3.7.13

LAS MUTILACIONES DE ANIMALES NO CESAN


Los animales mutilados siguen apareciendo en distintas regiones de la provincia de La Pampa, sin solución de continuidad y sin que nadie a nivel oficial ofrezca una respuesta que al menos aliente en parte a los productores. Animal mutilado, animal perdido.
En las últimas semanas se dieron varios episodios en zonas cercanas a la ciudad de Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa, donde varios animales aparecieron muertos con los clásicos cortes, pero el hecho más llamativo fue el caso de un toro, de gran valor económico, que apareció muerto, con las mutilaciones pero en un campo vecino al de su dueño.
De eso se desprende que “alguien”, sin dejar la mínima huella en la zona, se llevó un animal, lo mató y lo dejó en otro lado. Evidentemente ese detalle los “mutiladores” no lo tienen en cuenta. Es decir que les da lo mismo dejarlos en un campo vecino y no en el de sus propietarios.
El episodio fue descubierto por el dueño del campo en que apareció el animal, quien de lejos advirtió que había un toro echado en el terreno, cosa que le llamó la atención porque él no tenía ningún toro en el rodeo. Se acercó y comprobó que el animal estaba muerto y reconoció la marca que identificaba al animal por lo que dio aviso a su dueño y a la policía.
Por su parte, la policía provincial prácticamente interviene muy poco porque la mayoría de los productores evitan hacer las denuncias ya que hasta ahora, nadie les ha dado una respuesta ni desde el nivel judicial ni oficial. En caso de hacer denuncias, los productores deben realizar varios viajes primero a dependencias policiales de la población mas cercana y luego a dependencias judiciales donde ratifican sus dichos pero… nadie les da una solución y ellos, los damnificados, tienen que cubrir los gastos de sus viajes a las consultas judiciales.

Las mutilaciones de animales aun están SIN RESPUESTA, a pesar que hace muy poco se cumplieron 11 años de los primeros casos en aquellas conmovedoras recorridas que en pocos meses arrojaron más de 700 animales mutilados en 2002 y una cifra similar al año siguiente, no ha habido una respuesta oficial, a excepción de aquel ridículo ensayo del SENASA que “acusó” al “ratón hocicudo rojizo” una especie que los científicos pampeanos se encargaron de demostrar que no existe en la región.