Capilla del Monte se convirtió en la capital mística del país el día 11 del 11. Es que la gente se planteó un montón de interrogantes respecto s lo que pudiera pasar. En realidad, seguramente todos querían íntimamente que algo pasara, algo extraño y que demostrara que por algo se había anunciado y se habían preparado para el 11 del… en lo posible a las 11 horas y 11 minutos.
Lo cierto es que no ocurrió nada extraño, simplemente miles de personas se dispusieron “en positivo” a esperar la fecha y la hora, alentados por deseos íntimos que en realidad no se sabe a ciencia cierta si a alguno se le cumplieron.
Lo importante fue ver tanta gente dispuesta al bien, al amor, a la paz y obviamente, los que mejores lo pasaron finalmente fueron los dueños de hoteles, hosterías, casas de comida y todo lo que funcionó a full en esa fecha. Sin dudas en Córdoba saben explotar este tipo de fechas, con una capacidad envidiable para explotar el turismo.
Hubo radios que transmitieron la jornada en directo y hubo meditaciones guiadas, luego canciones y bailes y todo se convirtió en una especie de carnaval que les hizo bien a todos. O al menos a la mayoría, porque entre tanta gente tal vez alguno se haya decepcionado porque “no paso nada” de lo que había imaginado.
Seguramente puede haber un encuentro similar dentro de muchos años, en 2911, cuando los numerólogos consideren que en ese caso sí se dará el “11” sumando el 2 y el 9… en fin. Si a la gente le hace bien esto, que lo disfruten, porque sin dudas hubo predisposición no sólo en Córdoba, sino en otros puntos del país y del mundo, ya que en algunos lugares se produjeron eventos como casamientos por centenares, ante el anuncio que quienes se desposaran en esa fecha, tendrían la felicidad asegurada. El tiempo será testigo pero difícilmente se pueda demostrar.
La jornada se presentó tranquila en las primeras horas de la madrugada, con sólo un puñado de personas que esperaron al pie del mítico cerro Uritorco la llegada del nuevo día pero especialmente de las 11 de la mañana para dar el ansiado “paso cósmico”.
Con los primeros rayos del sol todo cambió. Una multitud de todas las edades comenzó a encaminarse hacia el predio de Pueblo Encanto, donde los promotores de Encuentro 11 concentraron al grueso de los asistentes.
Llegaron por cualquier medio y cientos de automóviles taponaban los estacionamientos en varias cuadras a la redonda.
Con rigurosa severidad controlaron el acceso de la colorida concurrencia que había abonado al ingreso o bien lo había hecho vía Internet. Y negaron el acceso a los medios de prensa con una celosa vigilancia.
La aceitada organización finalizó el día con una facturación millonaria para los impulsores del evento, hoteleros y comerciantes.
Chamanes. Entre los “gurúes” que se dieron cita en la localidad punillense estuvo Matías De Stefano, un joven que asegura ser la reencarnación de un habitante de la Atlántida, y que suma miles de adeptos.
Más allá de Pueblo Encanto, pequeños grupos se reunieron en la Posta del Silencio, en el Complejo El 44. Fue el punto de partida hacia Ongamira, Los Terrones y la Pirámide de El Zapato.
El chamán mejicano Roberto Trevilla eligió la casona Duende Azul, y señaló que “esta es la integración con la Pachamama, es la interconexión que emana de nuestra cultura”, mientras participaba en un ritual.
La marea humana que pernocta en Capilla del Monte recorrió la ciudad, llenó comedores y confiterías y agotó las localidades para el ascenso nocturno al cerro Uritorco.
Cada 10 personas que entraban, debían contratar un guía por 220 pesos, en contraste con los 45 pesos diurnos.
S hicieron meditaciones pidiendo por la paz, con música, baile y coloridas vestimentas y artesanías alusivas.
Espiritualidad. La mayoría de los que llegaron ayer a Capilla del Monte creen que el Uritorco es una especie de “foco de luz” para quienes buscan la conexión y la espiritualidad.