4.7.12

AGUA, misteriosas ausencias del líquido vital


La dedicación que ponemos en analizar objetivamente las ideas de los otros con quienes disentimos, muestra proporcionalmente nuestra honesta intención en la búsqueda de la verdad y por añadidura nos muestra a nosotros mismos tal como somos en realidad.


Por Javier Walter Sofía.

Dicen, los que saben, que en la noche el campo nunca duerme y que es solo una ilusión cuando está silencioso y quieto.
Recuerdo a Don Mateo un viejo puestero de la precordillera chubutense, en su relato no midió tanto las palabras como la distancia de su taburete a la mesa, calculando que nos podría cebar unos amargos a todos sin moverse.
“Pasé una vez a cerrar el potrero grande - explicaba - y el tanque estaba rebalsando, después… desde allá arriba de los árboles se apareció esa luz como quien quema ginebra…, y cuando volví al puesto ya no había una gota de agua”. Simplemente relató la dirección, la altura y el color azulado; a buen observador, pocas palabras.

El valor del agua
Siempre he pensado que el agua es a la vida en el planeta Tierra lo que la sangre es al cuerpo humano, en el planeta late, circula y alimenta como en el Hombre su líquido vital.
Es agua molesta en los charcos cuando estrenamos zapatos, y es de temer cuando violentos huracanes, pero la raza humana la busca con desesperación en lejanos planetas pues su significado es más que científico, el agua despierta la primitiva comprensión que todo ser vivo lleva impresa en lo más profundo de su ser: el valor de la existencia de la vida.
No por casualidad el planeta y todos los seres que lo habitan -la especie humana incluida- están en gran parte constituidos por moléculas de agua; 70% más o menos.
El Hombre, concientemente beligerante, ha puesto públicamente al agua como una de las causas de conflictos “futuro”, o “presentes” si analizamos el despliegue militar alrededor de los enormes acuíferos subterráneos en Libia, asunto vinculado a los yacimientos petrolíferos del lugar y de lo cual poco se ha hablado.
El agua es el compuesto más usado en toda actividad humana desde lo profundo de su historia, y pocos piensan diariamente que abrir una simple canilla para lavarse el rostro por las mañanas están echando un vistazo al mismo líquido que dio vida y vio desaparecer a los dinosaurios.
Es que el agua a pesar de ser uno de los compuestos aparentemente más simples (H2O = Hidrógeno2 + Oxigeno) y uno de los más investigados por la mayoría de las disciplinas de la ciencia, es el líquido más incógnito en el planeta y por sobre todos el más complejo en sus transformaciones para el sustento de la vida.
La raza humana se ha maravillado al ver por primera vez el azul del agua del planeta desde el espacio y al mismo tiempo pensó que pequeña se veía su “casa” enmarcada en esa oscura profundidad. Y me pregunto ¿cómo habrían de verla verosímiles viajeros después de transitar el árido vacío espacial?.
Tal vez con esa misma y elemental necesidad con la que convivimos en las actuales ciudades tapizadas de cemento cuando el calor supera y se mantiene por sobre los 25 °C.
Puede ocurrir esto porque la vida no hace diferencias con las especies y a todas impulsa a buscar, de la forma que fuere, agua para seguir existiendo; todas ellas están atadas a esa “cadena” de demanda, y podría suponerse que las “visitas” de nuestro hogar planetario también puedan moverse en la misma dirección.

