Un integrante del grupo de jóvenes del CEUFO recorría un campo en la zona rural de Lonquimay y halló un animal mutilado. La experiencia recogida por Isaías, un jovencito de 12 años fue muy interesante porque además, tomó las fotografías que ilustran este informe.
Las mutilaciones de animales siguen produciéndose en toda la región de manera aislada pero en forma permanente. Los informes arrojan cifras que causan preocupación en los productores de las distintas zonas, al punto tal que el mes pasado en el oeste de la provincia, varios animales de raza caprina fueron víctimas de ataques con las mismas características que los vacunos.
Mientras tanto, continuamos SIN RESPUESTA a un fenómeno que “está ahí” y que la mayoría de los productores que denuncian a nuestro centro, lo relacionan con la aparición y evolución de extraños objetos luminosos que silenciosamente recorren la región a toda hora.
