Las experiencias y relatos de apariciones de luces y seres
extraños en el oeste de la provincia de La Pampa, son una realidad constante. A
principios del mes de junio, un cazador relató la presencia de lo que los
lugareños denominan “la casilla”, una extraña aparición de un objeto luminoso
en pleno desierto, donde no existen las líneas de tendido eléctrico por lo
tanto, toda manifestación lumínica convencional siempre tiene explicación,
cuando se trata de un solitario establecimiento rural, antes que apaguen el
grupo electrógeno que brinda el fluido que por pocas horas permite iluminar tenuemente
las viviendas.
Cuando las luces se desplazan o tienen características
desconocidas, es cuando los lugareños y los cazadores que recorren la zona,
hacen alusión a la presencia de “la casilla”.
A principios del mes de junio, cuando un grupo de cazadores
se desplazaban en la madrugada en busca de alguna presa, observaron con
sorpresa que a unos 2 kilómetros de su posición, se encontraba “la casilla”,
iluminada con una potente luz propia que sobresalía en el desierto. Uno propuso
acercarse pero sus compañeros decidieron retornar hacia el establecimiento
rural por temor.
Quince días más tarde la experiencia se repitió en la misma
zona identificada como La Humada, pero esta vez, pudieron apreciar que en la
zona, no sólo estaba “la casilla”, sino que varias luces se movían incomprensiblemente
en una zona donde no hay caminos. Lo hacían desplazándose con suavidad por
sobre la vegetación natural baja y achaparrada.
Era casi la media noche cuando una de esas “luces” se acercó
a un grupo de cuatro personas, entre ellas una niña de 13 años. Todos permanecían
cerca de un tanque australiano con agua para la hacienda en una zona
descampada. La sorpresa fue mayúscula cuando advirtieron que junto a la luz, también
se desplazaba la silueta de lo que parecía una persona normal, pero, no podían
ver su rostro por la iluminación propia de “la luz”. Cuando intentaron alumbrar
con el reflector al extraño ser que se hallaba a unos 30 metros del grupo,
misteriosamente se desvaneció ante su vista sin dejar rastros, ni la luz ni el
ser.
El episodio conmocionó a la niña por lo que decidieron
volver al establecimiento y evitar complicaciones.
Este tipo de sucesos son muy comunes en el oeste y los
pobladores conviven a diario con experiencias similares que sólo comentan en
reducidos círculos de amistades, como algo que ya es “natural”.
Las definiciones de “la casilla”, varían de acuerdo a la
distancia a que han logrado observarla. Quienes más cerca la han encontrado
tanto de noche como de día, la definen “como un vagón de tren” con ventanillas
que se advierten por su potente luz interior.
En algunos casos “la casilla” se desplaza lentamente a baja
altura y cruza algún camino para detenerse o catapultarse al espacio a una
velocidad impresionante, de acuerdo a los relatos recogidos.
FOTOS: Las fotografías que ilustran este post, son clara muestra de lo que es la región y los visitantes pueden imaginarse que desplazarse de noche en la región, es algo complicado.