Faltantes misteriosas
Ha intrigado desde décadas la misteriosa desaparición de agua en reservorios naturales y artificiales en todos los rincones del planeta, desde las praderas australianas hasta la estepa patagónica, y desde las grandes urbanizaciones europeas ó campos de pasturas canadienses hasta los minúsculos poblados africanos.
En cada ocasión estas faltantes se vincularon a destellos en el cielo, tormentas repentinas, incomprensibles temblores de tierra e incluso a la presencia de singularidades en forma de objetos voladores o seres de apariencia humana, y muy frecuentemente con el mutilado de animales de granja con fines hoy desconocidos.
Las misteriosas desapariciones actuales de agua se producen donde el líquido es potable, o al menos no está contaminado, está destinado a ganadería ó agricultura, o permite su depuración para consumo vital humano.
Recordemos que con solo caminar por cualquier pueblo o ciudad del mundo se puede percibir la consecuencia del agua contaminada, ya de descarga cloacal como industrial o en razones extremas por efectos militares o mineros.
El  Hombre ha convertido sus ríos, pequeños y grandes, y sus océanos en verdaderos depósitos de desperdicios, hoy existen en los puntos de vórtice de las corrientes marinas oceánicas enormes concentraciones de elementos mayoritariamente plásticos, verdaderos subcontinentes artificiales de basura que ya están haciendo estragos en muchos de los eslabones de las cadenas alimenticias del mar.
Paradójicamente el ser humano recibe el hálito vital de los mares: de ellos se evaporan las agua que luego producen lluvias y conservan en su nivel a los acuíferos continentales; en su vaivén lunar las mareas establecen los límites de la vida en las plataformas continentales y en las costas; y de los seres que los habitan se sustenta directamente un tercio de la población del planeta.
No es extraño entonces que el Hombre haya hecho florecer sus grandes civilizaciones al lado del agua, haya concebido sus religiones ligadas a ella y sean los terrenos más próximos a los grandes ríos y al océano donde cultiva casi la totalidad de sus alimentos.
Pero esa es una visión, la del ser humano, criatura en permanente conflicto con su espíritu y eternamente contradictorio entre sus deseos y sus actos.
Tal vez la visión de un visitante ocasional a este planeta sea otra, alejada de conspiraciones y extraños libretos de película, tal vez como la raza humana esta observando el cosmos en busca de agua, este planeta ya ha sido observado, probado y medido por esos visitantes.
Y, tal vez, viendo que el agua de aquí es buena han decidido tomarla ante las propias narices del Hombre.

Tres anomalías severas
La desaparición total del agua de lagos es un hecho verificado que aún solo posee explicaciones tentativas, algunas orientadas a fallas geológicas y otras a procesos drásticos del cambio climático y aun así no llegan a narrar sin lugar a dudas el proceso físico por el cual “toda” el agua de esos lagos desapareció de la noche a la mañana.
En ningún caso se encontró el punto de desagote, y tampoco se encontraron múltiples canales por los cuales pudiera haberse perdido el agua tan rápidamente.
La desaparición del lago Bolotnikovo en Rusia en el año 2.005 y del lago Témpanos en Chile en el año 2.007 son los dos casos más destacados y los más investigados por los volúmenes de agua involucrada.
Las explicaciones de ciencia para estos sucesos no han bastado pues no fueron encontrados los sumideros que permitieran el desvanecimiento tan veloz de tan enorme cantidad de agua, los que debieran poder ser vistos a simple vista.
Existe otra clase de anomalía, la segunda, caracterizada por la formación de enormes cavidades, casi perfectamente circulares, originadas de la noche a la mañana sobre las cuales los especialistas en geología solo han podido especular sobre su origen.
En Guatemala, primero en el año 2.007 y luego en el año 2.010 se formaron enormes pozos de 20 metros de diámetro y unos 30 metros de profundidad, y aunque el hecho tuvo repetición y los pozos fueron tapados los resultados de las tareas de investigación solo arribaron a teorías, sin lograr definir concretamente qué causó estas cavidades.
También en el año 2.010 en Alemania se formó un pozo de similar tamaño, y en el mismo año varios de la mitad de ese tamaño se formaron en China.
Lo llamativo de estas anomalías recurrentes son sus características físicas, bordes redondeados, paredes rectas y el intrigante destino del gran volumen del material desplazado.
En los casos, los pozos aparecieron en zonas donde el concreto y pavimento cubrían la superficie, y éstos fueron seccionados como si se tratara de un sacabocados gigante.
La última anomalía que mencionaré y que de alguna manera vincula a las dos anteriores es la misteriosa formación de “círculos” sobre las superficies heladas de algunos lagos.

Entre los casos más destacados está el del lago Baikal, que cobró notoriedad en el año 2.009 pues el hecho fue fotografiado por los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional, quedando un claro registro de la formación de dos círculos en el hielo de unos 4 kilómetros de diámetro.
A pesar que esto fue justificado por la acumulación de metano y la formación de remolinos ascendentes de agua más caliente, ello no explica porque esto se produce en las áreas del lago alejadas de las cotas de corriente ascendente, y tampoco explica el mecanismo físico y químico por el cual en el intenso frío y enorme profundidad del lago, en invierno, el metano reacciona calentando el agua.
Y las explicaciones de la ciencia tampoco llegan a echar luz del porque en otros lagos que no contienen metano también se presentaron estas enigmáticas formaciones, como ocurrió en el año 2.007 en Fyresdal, Noruega y en el año 2.009 en Devon, Reino Unido.
Estas tres anomalías pueden o no estar relacionadas, pero si lo estuvieran deberían ser un alerta al Hombre pues si bien los lagos desaparecidos fueron “pequeños”, ¿qué ocurriría si pasara lo mismo con los grandes lagos continentales de los que nutren cientos de miles o millones de personas, y todos los sistemas productivos?.
La Naturaleza puede estar comportándose de maneras extrañas,  pero la verdad es que estos hechos vienen ocurriendo realmente y hoy no tienen explicación coherente.

