13.7.20

OVNI´s: ENTRE LA CREDIBILIDAD Y MERCADEO

La búsqueda de respuestas en el tema OVNI, bien se podría denominar “La búsqueda sin fin” porque quien la realiza es el ser humano, con todas las complejidades que eso implica. El humano es parecido en muchos aspectos pero distinto en la cuestión de interpretaciones.

En la era moderna, definida a partir del descubrimiento o definición de “platos voladores” por parte de Keneth Arnold en 1947, se han escuchado y escrito miles de historias y en ese marco, se han intensificado las corrientes de investigación y los tironeos acerca de quién sabe un poco más, cuando en realidad, la verdad no es de nadie y cada grupo o investigador independiente conoce una porción de ella.

En ese contexto, en la actualidad hay quienes hablan de “naves nodrizas”, de “plasmas” de “pleyadianos”, de “reptilianos”, de “grises”, de “seres de Sirio”, de “hermanos” de “mensajeros” pero hasta el momento nadie lo puede demostrar. Eso también da lugar a la generación de grupos cerrados y sectarios que hace una particular interpretación de determinados fenómenos que no pocas veces son naturales y los califican como “mensajes de entidades” sin tener más que la interpretación de determinado líder del grupo.

Como investigador de campo, puedo afirmar que se han hecho determinadas experiencias para comprobar la sensibilidad de la gente y en jornadas de las que participó un numeroso grupo de entusiastas observadores, ante la presencia de determinado objeto, alguien dice “se mueve” hacia derecha o izquierda y la gran mayoría asiente sugestionada, cuando el objeto en cuestión no es más que una estrella de magnitud -3.

También hay casos de supuestos “contactados” que se convierten en líderes a partir de los “mensajes” dejados por “los seres”, algo que también es indemostrable y son varios los fiascos de los supuestos “encuentros programados” que terminan defraudando a la gente porque “los visitantes” rara vez acuden a “la cita”.

En tal sentido, es recordado el “anuncio” realizado por un personaje identificado como Francisco García en el programa “Teleshow” del que participaban Alfredo Garrido, Lali Cobas y Víctor Sueiro, sobre “la llegada de 50 platos voladores”  a la laguna de Chascomús, provincia de Buenos Aires. Obviamente, eso dio origen a la llegada de miles de personas ansiosas por participar de ese encuentro histórico que… nunca ocurrió, y el chantapufi debió ser custodiado por la policía, porque algunos pretendieron arrojarlo a la laguna.

En lo particular, las personas que conozco a partir de la investigación de una supuesta abducción, jamás afirmaron que les dejaron “mensajes para la humanidad”. Por el contrario, la mayoría de los contactados que he conocido, mantienen un bajo perfil y lejos están de pretender ser “elegidos”, contrariamente a la postura que algunas personas que sostienen mantener “contacto” con seres “de las Pléyades” que le dejan enseñanzas para hacer determinadas “curaciones”, que generalmente no son gratuitas.

Eso, obviamente atenta contra la credibilidad y la seriedad de la investigación. En estos tiempos, como humanos que somos, es fundamental poner las cartas sobre la mesa y dejar de especular con “cursos de contacto” o “capacitaciones” para “un contacto”, porque eso se traduce en la captación de incautos en busca de respuestas que para alcanzar las “celestiales enseñanzas” deben abonar importantes sumas de dinero. En ese marco, hay también investigadores que realizan producciones de origen dudoso, para las que solicitan “aportes” en pos de la “¿investigación?”. Nada más risueño para una generación que está acostumbrada a andar y soportar las inclemencias del tiempo en procura de la verdad, y no solicitan dádivas porque respetan lo que hacen y entregan al público.