una de sus versiones respecto de mi persona.

Lo que lamento profundamente es que no me lo haya dicho personalmente, aunque lo entiendo porque desde hace años la tengo calificada dentro de todos mis contactos como "no confiable" y como "maliciosa" por sus múltiples expresiones públicas vertidas cobardemente, haciendo acusaciones sin nombre ni apellido, ninguneando, difamando y desacreditando incluso hasta la Patagonia como región, un tiro por elevación que ahora me doy cuenta para donde venía.

Y lo agradezco porque al fín puedo decir lo que pienso y sé de ella, pero no voy a hacerlo de la misma forma pública alimentando lo que definí como "podredumbre del misterio", por el contrario me tomaré el tiempo para recolectar todos los datos e información, preparar mi exposición y hacerlo judicialmente frente a la Fiscalía de turno en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, Patagonia, que es el lugar de mi residencia.

Lamento además que la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini haya incluido en su juego sucio también a mi familia, todos tenemos una realidad individual y familiar particular, mi madre es anciana y ella la está incluyendo en este asunto pretendiendo arrastrarla a su propia inmundicia, asunto que voy a evitar también judicialmente.

Por si alguien tiene dudas de la narrativa de la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini, en mi presentación judicial solicitaré al Fiscal se me realice una pericia psicológica y los estudios que estimen convenientes desde la autoridad judicial y sus asesores en medicina, para dejar en claro mi estado y condición mental.

De la misma forma entregaré al Fiscal mis equipos informáticos para que sean periciados en relación a los dichos de la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini.

Sugiero a la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini y a sus asociados en Argentina y en el resto del mundo, que se preparen para hacer lo mismo, porque solicitaré la intervención judicial al respecto de la búsqueda y detección de mensajes relativos a mi persona que sean descalificatorios y estén en sintonía con las infamias expresadas hoy por la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini en mi contra.

Lamento hacer esto y durante años lo evité, pero ahora que se me expone de esta manera no me queda otro remedio en virtud de mi nombre y mi reputación, y lo lamento porque no solo involucraré a la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini sino también a todos sus asociados en sus negocios, redes sociales, contactos web y relaciones digitales se encuentren éstas donde se encuentren aunque esto me lleve años.

Nada se pierden en los recursos informáticos, aun cuando el usuario los borre de su acceso directo en sus discos duros, la información permanece allí, lo mismo ocurre en el universo web e incluso en las redes sociales, ya lo dije varias veces: todo está allí aunque no se vea.

Me extrañan algunas cosas, primero que si la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini piensa eso de mí y afirma saber de mí en ese sentido, ¿Por qué sigue conservando dentro de las publicaciones de su web Visión Ovni tanto mi información como mis imágenes del Evento T-01, caso de avistamiento en cercanías del avión presidencial en 2012 arribando a Río Gallegos?, ¿Si es que soy "un loco", por qué conserva mis imágenes y mi nombre en su web?.

http://www.visionovni.com.ar/archivos/966

También me extraña que estando en la posición en la que dice estar y sabiendo lo que dice saber, no haya realizado hasta ahora después de tantos años, porque esto no es nuevo, una denuncia formal a las autoridades correspondientes; pero no hay problema con ello, ahora la haré yo mismo siendo que me expone y descalifica públicamente de una forma grosera, mentirosa y maleducada, como lo hice en el pasado con otros asuntos referidos a sus dichos sobre la Patagonia el lugar donde vivo.

Siempre me referí con respeto a la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini, tanto en lo que hace, como por la dama que es y como persona humana.

Como dije, me tomaré mi tiempo para hacer la denuncia ante el Fiscal de turno.

Mientras tanto expreso a todos públicamente que la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini tiene 72 horas para retractarse de los dichos sobre mí y disculparse públicamente.

Al mismo tiempo expreso a todos sus asociados y seguidores que abordaré el mismo proceso jurídico en contra de todo aquel que repita, retransmita, duplique y exponga públicamente los dichos de la Señora Andrea Fabiana Pérez Simondini, por el médio público o privado que fuera.

No le voy a dar el gusto a nadie de un debate sobre dichos deplorables y mediocres sobre mi persona en la web ni en las redes sociales, ni por público ni por privado, por el contrario recurriré a la justicia como siempre lo hice.

No voy a ser yo quien ponga más excremento y aditivos nauseabundos en la "podredumbre del misterio".

Tampoco voy a permitir que se me trate de esta forma ni en público ni en privado, que le quede bien claro a todos que mis derechos son iguales que los de cualquiera.

Javier Walter Sofía