El vínculo vital
La forma en que las personas se comportan en relación a lo que las  rodea, habla de su predisposición e intención sobre ello. Así, lo menos que puede pensar un visitante ocasional: la humanidad está desvinculada del Agua, no le preocupa su pureza, no le preocupa interrumpir su ciclo natural, y podría parecer que tampoco la vida que el agua sustenta.
¿Por qué no tomarla entonces?, sin impedimentos tecnológicos, en total anonimato y tal vez para uso propio desde los mismos lugares que el Hombre fabrica para su almacenamiento, tal vez como una garantía de que esa agua es de cierta pureza.
Estos reservorios artificiales normalmente destinados a ganadería y agricultura, tanques elevados cerrados, cisternas subterráneas y hasta depósitos de suministro urbano, poseen medidas, válvulas, sistemas de bombeo y artilugios que permiten conservarlos repletos ya que su uso es diario y constante.
Los sucesos más destacados de estas desapariciones se han dado con mayor frecuencia en las zonas productivas destinadas a la ganadería y agricultura, espacios abiertos con poblaciones humanas reducidas y aisladas.
Los tanques australianos son drenados en minutos, y se puede pensar que no es porque estas estructuras son abiertas pues esto mismo ocurre con cisternas subterráneas rurales y tanques intermedios, las que se encuentran dentro de otras estructuras.
Una observación importante tiene que ver con la calidad del agua, mientras la usada para labores agrarias normalmente proviene de fuentes naturales puras sin tratamiento, la que se encuentra en depósitos para uso humano normalmente posee tratamiento químico y físico previo, e inclusive es clorada lo que parece no ser impedimento para su desaparición.
Se ha dicho muchas veces que para una tecnología avanzada que puede hacerse de agua de forma furtiva y veloz, podría suponerse que resultaría lo mismo capturar agua oceánica para ser usada con los mismos fines.
Entonces ¿por qué la predilección por el agua dulce natural?, tal vez pues aquí también se aplica la Ley del Menor Esfuerzo en la subsistencia, algo común en toda forma de vida.

Horizonte blanco
Una de las ecuaciones en el intento por buscar la verdad tiene que ver con la autocrítica, y buscar aquellos datos que superen las propias teorías; a veces esos datos niegan la propia opinión y otras la confirman.
Esto ocurre cuando nos alejamos de los depósitos artificiales hechos por el Hombre, y buscamos rastros de actividad no habitual y desvanecimientos de agua entre los reservorios de agua dulce más ignorados, tal vez por su inmensidad, lejanía, o sus condiciones climáticas extremas: el Hielo Continental Patagónico y Antártida.
Ambos regulan el clima regional y continental y disponen de reservas de agua dulce natural enormes. Podríamos suponer que es más cómodo transportar agua líquida para nuestros visitantes misteriosos, pero lo cierto es que el hielo tiene menor volumen, permite una estiba más equilibrada.
Y en realidad es también más ecológico pues a poca profundidad de las superficies heladas nos encontraremos con hielo de la época preindustrial humana, es decir: no contaminado en lo absoluto.
En los procesos de exploración glaciar se verificaron anomalías geométricas en las superficies heladas, algunas han sido anotadas en algunas bitácoras de viajes pero no se les ha dado importancia académica.
Ejemplos de ello constan en las numerosas películas aéreas y terrestres tomadas en los diferentes viajes realizados por Richard Evelyn Byrd a la Antártida entre 1.928 y 1.956, y extrañamente después de medio siglo esta información es compleja de consultar y mucha se encuentra evidentemente incompleta para el público.
También se perciben estas anomalías en la documentación de relevamiento aéreo y terrestre realizada previa y posteriormente a las actividades de las operaciones Upsala y Glaciar, organizadas y dirigidas entre otros por la Fuerza Aérea de Tareas Antárticas al mando del Mario Luis Olezza, llevadas a cabo en 1.964 en el Hielo Continental Patagónico Sur en Santa Cruz.
Estas “faltantes” de franjas de hielo, perfectamente angulares y casi siempre de las mismas proporciones nunca fueron investigadas a cabalidad y pasaron a ser parte de las anécdotas de los exploradores que se aventuraban en aquellas remotas latitudes.
Incluso se ha insinuado que algunas de las antiguas instalaciones de bases de avanzada antárticas se realizaron aprovechando estas depresiones, tanto para la instalación de la infraestructura sub glaciar, como para el marcado y avance de las rutas habituales a recorrer por tierra.
Aun así, pudiendo ver desde el aire, en video y fotografías estas curiosas “formaciones” geométricas, solo se puede especular sobre su origen pues gran parte de los documentos y libretas de campo de los primeros viajeros del lugar son de acceso reservado o han desaparecido, tal vez debido a esa severa censura a la que es expuesta la información.
Este mundo es de variadas visiones, el ser humano elige creer o no, y ello es una decisión interior y primitiva: confiar o no confiar son las opciones, herramientas de la supervivencia desde el principio de su historia.
Pero aunque las personas no crean y busquen explicaciones complejas y muchas veces sin la vivencia del lugar, aún hoy nadie ha podido explicarle a Don Mateo, ese puestero de campo que vivió toda su vida compartiendo con el verde y el ganado, cómo ha ocurrido que el tanque australiano que controla dos o tres veces por día, se vació misteriosamente en unos minutos mientras él iba a cerrar los corrales.

