16.1.09


Para la gente es “algo natural”…

La frecuencia con que se producen avistamientos OVNI en la Patagonia, especialmente en la provincia de La Pampa es tal, que los lugareños lo consideran como “algo natural”. La contundente definición fue realizada durante una entrevista que sostuvo un investigador del CEUFO con el cacique ranquel Carlos Campú, quien espontáneamente se calificó al fenómeno como “algo natural” y que todos estaban familiarizados con el tema. Su padre, su abuelo y sus antepasados ya hablaban de esas “luces” cuyas apariciones se producían con inusitada frecuencia.
Muchos se preguntan por qué se produce el fenómeno en esta región. En realidad no hay una respuesta concreta pero sí, un esbozo de hipótesis que permite suponer que el descenso de esas naves desconocidas se produce en la región de monte o en el desierto, por la baja densidad demográfica.
Lo que no estamos en condiciones de afirmar es a qué vienen estas extrañas naves.

La pregunta mas frecuente entre el común de la gente, especialmente los que se identifican con el tema es… “¿porqué no entran en contacto directo con la civilización?”. En realidad, tampoco se puede afirmar esto, aunque sí estamos seguros que no hay un contacto fluido con los habitantes de la región. No obstante, son muchos los documentos que hablan de un supuesto contacto de otras civilizaciones con las principales potencias del planeta. Y eso tampoco se puede negar. Son demasiados los sucesos que vinculan a las grandes potencias con el fenómeno.

También hoy es común escuchar algunas versiones que señalan que lo que se ve “son naves experimentales de las grandes potencias que recorren la región”. Tal vez esto tuviera un viso de credibilidad pero… ¿cómo se explica entonces que para los aborígenes de toda esta zona, la aparición de luces sea considerado como “algo natural?. Ese es el primer impedimento, porque hace cientos de años, las potencias no disponían la tecnología de hoy.

En los albores del tercer milenio, toda la región central de Argentina en particular y aisladamente algunas regiones en menor cuantía, fueron conmovidas por la aparición de gran cantidad de animales, especialmente vacunos, muertos y con extrañas mutilaciones en sus cuerpos. Las primeras investigaciones arrojaron un resultado por demás extraño: no había ningún tipo de huellas en el lugar en que el animal fue hallado. No había señales de resistencia como normalmente ocurriría. Tampoco había huellas de seres humanos que hubieran realizado la faena. Todo era por demás extraño. En muchos casos algunos testigos afirmaron haber observado extrañas luces, inclusive en cuadros que permanecían cerradas con candado. O sea que quien accediera al lugar debería saltar el alambrado o haber llegado volando.
Más allá de las ridículas explicaciones que intentó el Senasa, un informe de la Facultad de Veterinarias de la Universidad Nacional de La Pampa arrojó luego de un año de estudios que “los cortes fueron realizados por un elemento mecánico”.

El informe científico dio por tierra con el esbozo de respuesta del Senasa, pero ya nadie más hablaba del tema. Por supuesto que hubo quienes consideraron que “si el Senasa afirmó eso, así debía ser” pero en definitiva los afectados, los productores rurales y la gente de campo en general, callaron y dejaron de denunciar los episodios porque nadie les daba una respuesta concreta. En este caso, también se observaron luces extrañas y hasta se habló de la presencia de un extraño ser, del que todos coincidían en destacar algo: sus ojos de color rojo cuya sola mirada causaba pavor en los testigos.