LA PAMPA
La casuística ovnilógica de la provincia es tan alta que por lo bajo la gente se pregunta ¿por qué?, sin que hasta el momento nadie, a nivel oficial se ocupe del tema. Obviamente no hay áreas específicas a nivel oficial que se dediquen al estudio sistemático.
En ese marco, las miradas se dirigen hacia el Centro de Estudios UFO una entidad local de reconocida trayectoria nacional e internacional, donde es valorada por la seriedad con que encara las investigaciones con los pocos elementos técnicos que dispone.
El común de la gente, productores, trabajadores rurales, viajantes, camioneros, policías, todos tienen una referencia del fenómeno que es recogida por el CEUFO, lo que le facilita contar con uno de los bancos de datos más grandes de Argentina. Toda esa información en algún momento le servirá a alguien, a otros investigadores o instituciones que encaren el tema con la seriedad que merece y que el CEUFO le ha dispensado hasta ahora.
De nada sirve especular con teorías que hablen de la procedencia del fenómeno, mucho menos encasillarlo en las tímidas y hasta endebles estructuras de una ciencia ortodoxa que lo que no puede clasificar, lo desecha como inexistente.
Sin embargo, la gente convive con un fenómeno que no tiene explicación. Por eso se ha popularizado el slogan que “el fenómeno está ahí”, porque a diario se reciben denuncias y comentarios de experiencias vividas por la gente no sólo del interior sino de todos los rincones de la región.
Lo primordial sería intentar comprender el fenómeno. Hallar un patrón de manifestación como para seguir una línea. De alguna manera, lo hecho hasta ahora sirve como para intentar dar una mínima respuesta: es innegable “el fenómeno está ahí”.
Hoy se habla del tema con más espontaneidad y naturalidad. Le gente ha perdido el prurito de no hablar por temor al “que dirán” y se expresa con respeto tanto hacia quienes los escuchan como hacia el fenómeno, porque nadie les puede negar su experiencia, su vivencia. Mucho menos los que intentan dar una explicación sentados detrás de un cómodo escritorio y haciendo estadísticas en una pc, en una postura “porteña” que todo lo intenta explicar con “lógica” sin conocer la idiosincrasia de la gente del interior.
