21.10.09

DEBAJO DE UN PLATO VOLADOR


“Me metí bien abajo y pude ver el ojo del plato volador”. La contundente afirmación fue realizada por un testigo que al cabo de 25 años y alentado por numerosos testigos, decidió comentar la experiencia vivida al Centro de Estudios UFO.
El episodio se produjo al norte de la zona periférica de la ciudad de Toay, distante unos 10 km al SO de la ciudad de anta Rosa, capital de la provincia de La Pampa. El testgio de semejante experiencia relató que “mucha gente vio cosas raras y luces malas pero generalmente no dicen nada porque tienen miedo que los tomen por locos”.
Respecto a la tremenda experiencia vivida en las primeras hora de una noche de mayo de 1984 expresó “salía de la casa de mi hermana y ya en el patio sentí la sensación como que algo estaba mal. Me daba la sensación como que algo me tiraba para abajo o que sentía un peso sobre mí”. “Al llegar a un esquinero observé que en la canchita del barrio, sobre el mástil de la bandera, había un plato volador gigantesco! La mitad del plato ocupaba toda la calle”.
Recordó que volvió a la casa y les dijo a todos que salieran a ver el plato volador y advirtió que otros vecinos ya lo estaban observando. Sus familiares salieron al patio y mientras algunos se asustaron y se escondieron dentro de la vivienda, otros quedaron en el patio y comentando con los vecinos que también miraban.
“Estuvo un rato y me tenía que volver a mi casa y el camino obligado era pasar debajo del plato volador” expresó con emoción y agregó “superado el miedo, tomé coraje y comencé a caminar mientras algunos vecinos me decían que me quedara quieto porque me podían llevar”.
“Cuando llegué debajo del costado del plato, miré con desconfianza hacia arriba y ahí le vi “el ojo”. En el centro se veía un círculo como si fuera el cielo pero muy iluminado y con cierta niebla”. Me quedé un ratito mirando y después decidí seguir para llamarla a mi señora que también lo viera” expresó.
“Llegué a casa y salimos de inmediato con mi señora pero en ese momento, el plato comenzó como a vibrar y desapareció en dirección a la iglesia, que está en el centro del pueblo”. Ahí advirtieron con los vecinos que a unos 300 metros del lugar, sobre un tanque de agua “había otro plato volador” y luego de algunos segundos de observación “también salió a gran velocidad hacia el lado de la iglesia”.
Los vecinos comentaron otros episodios en que habían visto platos voladores en esa zona y la anécdota decidió hacerla pública 25 años después. “Creo que esta información les puede servir a Uds. Que andan tanto investigando esto” expresó.

* Dentro de los detalles a tener en cuenta en la crónica, se cuentan las reflexiones del testigo, propias de una persona que se considera normal, con poco estudio y con experiencia en distintos trabajos rurales.

* Un detalle interesante surge cuando señala que “cuando se supera el miedo uno puede aventurarse a acercare” tal como le ocurrió a él. Reconoce el impacto inicial y el miedo que sintió, al igual que familiares, algunos de los cuales habían buscado refugio de bajo de una cama.

* Al momento de acercarse al plato volador, reconoció que miraba por el rabillo del ojo pero cuando vio que no ocurría nada extraño, prestó atención, inclusive caminó hacia el medio del plato, a lo que él denominó como “el ojo”, donde observó “el cielo muy iluminado”.
* Otro detalle a tener en cuenta es que mientras todo esto se desarrollaba, otro “plato volador” permanecía sobre un tanque de agua a unos 300 metros del lugar. Nunca se supo si faltó agua del lugar como ha ocurrido en otros epiodios.

* Es significativa la familiaridad con que la gente habla del fenómeno al que no denomina OVNI sino PLATO VOLADOR.

* El “plato” estaba a unos 12 metros de altura, suspendido y en silencio, según estimación de los testigos que como referencia toman la altura del mastil que es de unos 6 metros.

La experiencia fue recogida por el CEUFO el día 19 de octubre y sólo persigue como fin, ilustrar a los visitantes de este sitio obre la gran cantidad y calidad de casos que se producen en esta región.