INSERTOS DE TEXTO

Inserto 1
Superstición y consecuencias
El ser humano, deslumbrado y temeroso por aquello desconocido que lo rodea tiende a especular y actuar en base a ello, muchas veces con graves desaciertos que terminan por perjudicar su diario vivir.
Un ejemplo de esto fue la denominada “Agua de Brujas”, producida por el sacrificio de miles de gatos en la Europa medieval por considerarlos aliados de la brujería, los animales eran ahogados en enormes barricas de agua trasportadas por carretas y las mismas se vaciaban luego en los cursos de agua para que la corriente se “llevara” los cadáveres y el “mal”.
La conclusión fue una masiva contaminación del agua dulce con la cual se abastecían las nacientes poblaciones europeas y la proliferación exagerada de roedores, bacterias anaeróbicas y enfermedades infecciosas, en efecto tal vez fue esta una de las causas que provocó “La Peste” y diezmo más de un tercio de la población total del Viejo Mundo en la década del año 1.340.

Inserto 2
Desastres naturales
Las personas relacionan su conciencia en el uso del agua con el futuro de sus hijos, aún así al mismo tiempo demuestran pasividad en investigar y lentitud en la planificación al largo plazo en relación a la distribución y uso del agua.
En 1.991 hizo erupción en volcán Hudson, la mayoría de los campos al Este de los Andes hasta el océano Atlántico se desecaron por acción de la ceniza transportada por el viento, con enormes pérdidas económicas y situaciones de emergencia para las poblaciones.
Lo mismo ocurrió en 2.011 más al Norte, con el volcán Puyehue; con clarísimas consecuencias antes no vistas; la natural aún no evaluada convenientemente sobre los grandes lagos cordilleranos, abastecimiento esencial de agua de toda la región hasta el océano; y la social.
¿Qué ocurriría en un escenario similar si se presentara una erupción, al menos parcialmente en el área de la caldera volcánica Cerro Galán en Catamarca?. Seguramente la escasez de agua se haría sentir en toda la franja del territorio destinada al cultivo y crianza de ganado extensivo e intensivo, y duramente en la Capital Federal del país, de Oeste a Este más la mitad de la población de Argentina.
El impacto de la erupción Hudson fue imprevisible, el impacto de la erupción Puyehue pudo haberse prevenido, pero no existen previsiones ni planes de contingencia a nivel masivo para otros hechos similares.

Inserto 3
Acceso a la información
Curioseando en Internet sobre los grandes reservorios de agua dulce del planeta terminé por dar con una espectacular fotografía tomada desde el espacio al Monte Everest.
http://earthobservatory.nasa.gov/IOTD/view.php?id=48603
Me llamó la atención en ella una mancha destacada sobre el blanco de las montañas nevadas y glaciares, y consulté directamente al Earth Observatory.
Robert Simmon, de la N.A.S.A. me contesto amablemente el 18/01/2011 diciendo “Javier:  The black spot is dust on the lens (or elsewhere in the camera) that I didn't remove in Photoshop.” [sic: “El punto negro es polvo del objetivo (o en otras partes de la cámara) que no retire en PhotoShop.]
Había leído en otras oportunidades sobre las normas y regulaciones técnicas de los ambientes en los cuales se desenvuelven los astronautas en el espacio, tanto por seguridad como por salubridad y por ello la información no me convenció completamente.
Cierto es que toda la información de acceso público es revisada y editada previamente, ¿cómo se tratarán las imágenes y registros con anomalías más severas?.