24.10.16

La búsqueda sin fin…



El OVNI y la eterna búsqueda. Sin dudas uno de los mayores enigmas que el hombre interiormente se plantea sin reconocerlo públicamente ante tantos avatares que debe enfrentar en su vida diaria, es el interrogante de “el OVNI”.
El tema no es nuevo y muchos investigadores que ya no están entre nosotros, se fueron con el interrogante a cuestas, aunque la mayoría no cedió su interés en la búsqueda de una respuesta concreta, con aciertos y errores. Con interpretaciones intuitivas ante la falta de metodologías y en la mayoría de los casos por falta de medios. Sin embargo, en silencio trabajaron en pos de una respuesta que nunca llegó. O tal vez sí y por alguna razón callaron.

Ya son casi tres generaciones de investigadores que evolucionaron a fuerza de sacrificio. De búsqueda permanente pero con una decisión tenaz que a muchos distinguió. En ese marco, puedo nombrar a dos, aunque seguro hay muchos más. Ellos son don Pedro Romaniuk y Fabio Pedro Alles o más conocido e institucionalizado como “Fabio Zerpa”.

Considero que con esfuerzo buscaron (y busca) aún la respuesta como pioneros de una especialidad que jamás obtuvo reconocimiento y que fue convocada generalmente para formar parte de programas armados especialmente para polemizar. Si uno de ellos participaba de un panel, seguramente una producción convocaba a varios para que “apunten” contra los sostenedores de lo que hace 50 años no era una utopía, sino un imposible o una locura.

Sin embargo, en base a estudio, a trabajo de campo, a esfuerzo de viajes interminables, fueron marcando la senda que después siguieron muchos más. Con el tiempo, la tentación e aparecer en los medios masivos obnubiló a algunos investigadores que prefirieron disputarse la aparición en un estudio televisivo, que las luces de las estrellas en una vigilia real y auténtica en la búsqueda de respuestas.

Hoy, hay muchos. Miles tal vez, que “investigan” desde una computadora “por internet”. Que opinan y discuten como especialistas de algo que desconocen pero que los apasiona. Que prefieren hablar de “los casos más sonados” ocurridos en cualquier parte del mundo. Menos de lo que pasa a la vuelta de la esquina o mejor dicho, en sus propios cielos.

Da la sensación que a veces prefieren llegar a los codazos a sacarse una foto al lado de un ilustre investigador extranjero que llega al país, que conocer lo que ocurre en zonas rurales o del interior. La realidad indica que hay zonas verdaderamente “calientes” como la Patagonia, donde “el OVNI” se muestra con inusitada frecuencia y singularidad. Sin dudas este es el proceder de la tercera generación de investigadores que pululan en la web. Esos especialistas que pueden hablar de un caso en Europa o Estados Unidos, pero desconocen lo que pasa en su propia región.

Tal vez es tiempo que todos, los representantes de cada generación de investigadores, dejen de lado “los egos” y hagan coincidir sus estudios reales en un congreso serio, en el que las pruebas se tiren en la mesa y se compartan sin mezquindades, para tratar de interpretar algo que sucede y que está mucho más allá del negocio de algunos o del “reiting” de otros.

Despues de 44 años como investigador de campo, digo esto no porque considere que tengo la autoridad suficiente, sino porque he aprendido que cada uno en su búsqueda ha encontrado una parte de la verdad. El día que dejemos de lado el ego y la necesidad de figurar en alguna programación de tv, seguramente entenderemos algo que está muy por encima del hombre. Tal vez “ellos” miran desde otro plano nuestro proceder y consideran que estamos muy lejos de entenderlos.

Quizás sea tiempo de reflexionar  y empezar a compartir lo poco que sabemos de esos extraños visitantes, para tratar de entender un fenómeno que “está ahi”, porque el tiempo ha demostrado que en este tema… “la verdad no es de nadie”.

Quique Mario
CEUFO