ANTECEDENTE
En noviembre de 2016, dos personas mayores de edad, padre
e hijo, se desplazaban a media tarde sobre la Ruta Provincial 14, en la
provincia de La Pampa, en inmediaciones del mítico “Paraje La Araña”. Hacía calor
y el viaje transcurría normal y lento por el calor, eran poco más de las 18
horas.
La ruta estaba casi sin tránsito e imprevistamente, “algo”
impactó contra el lateral derecho de la camioneta con tal violencia, que la
sacudió y gracias a la pericia del conductor, el suceso no pasó a mayores y se
detuvieron en la banquina.
Partiendo de la base que no había calles que cruzaran la
ruta, los viajeros suponían que un animal de gran porte, como un chancho jabalí,
fue la causa del incidente, pero su sorpresa fue mayúscula cuando al mirar
hacia atrás, no vieron nada anormal, mucho menos un animal herido.
Observaron el costado del rodado para constatar los daños
pero… no tenía ninguna señal de impacto, sólo un polvo blanco en toda la zona
donde consideraron se había producido el golpe. Extrañados y sin intercambiar
palabras, se alejaron del lugar. El episodio fue comentado en un mínimo círculo
de allegados hasta que meses más tarde uno de los protagonistas tomó contacto
con el CEUFO, porque sabía que con frecuencia recorríamos esa región.
LA BÚSQUEDA
Era el único relato que contábamos de esas
características y como todas las búsquedas son complejas porque deben ser
minuciosas, empezamos a revisar los antecedentes de la región. Esa es una
amplia zona con considerable variedad magnética. Tan significativa que alteraba
los instrumentos de vuelo de aviones de porte considerable que evitaban la
zona, conocedores de esa realidad.
EPISODIO RECIENTE
En ese contexto y de manera fortuita, un miembro del
CEUFO circulaba por la zona a fines del mes de septiembre del presente año 2024
y desde un segundo vehículo que transitaba detrás, un familiar realizó dos
fotografías y la sorpresa surgió cuando al día siguiente observaron la toma en
detalle.
En la primera, todo transcurre normalmente pero en la
segunda, captada en un corto intervalo, aparece sobre la izquierda del rodado
una luz blanca muy potente que no fue advertida por ninguno de los viajeros. El
viaje culminó sin sobresaltos y las evaluaciones surgieron después.
En ese marco, cabe preguntarse si esas energías que
evidentemente recorren la región, tienen algún tipo de relación con la
experiencia vivida por los viajeros en el año 2016. De eso se desprende el
interrogante acerca de la anomalía y lo complejo de analizar si bajo
determinadas circunstancias las mismas pueden convertirse en algo físico. En
ese caso ¿podrían ser causa de accidentes?.
El interrogante genera inquietud pero sólo alimenta el
espíritu de la investigación que el CEUFO realizará en los próximos meses.